Agradezco el cariño de todos
Más bien discreto, poco aficionado a los baños colectivos o a las exposiciones públicas, tal es la imagen que transmite la doctora Julia Mera. Sus compañeros del hospital de Orense nos cuentan, y ella misma lo confirma, que este broche final a su carrera profesional la sorprendió tanto como le emocionó. “Pedí salir tranquilamente”, dice. No, sus deseos no fueron concedidos. Pero el resultado valió la pena.
Julia Mera inició su carrera en 1983, luego de obtener su título de médico en la Facultad de Santiago y, luego de asistir a otros centros de salud, En 1989 llegó al servicio de urgencias del hospital de Orense. Uno que la vio crecer como profesional y, quizás en muchos otros aspectos de su vida, su “práctica”, casi su casa durante nada menos que 36 años.
“El trabajo duro y mi cariño por la sanidad”
El Servicio de Emergencias es un servicio exigente al que se debe prestar especial atención. Dr. Mera ha tratado a miles de pacientes en las casi cuatro décadas que ha usado la batay abordó día tras día un concepto clave de este servicio como es el de patología tiempo dependiente, es decir que depende directamente del tiempo necesario para diagnosticarla y tratarla. Esta es una situación en la que el tiempo va en contra del diagnóstico y cada minuto perdido puede ser crucial. Nos hacemos una idea del nivel de estrés de quienes trabajan duro día tras día en este campo.
Algo que contrasta totalmente con la serenidad y paz que transmite el médico, sin duda, que habla más de esfuerzo y empatía que de estrés o carrera, aunque es obvio que debe haber más de uno. Quizás ese sea el secreto, saber mantener la calma. Cuando se le pregunta, lo tiene claro: “Trabajo duro y le tengo cariño a la asistencia sanitaria, especialmente a la sanidad pública”, afirma. La conclusión, dice el Dr. Mera, es: “Pon siempre al paciente en primer lugar, usa la empatía para pensar en cómo nos gustaría que se resolviera el problema que nos trajo aquí, en este caso el departamento de emergencias”. Y para que esto funcione, mantenga en la medida de lo posible un buen ambiente de trabajo. “Ten cariño, si puedes, con la gente con la que trabajas, que no siempre es fácil en un entorno tan difícil, pero al final algunos acaban siendo tu propia familia”, está claro que así es. Tanto es así que hay algunos que incluso ya estaban jubilados y acudieron este último día a rendir homenaje a su pareja. Desde los más mayores hasta los más pequeños, nadie quería dejar pasar esta oportunidad.
“Ahora vive una vida sencilla, eso es lo que necesito para ser feliz”
Por supuesto que a ella le gusta. «Quiero agradecer a todos por su cariño, a los de antes y a los de hoy, Estoy muy contenta con los comentarios, sobre todo de los jóvenes”. Agradecida a pesar de que en su último día de trabajo la sacaron de la sala de observación con un llamado de advertencia que pensó que era un aviso médico y que en realidad fue un pasillo de aplausos, sonrisas y palabras hermosas y emotivas.
¿Y ahora qué?, preguntamos. Ya en casa, ya cambiando de rutina. ¿Cómo te ves como jubilado? «Nada especial. Disfrutar de esos planes que todos hacemos en Año Nuevo: un poco de inglés, un poco más de actividades culturales, ejercicio, pequeños viajes, un poco más de tiempo para la familia y los amigos, y una vida sencilla que es precisamente lo que necesito para ser feliz.» Bueno, disfruta. Con agradecimiento a todos por tener vocaciones como la suya, Dra. Mera.
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