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Quizá se lo envíe a Zak Brown

Quizá se lo envíe a Zak Brown
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  • Publisheddiciembre 25, 2025



Sin Max Verstappen, McLaren habría ganado el Campeonato Mundial de Pilotos sin sudar. Pero el holandés es una bestia competitiva como rara vez hemos visto en la historia del deporte. Y finalmente llevó al límite a los competidores del grupo de coches naranja papaya. De hecho, Lando Norris se proclamó campeón con sólo dos puntos de ventaja sobre la estrella de Red Bull. Además, para Woking fue genial contar con Oscar Piastri, a quien utilizaron en Abu Dhabi para ayudar al piloto brisol. Fue una estrategia inteligente que impidió que Mad Max les arrebatara la corona en su último aliento.

Hay datos sumamente reveladores sobre el gen competitivo que posee Verstappen. En un año con un coche sensiblemente inferior al MCL39, el cuatro veces campeón del mundo de F1 logró ser el que más victorias parciales acumula (ocho, para un total de 71 en toda su carrera). Norris y Piastri le siguieron con siete cada uno. Los otros dos fueron para George Russell (Canadá y Singapur).

Por eso no sorprende que McLaren tuviera pesadillas recurrentes con Max. De hecho, Zak Brown, director general del equipo británico, incluso le comparó con Chucky, el popular muñeco malvado que protagoniza, desde 1998, una de las sagas cinematográficas de terror más rentables de la historia del séptimo arte.

Pues bien, este “muñeco malvado” (“un juego de niños”) que es Verstappen ya descubrió el chiste de Brown en Qatar. «¡Puedes llamarme Chucky! No lo sé. También vi lo que dijo Zak. Me pareció bastante divertido», dijo el corredor de 28 años.

Unos meses más tarde, Max recibió un divertido regalo en el clásico Amigo Invisible (Santa Secreto) de todas las Navidades. Le sorprendieron con un Funko Pop del terrorífico Muñeco Diabólico. La reacción del caníbal de F1 fue espectacular, como lo capturó Red Bull en un video cómico. «¿Qué es? ¡Chucky! Dios mío, es fantástico. Lo pondré en la cama. En la cama, más precisamente en la almohada. O tal vez se lo enviaré a Zak (Brown, CEO de McLaren). Tengo que pensarlo para tomar una decisión final», dijo entre risas el genial piloto holandés.



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