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así es el municipio cordobés conocido como ‘El pueblo de la Navidad’

así es el municipio cordobés conocido como ‘El pueblo de la Navidad’
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  • Publisheddiciembre 16, 2025



Anclado en plena Sierra Subbética, al abrigo de un mar de olivos y con vistas al deslumbrante embalse de Iznájar, Rute es más que uno de esos pueblos con encanto y carácter sureño donde brillan las fachadas encaladas adornadas con balcones floridos, impregnados de esencia rural.

Porque resulta que, aunque cueste creerlo, los días pasan con el aroma de sus anís, sus pollorones y sus mantecados que abrazan cada metro cuadrado de sus calles y plazas. Su muchos dulces artesanales Se complementan con la amplia oferta de museos vinculados a su gran tradición navideña, así como los destilados producidos en sus fincas. Con villancicos de fondo, comenzamos un recorrido por el casco antiguo de Ruth en busca de la esencia de la Navidad.

NAVIDAD, DULCE NAVIDAD…

Comenzamos nuestro viaje con pasta de almendras, alfajores y sabor a chocolateporque el espíritu navideño se vive intensamente en Rute gracias a su arraigada tradición repostera. Con más de un siglo de historia, la Fábrica de Galleros Artesanos Desde hace nada menos que cuatro generaciones viene endulzando los paladares de sus clientes, por lo que una visita a sus instalaciones es crucial para sumergirse en la tradición que mantiene la ciudad con estas festividades. Una visita permite descubrir los entresijos de su histórico taller donde, en plena Navidad, se crean auténticas obras de arte. Pequeños bocados entre los que destacan clásicos como los hojaldres y piononos, mantecados y turrones. Delicias que nos harán llevarnos más de una caja a casa.

Belén de chocolate de Galleros Artesanos en Rute, Córdoba©AFP vía Getty Images
Otros pueblos navideños…

Sin embargo, es tu espectacular belén de chocolate (belendechocolate.es), considerado el más grande de España, el que llama todas las miradas: este año, además, celebra sus 25 años de historia, repasando sus más de 50 m2 —¡y con más de 1.800 kilos de chocolate!—, a la evolución de la propia guardería rutena desde sus orígenes. Admirar atentamente las múltiples escenas es muy inspirador.

Pero el viaje navideño más mágico no termina ahí. La flor de Rute (laflorderute.es) es otro de los talleres en los que toman forma y sabor algunas de las delicias más adoradas de la temporada. Máquinas de última generación trabajan al unísono con las manos expertas de sus artesanos, que crean con mimo todo tipo de delicias: durante los meses de campo, ni más ni menos que en los alrededores. 300 toneladas de dulces navideños. Un proyecto familiar que lleva alegrando los hogares desde 1965 con más de 30 deliciosos productos, entre los que destaca sin duda el tradicional Polvorón, su gran tesoro.

TOSTA CON UNA COPA DE ANÍS

Por supuesto, tanto mantecado y polvorón no sabrían igual si no hubiera un licor tradicional que lo acompañara. ¿Y qué hay más caliente que una copa de anís? Esto también lo saben bien en Rute, donde por supuesto también hay una destilería donde producen una de las más famosas de toda la región. Atraídos por el olor a matalauva, entramos Machaquito, uno de los más antiguos, donde nos sorprende la espectacular pira en la que se amontonan más de dos toneladas de madera de olivo. Al calor de sus calderas descubrimos la particular forma de preparar una de las bebidas más ligadas a la Navidad, que es también herencia del pasado árabe de Rute, ya que los granos de anís se utilizaban en Al-Andalus para dulces, almíbares y en remedios medicinales.

Destilería Machaquito en Rute, Córdoba© Machaquito
Destilería Machaquito.

Ver cómo se sigue produciendo anís de la misma forma que en 1860, cuando se fundó la empresa, con alambiques de cobre y madera de olivo, es todo un espectáculo. Junto a la zona de producción también hay un museo dedicado a este arte, un espacio expositivo que no es el único vinculado a la Navidad en la ciudad, que alberga una importante patrimonio industrial de siglos pasados transformados, a lo largo de las últimas décadas, en museos gastronómicos. Otro de ellos es el Museo del Jamón, donde, entre los más diversos instrumentos y equipos, podremos conocer los detalles de la fabricación de este fiambres del cual el propio Miguel de Cervantes no dudó en resaltar sus bondades en sus obras. La Gran Sultana Doña Catalina de Oviedo Y El matrimonio infiel.

Museo del Anís Rute© turismodelasubbetica.es
Museo del Anís Rute
Barricas del Museo Rute Anis© Grupo Universal Images a través de Getty
Barricas del Museo del Anís

A unos pasos, en el Paseo del Fresno, otra, la de Anís, ocupa una antigua destilería con más de cien años de existencia, mientras que la vecina Museo del Azúcar te invita a un viaje a la historia de los dulces navideños gracias a la reproducción de una antigua industria artesanal de galletas de mantequilla.

EL DISTRITO ALTO Y EL BAJO: UN PASEO POR CARRETERA

Entre comer y beber, no hay nada como estirar las piernas. Y para ello lo mejor es aprovechar que estamos en uno de los pueblos con más encanto de la Subbética de Córdoba para explorar su corazón. Situada al pie de la sierra, Rute fue disputada por cristianos y musulmanes hasta su conquista definitiva en 1314, por lo que se nos revela con el color blanco propio de los pueblos andaluces cuyos orígenes se remontan a la época de dominación árabe.

Vista general del pueblo de Rute en Córdoba© neftali – stock.adobe.com

Sus fuertes pendientes marcan el camino hacia uno de los puntos más emblemáticos, el Chorreadero, que con sus 61 escalones en forma de abanico Une el Barrio Alto de la ciudad con el Barrio Bajo. llegamos mas tarde una de las calles más majestuosas, Pilar, en el que destacan edificios regionalistas como el Círculo de Rute, atribuido a la escuela de Aníbal González, pero también ilustres casas tras cuyos muros te esperan patios tradicionales cordobeses, como el Patio con Duende, que, entre las coloridas macetas y el murmullo de sus fuentes, conserva intacta la esencia aportada por el paso de los años. Cerca, otra parada: el Parroquia de Santa María Mártir, una de las más importantes de la ciudad, fue construida como abadía a finales del siglo XV y, tras ser completamente destruida por un terremoto en el siglo XVIII, fue completamente reconstruida.

Si todavía quieres dar un paseo, sólo tienes que hablar de ello: el sendero del Pinar de Rute, que comienza en el área recreativa de Fuente Alta, en las afueras de la ciudad, es un Ruta de 3,9 kilómetros que comienza bajo la torre del faro de Canuto, que domina el paisaje desde lo alto del monte Hacho, y que se extiende entre pinos carrasco, encinas y cornicabras. Una oportunidad única para disfrutar de la observación de aves rapaces como el buitre leonado. Y un final épico para completar la escapada navideña perfecta.



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