AHORRO ECONOMÍA HOGAR | La receta de Gonzalo Bernardos para ahorrar dinero: «Nuestros padres y abuelos lo hicieron»
«Mala persona». Así es como llamaron al economista Gonzalo Bernardos por ofrecer la receta para ahorrar dinero, una postura polémica por lo que parece, pero que, sin embargo, «nuestros padres y abuelos lo hicieron».
Este calificativo lo recibió Bernardos durante su participación en La Sexta Explica, donde dijo a los jóvenes que «si querían ahorrar deberían reducir gastos suplementarios, como viajes o comidas en restaurantes, para divertirse no es imprescindible gastar mucho dinero».
Y es que, como apuntó, «para ahorrar hay dos partes, ingresar menos y gastar menos». Señala el economista que para ingresar más «muchos hemos trabajado más horas de las imprescindibles», mientras que para gastar menor «una gran parte de España ha aplicado un gran control de costes». Y asegura, a través de una publicación en su cuenta de la red social X (extinta Twitter) que «nuestros padres, madres, abuelos hicieron los primero y lo segundo».
Sin embargo, parece que no a todo el mundo le gusta darse de bruces con la verdad, por eso le salen comentarios de otros seguidores a los que les parece imprescindible comer en restaurante asiduamente, según apunta el economista en respuesta a un seguidores que le dice que «si no comes, no benes, duermes bajo un puente, lo ahorras todo… y problema solucionado, hacia el consumo 0».
En tiempos donde la economía doméstica se convierte en un desafío creciente, encontrar formas efectivas de ahorro es crucial. Desde la gestión del gas y la electricidad hasta optimizar el uso de ropa y calzado, cada pequeño gesto suma.
El gasto en electricidad representa una parte significativa de las facturas mensuales. Una gestión inteligente puede generar un ahorro considerable. Informes destacan que el uso de electrodomésticos eficientes puede reducir el consumo hasta en un 30%. Optar por bombillas LED, desenchufar los dispositivos en desuso y aprovechar al máximo la luz natural son estrategias efectivas para reducir la factura eléctrica.
Optimización del uso del gas y calefacción
El gas y la calefacción son otros aspectos críticos en la economía doméstica. Ajustar el termostato a una temperatura moderada y realizar mantenimientos periódicos al sistema de calefacción no solo prolonga su vida útil sino que también contribuye al ahorro energético. Además, según estudios, el uso de termostatos programables puede disminuir el consumo de energía en un 10% anual.
Maximización del uso de ropa y calzado
La moda sostenible no solo es una tendencia, sino una necesidad económica. Invertir en prendas de calidad y realizar reparaciones en lugar de reemplazos constantes permite extender la vida útil de la ropa y el calzado. Además, la adecuada organización del armario y el uso de métodos de lavado que preserven los tejidos son prácticas que fomentan el ahorro a largo plazo.
Estrategias para el ahorro de combustible
El coche es una herramienta esencial en muchos hogares, pero su mantenimiento puede ser costoso. Implementar prácticas de conducción eficiente, como mantener una velocidad constante y evitar aceleraciones y frenadas bruscas, reduce el consumo de gasolina. Además, realizar un mantenimiento regular del vehículo asegura su buen funcionamiento y eficiencia. Según estudios un coche bien mantenido puede ahorrar hasta un 4% de combustible.
Pequeños cambios, grandes ahorros
El ahorro en la economía doméstica no siempre requiere de cambios radicales. A menudo, son los pequeños ajustes los que generan un gran impacto. Desde sellar las ventanas para evitar fugas de aire hasta usar electrodomésticos durante las horas de tarifa reducida, cada acción cuenta. Además, participar en programas de reciclaje y reutilización no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino también para el bolsillo.
Estos consejos no son solo teorías; son pasos prácticos que cualquier persona puede aplicar en su día a día para mejorar su economía doméstica. En un mundo donde el costo de la vida sigue en aumento, encontrar formas creativas de ahorro es más relevante que nunca. Ya sea optimizando el uso de gas y electricidad, cuidando la ropa y el calzado, o mejorando la eficiencia del coche, cada estrategia contribuye a un futuro financiero más estable y sostenible.
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