El primer mes de peste porcina ha costado más de 62 millones de euros a las empresas exportadoras catalanas
Cada semana, las empresas del sector porcino catalanas exportaron el año pasado mercancías por valor de casi 10,6 millones de euros a Japón, Filipinas, Taiwán, Malasia y México. Pero en los 30 días que han pasado desde que el 28 de noviembre se notificaron oficialmente los dos primeros casos de peste porcina africana (PPA) en las inmediaciones de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) esos ingresos han caído a cero. Se han esfumado. Ni Japón, ni Filipinas, ni ninguno de los otros tres países mencionados, además de Sudáfrica y de Tailandia, aceptan la entrada en sus territorios de productos derivados del cerdo procedentes de España, mientras aquí permanezca activa la enfermedad. Y lo mismo les ha pasado a las compañías de la provincia de Barcelona, que en 2024 vendieron una media de 3,9 millones de euros a China y que desde la declaración de la PPA han visto cómo también ese importante mercado se les cerraba. Así las cosas, la industria cárnica catalana ha dejado de ingresar, en este primer mes de peste porcina en Catalunya, un montante de 62,14 millones de euros, según se desprende de los datos de exportaciones facilitados por la Conselleria d’Agricultura.
[–>[–>[–>La cifra podría ser incluso superior si se tiene en cuenta que la crisis llegó justo a las puertas de la campaña de Navidad, uno de los momentos álgidos de ventas para muchas de estas empresas, pero fuentes del sector consultadas por este diario prefieren no hacer estimaciones que consideran pueden acabar resultando aleatorias. Piden prudencia y confían en que las negociaciones que se están llevando a cabo «al más alto nivel», según ha repetido en harto ocasiones el conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, lleguen finalmente a buen puerto y el impacto económico se mitigue. «También depende -apuntan las mismas fuentes- del tipo de productos que se venden a esos siete países, porque, en algunos casos, ha habido empresas que han podido derivar la producción que tenían destinada por ejemplo en el caso de Japón hacia mercados similares como Corea del Sur o Estados Unidos, que sí siguen importando», indican.
[–> [–>[–>[–>[–>[–>Y aunque el conseller Ordeig avanzaba la semana pasada que Japón (uno de los países más estrictos en términos de bioseguridad alimentaria) ha aceptado finalmente que desembarquen en el país los contenedores de mercancías que habían salido de España antes del 28 de noviembre, la gran incógnita ahora es saber si ese mercado, al que en 2024 se exportaron 87.383 toneladas de porcino, por valor de 349,2 millones de euros, va a mantener las restricciones los 12 meses que tiene estipulados tras la declaración de que el brote de peste porcina en Catalunya está controlado. «Estamos trabajando para que eso no sea así y que Tokio acepte lo antes posible la regionalización de las importaciones, como ha ocurrido recientemente con Francia y con Canadá», explicó el titular de Agricultura.
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Los precios en origen bajan un 26%
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Algo habrá ayudado a paliar la situación, eso sí, la bajada de los precios en origen (el que cobran los ganaderos cuando venden los animales), que suma ya un 26% desde el inicio de la crisis y que permite a la industria abaratar costes. También supone que los criadores están dejando de ingresar, respecto a la última de noviembre, una media de 31,2 millones de euros en el conjunto de España, donde se sacrifican en torno a un millón de cabezas de ganado porcino semanales. «El problema es que, en este momento, solo podemos vender producto al mercado doméstico o, como mucho, a Europa, y eso implica que para colocar tal cantidad de mercancía, la industria española necesita que sus precios sean competitivos, o al menos más bajos que los de Alemania», argumenta Rossend Saltiveri, portavoz del sector porcino en el sindicato Unió de Pagesos.
[–>[–>[–>[–>[–>[–>Un 71% de las exportaciones de cerdo catalanas son de carne fresca, refrigerada o congelada, que el año pasado supusieron unos ingresos para las empresas del sector de 3.036 millones de euros. El 29% restante correspondió a las ventas de derivados y subproductos (desde embutidos, conservas y salazones hasta la casquería y las harinas), por las que se facturaron otros 1.227 millones. De esos casi 4.300 millones que en conjunto exportó Catalunya, algo más de 756 millones tuvieron como destino los países que ahora han bloqueado las compras por culpa de la peste porcina.
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En total, en 2024, 258 empresas catalanas exportaron productos porcinos de manera regular por todo el mundo, aunque la cifra se eleva a 458 si se tiene en cuenta aquellas que lo hicieron de modo puntual. Francia, China, Italia, Japón y Polonia fueron, por este orden, los cinco principales mercados de los productos catalanes.
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