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amarillas, grises y tóxicas, el humo del Vaticano siempre ha sido impredecible

amarillas, grises y tóxicas, el humo del Vaticano siempre ha sido impredecible
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  • Publishedmayo 7, 2025



De aquellos azulejos donde late el corazón del Vaticano, La chimenea ha hablado: No ‘Habemus Papam’. El Humo negro Se ha elevado en la Capilla Sixtina, visible sin duda ni malentendidos. Hoy, el humo ha sido claro. Pero no siempre fue así.

No ha habido consenso entre los Cardenales: solo 89 de los 133 votantes han coincidido en un nombre. Mañana lo intentaré de nuevo. El ritual continuará su curso, con nuevos votos y más ojos fijos en Esa pequeña chimenea que decide cuándo comienza un nuevo pontificado.

A lo largo de la 111 años en el que el código de color, blanco para el ‘sí’, negro para el ‘no’, la historia de los fumar ha sido, a veces, tan oscuro como el humo que anuncian.

No solo han habido blanco y negro: también se han visto fumar amarillo. Aparecieron ante el cónclave, no para anunciar nada, sino a Verifique que la estufa funcionara correctamente. Esa prueba se realizó con compuestos neutros que se tiñen el humo amarillo.

En 2005, este sistema Fue reemplazado por controles electrónicos Eso garantiza la operación sin la necesidad de señales visuales. Aun así, en ese mismo cónclave, que eligió a Benedict XVI, el fumar era incierto nuevamente. La ambigüedad obligada a incorporar una nueva señal: si el humo es blanco, el sonido de las campanas. Una forma de evitar malentendidos … al menos hacia afuera.

Porque dentro del cónclave, el humo ha causado otros problemas. La leyenda dice que en más de una ocasión ha causado la combustión Ataques de tos entre los cardenales. El humo, negro o negro, nunca es bueno.

Y en la historia Ha habido todo: Fumar gris, tamaño medio (que comenzó blanco y terminó con negro), otros que nadie vio, algunos que envenenaron periodistas … e incluso conspiraciones.

En 1958, el humo blanco salió primero. El cuadrado explotó en júbilo, la radio del Vaticano anunció la elección … y minutos después, El humo negro salió de nuevo. La explicación oficial fue una falla de combustión. La versión alternativa argumenta que el cardenal Giuseppe Siri fue elegido Papa, pero renunció bajo la presión del Kremlin.

El desastre más famoso llegó En 1978, en la elección de Juan Pablo I. El humo parecía blanco, pero se volvió negro. En la plaza, nadie sabía si celebrar o esperar. En la sala de prensa, el desconcierto reinó hasta que, de repente, la radio del Vaticano anunció que había Pope.

Fue entonces cuando El Vaticano decidió usar dos estufas: Uno para quemar las boletas y otro para generar humo visible de color químico.

Hoy, al menos, El sistema ha funcionado: el fumar ha sido negroclaro, inequívoco. No hay papa. Pero sí, tradición, leyendas, humo … y mañana, más cónclave.



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