Viajar

Apúntate estas 5 recomendaciones si, como a mí, te pierden a menudo la maleta

Apúntate estas 5 recomendaciones si, como a mí, te pierden a menudo la maleta
Avatar
  • Publisheddiciembre 26, 2025



No hay mayores problemas que perder la maleta al iniciar un viaje. No te faltan ganas y ganas de emprender una nueva aventura, de descubrir un destino apasionante, de acumular buenos momentos y recuerdos en tu memoria. Pero, de repente, y antes siquiera de tener tiempo de disfrutar de las vacaciones, ¡vaya! Te encuentras mirando desesperadamente la cinta transportadora del aeropuerto, acostumbrándote a la idea de que tu equipaje simplemente no está allí. Quizás se quedó en el país de escala. O, peor aún, ni siquiera has salido de tu ciudad de destino.

¿Lo recuperarás en unas horas? ¿En unos días? ¿O cuando estés de vuelta en casa? Nadie lo sabe con seguridad. Lo cierto es que, para afrontar mejor los malos momentos, agradecerás estos consejos que te vamos a dar. ¡Y no dejes que nada arruine tu viaje!

Dispositivos de seguridad para evitar pérdida y robo de maletas en el aeropuerto© Shutterstock

1. Maletas siempre ubicadas

Conviene anticiparse a los hechos, eso ya os lo decimos. Y una forma muy práctica y eficaz de hacerlo es conseguir un dispositivo de seguimiento que puedes dejar la maleta dentro. De esta forma, en cuanto bajes del avión en tu destino y puedas conectarte a Internet, podrás comprobar dónde está tu equipaje en ese momento: si no voló contigo y está en otro aeropuerto del mundo, lo sabrás al instante.

Una cosa que también debes considerar, aunque pueda parecer obvia, es Etiquete claramente la maleta con su nombre, número de teléfono y correo electrónico. Y de paso, evita las maletas negras clonadas: dale vida a tu equipaje añadiendo un lazo colorido, una funda llamativa o una pegatina identificable que puede marcar la diferencia cuando decenas de maletas idénticas giran en la cinta transportadora. Cuanto más reconocible sea tu maleta, más fácil será localizarla.

2. Empaca tu equipaje de mano con cuidado

Este consejo es casi un Regla de oro del viajero experimentado: llevar una muda completa de ropa —¡o dos!— en la maleta de cabina, con ropa interior incluida, pueden ahorrarte el viaje si tu equipaje decide tomarse unas vacaciones extra. Añade también, ya que estás en ello, un neceser básico con lo imprescindible y, si el destino lo requiere, bañador, chanclas o algo de abrigo. Ninguno de los accesorios ocupa tanto espacio y ¡quien avisa no es traidor! – puede marcar la diferencia entre un comienzo incómodo de tu viaje… o un viaje perfectamente ahorrado. Si tu maleta se retrasa, al menos puedes cambiarte, darte una ducha y salir a explorar el destino con cierta normalidad. Algo especialmente importante, sobre todo en viajes largos, vuelos nocturnos o destinos a los que llegarás cansado y lo último que querrás hacer es hacer recados de emergencia nada más aterrizar.

No olvides incluir todos los accesorios tecnológicos, baterías y cargadores de tu artilugios viajeros, e incluso ese artículo esencial (llámelo plancha de pelo, secador de pelo o afeitadora) que le hará la vida más fácil en su destino. Ya sabes: un viajero cuidadoso vale por dos.

Maleta perdida en la cinta transportadora del aeropuerto© Shutterstock

3. Cúbrete las espaldas: compra siempre vuelos con escalas largas

Si tu viaje de ida incluye conexiones, especialmente si estás cambiando de aerolínea o de terminal, intenta dejar siempre suficientes horas entre vuelos. Las básculas estrechas son el enemigo número uno del equipaje facturado: Puedes correr como una gacela por el aeropuerto, pero tu maleta no siempre llega.

Cuanto mayor sea el margen, más probabilidades habrá de que todo (tú y tus pertenencias) lleguen juntos al destino final. Este detalle es especialmente importante cuando se trata de vuelos internacionales o durante periodos de alta demanda, como Navidad o verano. Es mejor dedicar unas horas extra a recorrer las tiendas del aeropuerto de escala, o tomar los cafés necesarios, que soportar el estrés de que tu maleta no llegue a la conexión.

4. Si debes realizar compras, guarda todos los recibos.

Nos ponemos en el peor de los casos: tu maleta definitivamente no ha llegado a su destino final. Es decir: no te queda más remedio que embarcarte en un improvisado viaje de compras para reponer, al máximo, tu equipaje. Esperamos que hayas tenido cuidado y, si no, ¡aquí tienes otro consejo! – y que viajarás con un seguro de viaje que se hará cargo de cualquier imprevisto de este tipo: muchas pólizas cubren los gastos básicos relacionados con la pérdida o retraso del equipaje, desde ropa hasta artículos de higiene, o en ocasiones incluso te ofrecen algún tipo de compensación económica por las molestias sufridas.

De cualquier manera, para recuperar esta inversión extra necesitarás conservar religiosamente todos los recibos de cada compra, Así que conserva cada billete como si tu vida dependiera de ello. Cuando los retrasos son excesivos, no es sólo el seguro: las compañías aéreas también suelen cubrir los gastos adicionales derivados del problema.

Control de equipaje en el aeropuerto.© Shutterstock

5. Escribe bien: respira hondo y tómatelo con filosofía

Es fácil de decir y más difícil de hacer, pero la actitud también importa. Enfadarse no hará que la maleta aparezca antes, Pero puede arruinar los primeros días del viaje si sólo te concentras en la mala suerte que tuviste. Así que trate de verlo como lo que es: un revés molesto pero ocasional. Aprovecha para improvisar, comprarte ropa nueva (siempre es buena idea ir de compras a las tiendas locales, descubrir el lado más cotidiano del destino) o redescubrir los lugares desde otro ángulo. Normalmente, la maleta acaba llegando en algún momento… y cuando llega, el viaje continúa. Y si no, al menos tendrás una anécdota más que contar cuando vuelvas. Porque viajar también significa aprender a adaptarse… ¡Incluso cuando el equipaje decide salir libremente!



Puedes consultar la fuente de este artículo aquí

Compartir esta noticia en: