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Grecia, del colapso financiero al pago anticipado de la deuda

Grecia, del colapso financiero al pago anticipado de la deuda
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  • Publisheddiciembre 26, 2025



La crisis griega estalló en 2009, cuando Bruselas descubrió que el país había falsificado sus datos de deuda pública durante años. La desconfianza de los mercados provocó el colapso del Bolsa de Atenas y dejó al Estado al borde del colapso financiero. Para evitar la quiebra y la salida del euro, el Troica´—formado por el Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional— concedió un préstamo de 110 mil millones de euros en 2010 (30 mil millones del FMI) a cambio de una reducción drástica del gasto público.

En 2012, la situación económica obligó a Grecia a solicitar un segundo rescate de 130.000 millones de euros, condicionado a que el país reestructurara su deuda y aplicara medidas de austeridad que incluían recortes en las pensiones y salarios públicos, nuevos impuestos y privatizaciones de empresas públicas. En 2015, tras la imposición de un corralito bancario, se aprobó un tercer rescate de 86.000 millones de euros, que permitió al país permanecer en la eurozona. El programa finalizó en 2018, aunque la supervisión económica continuó hasta 2022.

En los últimos años, Grecia ha trabajado para recuperar la confianza de los mercados y, gracias a los fondos europeos, ha conseguido digitalizar y mejorar su sector público.

Devoluciones

Grecia acaba de devolver anticipadamente 5.287 millones de euros del primer rescate, cuyo vencimiento estaba previsto para 2033, ahorrando así millones en intereses futuros.

No es la primera vez que Grecia adelanta pagos, pero forma parte de un plan del Ejecutivo conservador de Kyriakos Mitsotakis sanear sus cuentas, recuperar la confianza de los mercados y acelerar la reducción de la deuda. «Reducir la deuda es lo mejor que podemos hacer por el bien de las generaciones futuras, para que a ellas no les pase lo que les pasó a las nuestras», afirmó el viceministro de Economía y Finanzas Nacionales de Grecia, Thanos Petralias, durante la presentación de los presupuestos anuales en el Parlamento.

Grecia da un paso clave en su recuperación al adelantar el pago de los préstamos de rescate, marcando un punto de inflexión después de años de crisis y austeridad.

Desde 2022, Grecia ha realizado cuatro anticipos a sus socios europeos relacionados con el primer rescate por valor de 20.100 millones de euros (incluidos 5.287 millones de euros actuales), además de 7.900 millones de euros. Fondo Monetario Internacionalcancelando así toda la deuda con esta organización. En total, ha reembolsado anticipadamente 29.000 millones de euros, ahorrando hasta la fecha 3.500 millones de euros en intereses.

El Gobierno prevé liquidar los 31.600 millones restantes del primer rescate antes de 2031reduciendo así la deuda en términos absolutos como porcentaje del PIBlimitando el riesgo de futuras subidas de los tipos de interés y logrando un ahorro adicional de 1.600 millones de euros en intereses.

Restauración de la confianza

En 2023, Grecia recuperó el estatus de grado de inversión de las principales agencias de calificación, lo que ha abaratado la financiación y ha consolidado una mayor estabilidad institucional. «Además de reducir la deuda pública, los reembolsos anticipados han mejorado la credibilidad del país, tanto en términos generales como, en particular, en los mercados de capitales internacionales; han contribuido a las revisiones positivas de la calificación crediticia por parte de las agencias de calificación; Han suavizado el perfil de vencimientos de la deuda y han permitido una financiación más barata en los mercados, explica a ABC el economista y profesor de la Universidad Económica de Atenas, Panos Tsaklogou.

Este cambio de imagen se vio reforzado recientemente con la elección de Kyriakos Pierrakakis como presidente del Eurogrupo. El Primer Ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, destacó a continuación la transformación de Grecia: «El país era antes la ‘oveja negra’ debido a su quiebra; Hoy está en la cima del consejo económico de los países más desarrollados del continente, y todo ello gracias a los sacrificios de nuestros ciudadanos.

En 2024, la deuda soberana se situó en torno al 153% del PIB, casi diez puntos menos que el año anterior. Para el Ejecutivo griego, estos datos confirman que Grecia ha dejado atrás la etapa más oscura de la crisis y se consolida como un socio fiable dentro de la Unión Europea, apunta. Tsakoglou .

Sin embargo, no todos los expertos comparten esta interpretación optimista. El economista y profesor universitario, Yorgos Pisinas Explica a ABC que la amortización anticipada de la deuda puede ser una decisión macroeconómicamente cuestionable y no necesariamente beneficiosa para la productividad del país: «Se confunde correlación con causalidad. No hay razón para pensar que la reducción de la deuda aumentará, por sí sola, la productividad”, afirma.

Según el experto, ocurre todo lo contrario: una mayor productividad impulsa el PIB y automáticamente reduce la carga de la deuda. «La productividad depende fundamentalmente de las inversiones, que se desplomaron durante la crisis, presionando al alza la relación deuda-PIB a pesar de la austeridad, los rescates y la reestructuración de la deuda», añade.

Pisinas critica la decisión del Gobierno de priorizar la amortización anticipada: «Destinar más de 5.000 millones de euros a amortizar la deuda sugiere que el Gobierno no encontró mejores opciones de inversión para esos recursos. Leído en clave económica, es un síntoma de debilidad. Considere que una estrategia ambiciosa de inversión pública habría tenido un efecto más directo sobre el crecimiento económico. «El refuerzo de las infraestructuras y un programa sólido de inversión pública sería una política claramente orientada al desarrollo», concluye.

Por su parte, Tsakloglou destaca que más allá de los factores estrictamente económicos, los factores políticos juegan un papel muy relevante en Grecia.



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