Miro los índices bursátiles y leo la prensa económica según me despierto
Cuando Samuel Sánchez (Oviedo, 1978) cruzó la meta de Pekín En 2008, alzando los brazos al cielo chino, entró en la historia del deporte español con una inolvidable medalla de oro olímpica.
Pero lo que pocos saben es que, si bien ganó etapas del Tour de Francia y del Regreso a EspañaEl asturiano ya pedaleaba en otra carrera de fondo: la gestión de su patrimonio.
A los 47 años, casi una década después de colgar la bicicleta, Sánchez cambió la camiseta por la elaboración de informes financieros con la misma disciplina que lo llevó a la élite mundial.
El ex ciclista Euscaltel-Euskadi no corresponde al cliché del deportista despreocupado que delega ciegamente sus finanzas. Su rutina matutina, lejos de entrenamientos de seis horas bajo la lluvia, comienza ahora con un café y un repaso en profundidad de los mercados.
«Soy una persona que se levanta por las mañanas, siempre miro los índices bursátiles de todo el mundo y trato de leer la prensa económica», confesó hace un tiempo Sánchez en el podcast la bolsa de deporterevelando una faceta de inversor activo y metódico que había mantenido en un segundo plano.
Samuel Sánchez, en una imagen de archivo
EFE
Su estrategia financiera, definida por él mismo como “un poco conservadora” en las pruebas de aptitud bancaria (miFID), responde a una lógica abrumadora forjada en el esfuerzo vial: la preservación del capital.
“A los deportistas nos ha costado mucho ganar dinero y creo que tenemos que intentar hacer lo máximo posible para preservar nuestro patrimonio, tener una buena calidad de vida y también poder darle una educación a nuestros hijos, que es lo principal”, explicó en el citado podcast.
Para ello, confía la gestión técnica a expertos de Analistas Financieros Internacionales (AFI), reconociendo humildemente que “no tenemos este conocimiento de todos los actores de la economía, los fondos de capital riesgo y las oportunidades de mercado”.
La cartera de inversiones de “Samu” es un clásico manual de diversificación, o como él prefiere decir en el argot popular, de “repartir los huevos en diferentes cestas”.
Su patrimonio se divide entre activos inmobiliarios, plazas de aparcamiento y una apuesta más audaz por la innovación nacional a través de fondos de inversión en startups españolas, un sector que reconoce “apasionarse”.
Pero su proyecto más personal no busca la rentabilidad económica, sino devolver al ciclismo lo que el ciclismo le ha aportado. En 2015, tras una conversación con el empresario. daniel alonso Durante un paseo en bicicleta, fundó la Academia de ciclismo MMR.
Lo que comenzó como una réplica del modelo del Fundación Contador Hoy es una carrera consolidada que ya ha colocado a varios ciclistas en el pelotón profesional, entre ellos Iván Romeo adentro El equipo Movistar.
Samuel recurre ahora a referentes como el colombiano Rigoberto Urán cualquiera Gerard Piqué, atletas que han trascendido su disciplina para convertirse en magnates de los negocios.
Él, desde una posición más discreta pero igualmente eficaz, aplica la lección más valiosa que le enseñó el asfalto: «Para ser el mejor hay que rodearse de gente mejor que tú. No pretendo ser el mejor inversor ni el mejor economista», afirma.
Una filosofía que también le permitió superar la etapa más difícil: la de la vida después del deporte.
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