Una montaña rusa llena de emociones. Así ha sido la relación entre VOlodimir Zelensky y Donald Trump desde que el republicano regresó a la Casa Blanca el pasado enero. Una historia que, por ahora,Faltan cuatro capítulos, esperando este domingo para verse por quinta vez.

YEl primer encuentro entre ambos mandatarios fue en febreroapenas un mes después de que el magnate asumiera el cargo. Nada más bajarse del coche comenzaron los problemas para Zelensky que pronto se dio cuenta de que no iba a conseguir el apoyo militar que buscaba para debilitar las fábricas de armas rusas. Él lo sabía desde T.grupa se burló de su vestimenta militar alegando que era inapropiado ir a la Casa Blanca. «Cuando termine la guerra me pondré el traje», respondió Zelensky, dejando claro que la situación en su país no era una broma.

Unos minutos más tarde, en el Despacho Oval y frente a las cámaras que captaban la escena en directo para todo el planeta, Trump y su presidente, JC Vance, ponen al presidente ucraniano en una trampa sin precedentesa quien directamente se le ordenó silenciar cuando habló sobre el drama vivido por la sociedad ucraniana. «ya has hablado suficiente«, espetó Trump.

Dos meses después, en abril, se volvieron a reunir para intentar limar asperezas. ellos lo hicieron En el Vaticano, durante el funeral del Papa Francisco.. El encuentro en la Basílica de San Pedro no fue especialmente fructífero, pero esos pocos 15 minutos sirvieron para empezar a reparar una relación que estaba herida de muerte.

En agosto tuvo lugar la tercera reunión. Nuevamente tuvo lugar en la Casa Blanca, y nuevamente Zelensky fue humillado.. Trump había recibido a Putin tres días antes en Alaska con alfombra roja y honores militares. Un trato y una complicidad que no se repitió en el encuentro con el presidente ucraniano. Sin embargo, los líderes europeos lo acompañaron y dejaron claro que, con o sin EE.UU., iban a seguir apoyando a Ucrania.

Aunque no hubo un gran acuerdo, las relaciones mejoraron y Trump incluso se permitió el lujo de elogiar la vestimenta de Zelensky.quien en esa ocasión acudió vestido de negro en lugar del verde que siempre había usado.

El cuarto y, hasta la fecha, último episodio de esta serie ocurrió el pasado mes de octubre. Por tercera vez, Zelensky visitó la Casa Blanca y, como en la primera, nada salió bien. No consiguió los misiles Tomahawk que quería para atacar bases militares en territorio ruso y, para colmo, el secretario de Guerra de Trump no tuvo reparos en llevar una corbata con los colores de la bandera rusa.

Ahora, cuando solo quedan tres días para que finalice 2025, Trump y Zelensky se reencuentran con el objetivo de avanzar hacia el fin de la guerra. Estará sobre la mesa. un plan de paz de 20 puntos que, según el presidente ucraniano, está «avanzado un 90%». Quizás la quinta vez, y huyendo de la Casa Blanca, sea la vencida para Zelensky.

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