Soy muy ambicioso, las personas que se ponen límites no creen en ellas
Pellegino Matarazzo dice ser muy ambicioso y cree mucho en sus posibilidades, porque sólo así se puede lograr lo que se propone, idea que intentará transmitir a sus nuevos futbolistas en la Real Sociedad para salir del fondo del ranking y lograr grandes cosas. El nuevo técnico txuriurdin contó en la web del club cómo llegó al mundo del fútbol y su forma de ser como persona.
Matarazzo primero explica de dónde viene su nombre y el hecho de que es estadounidense. «Tengo una familia italiana, pero mis padres emigraron a Estados Unidos para trabajar. Se conocieron allí, donde la comunidad italiana permaneció unida, como una gran familia. Por eso mi nombre es italiano y el primer idioma que aprendí fue el italiano, pero claro, pasé mi juventud estudiando allí y aprendí inglés, antes de irme a Alemania. ¿Cómo me llamo? Pellegrino, mucha gente ‘Rino’…».
Conozco y administro los datos pero, sobre todo, sé dónde están los límites de los datos. No se puede dividir la mente humana en datos
El nuevo técnico de la Real es licenciado en matemáticas y habla claro de lo mejor de su carrera. «Sí, tengo estudios, estoy agradecido de haber estudiado en la Universidad, fueron grandes años en mi vida. Y, por supuesto, sé gestionar los datos, hacer buenos análisis pero, sobre todo, sé dónde están los límites de los datos. No se puede dividir la mente humana en datos y este deporte siempre trata de personas».
Matarazzo explicó cómo invierte el tiempo que no dedica al fútbol. «En la familia, mi familia es muy, muy importante. Me gusta tomar café con mi mujer, jugar al Zelda con mi hijo, pasear con mi perro… Y hago mucho deporte, corro, voy en bicicleta, voy al gimnasio, el deporte es muy importante para mi salud. Y leo, no mucho, pero leo algunos libros. Y, cuando lo hago, me gusta viajar, descubrir nuevos lugares y nuevas experiencias. He estado en Japón, Costa Rica, Tanzania».
Mis padres me enseñaron ética de trabajo. Provienen de una familia de agricultores y en una granja no se puede ser perezoso.
El italoamericano parece ser un gran trabajador. “Ellos fueron mis padres, ellos fueron quienes me enseñaron la ética del trabajo. Vienen de una familia de agricultores y en una finca no se puede ser holgazán. Mi padre era mecánico, trabajaba todo el día y mientras mi madre cuidaba a los cuatro hijos que éramos nosotros. Ella nos cuidó con mucho amor, cariño, trabajo duro y compromiso”.
Matarazzo destaca una cualidad que posee. «Soy muy ambicioso, me mudé a Alemania sin saber una palabra de alemán y, sin jugar al fútbol profesional, me convertí en entrenador de la Bundesliga. Y ahora estoy aquí, muy, muy feliz de estar aquí».
Por último, deja una idea de tu filosofía. «La gente que se pone límites no cree en sí misma. Creo que se pueden hacer muchas cosas, esto puede venir de mi juventud en Estados Unidos, aprendí a ser muy optimista. Creo que si eres capaz de invertir todo lo que tienes en lo que quieres, lo lograrás».
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