Cotilleos

Belén Esteban revive su Navidad más difícil: «Iba con mi madre a la casa de empeños para que no faltaran regalos»

Belén Esteban revive su Navidad más difícil: «Iba con mi madre a la casa de empeños para que no faltaran regalos»
Avatar
  • Publisheddiciembre 26, 2025



Belén Esteban ha recordado uno de los episodios más duros y emotivos de su infancia: las visitas de su madre a la casa de empeño para que ella y sus hermanos tuvieran regalos de Navidad.

La Navidad siempre ha tenido un significado especial para Belén Esteban. el colaboradorquien a lo largo de su carrera televisiva ha mostrado un carácter profundamente familiar, vive estas fechas con una mezcla de ilusión, nostalgia y agradecimiento. El amor por su hija Andrea, la devoción por su madre Carmen y el recuerdo permanente de su padre Francisco han marcado su vida y su discurso público. Pero detrás de esa imagen brillante, Belén nunca ha ocultado que su infancia estuvo plagada de dificultades económicas. que su madre intentó suavizar con inmenso esfuerzo.

En una intervención que realizó hace dos años en ‘Herrera’ de la COPE, La presentadora de entrevistas revivió uno de los episodios más duros y a la vez más tiernos de su infancia.. Fue Alberto Herrera, hijo del presentador Carlos Herrera, quien evocó esa época con una historia que conmovió profundamente a Belén. » Oh, bienaventurados mis bienes, que me sacan de mis males. «, recordó el locutor, citando una frase que Carmen Menéndez repetía cada Navidad al cruzar el umbral de un lugar que la pequeña Belén creía mágico.

Durante años, el colaborador pensó que aquel “almacén lleno de mujeres” era una especie de taller secreto donde los ayudantes de los Reyes Magos preparaban los regalos. Su madre fue allí siempre en los días previos al 6 de enero y, poco después, aparecían los juguetes en casa. La inocencia infantil tejió así una fantasía que ocultaba una realidad mucho más cruda: Carmen visitó una casa de empeño para pagar los regalos de sus hijos..

El propio Alberto Herrera contó el momento en el que Belén empezó a comprender lo que estaba pasando. » Un año, Mari Carmen salió de casa con un collar y, por casualidad, encontraron en el camino un anillo de diamantes… Al regreso, después de pasar por ese lugar, Belén se dio cuenta que su madre ya no llevaba ninguna de las piezas. «. Fue entonces cuando la niña entendió que aquel almacén no era un taller de magia, sino un recurso desesperado para que la Navidad sea un día feliz en tu casa.

«Varias veces he ido con mi madre a la casa de empeño», confesó Belén entre lágrimas. recordando aquel descubrimiento. Agradecida por el homenaje que Alberto le dedicó a su mamá, agregó: «Mi mamá ahora estará llorando como un pastelito. No me lo esperaba». La emoción del colaborador dejó claro que, A pesar del paso del tiempo, aquellas Navidades siguen muy presentes en su memoria..

El esfuerzo de sus padres y el apoyo de su segunda madre.

En esa misma conversación, Belén reivindicó el incansable esfuerzo de sus padres. Francisco, pintor de casas, y Carmen, limpiadora de galerías y de un colegio, trabajaron incansablemente para criar a sus hijos. En esa escuela, Carmen conoció a Sor Mercedes, figura fundamental en la vida de Belén. «Ella era mi monja. La amaba como a mi madre.. Me llevaba a todas partes mientras mi madre limpiaba. La gente dejaba ropa y ella siempre buscaba lo mejor para mis hermanos y para mí», recordó la colaboradora subrayando el papel esencial que jugó la monja en su infancia.

Gracias a ese esfuerzo colectivo, sus padres, la hermana Mercedes y la propia resiliencia de la familia, Belén y sus hermanos vivieron una Navidad llena de amor, aunque a veces les faltaron recursos. Hoy, con una vida muy diferente, la colaboradora sigue celebrando estas fechas rodeada de sus seres queridos, consciente de que cada encuentro familiar es también un homenaje a quienes hicieron posible que, incluso en los momentos más difíciles, la magia nunca desapareciera.





Puedes consultar la fuente de este artículo aquí

Compartir esta noticia en: