Con la llegada del frío las mañanas se vuelven más duras, y no sólo para nosotros. Cuando bajan las temperaturas el coche también sufre; Y Pocos momentos generan tanta frustración como girar la llave o apretar el botón y ver que el motor no responde como debería. El invierno es una prueba de resistencia para muchos componentes. Si no han sido bien cuidados, empezar puede ser un auténtico dolor de cabeza.

El frío no avisa y los problemas suelen aparecer cuando menos te lo esperas: antes de ir a trabajar, durante un viaje o simplemente el día que tienes más prisa. Por tanto, anticiparse a estas situaciones es crucial. Con un poco de prevención y Siguiendo estos sencillos consejos evitarás sustos innecesarios y asegúrese de que su automóvil arranque a la primera. Incluso en los días más fríos del año.

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¿Por qué el clima frío afecta tanto el arranque del coche?

Las bajas temperaturas repercuten directamente en el funcionamiento del vehículo, y el primer elemento que suele sufrir las consecuencias es la batería. En climas fríos, su capacidad para generar energía se reduce significativamente. Esto hace que aunque durante el resto del año funcione con normalidad, en invierno es posible que no pueda proporcionar la potencia necesaria para arrancar el motor.

Además, el aceite del motor se espesa cuando está frío, lo que dificulta la circulación en los primeros segundos después del arranque. Entonces el motor necesita un esfuerzo adicional para girar, lo que requiere aún más energía. a una batería que ya está trabajando al límite. El resultado es ese arranque lento, forzado o incluso fallido que tantos conductores sufren cada invierno.