así se verá afectado el salario
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha firmado este jueves una carta social global de derechos laborales y ha defendido avanzar hacia el horizonte de la jornada de 32 horas semanales.
Así lo ha trasmitido en la clausura del Congreso Internacional del Trabajo que ha tenido lugar este jueves en Madrid y donde la ministra ha firmado junto a la secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Esther Lynch, y el secretario general de la Confederación sindical Internacional (CSI), Luc Triangle, y otros ministros y asociaciones laborales una carta global de derechos laborales.
El objetivo de este documento marco es que el trabajo decente sea la única forma de trabajo, se garantice un salario justo, se proteja la igualdad de oportunidades y la no discriminación, se blinde la libertad sindical y el derecho a huelga y que se garanticen unos niveles mínimos de protección social. «En definitiva, los derechos laborales son derechos humanos», ha concluido la ministra.
«Este documento aspira a convertirse en la carta magna de los sindicatos y personas trabajadoras en todo el mundo», ha asegurado la ministra, quien también se ha referido a ella como el primer paso para reconstruir el contrato social a nivel global, «una primera piedra en la construcción de una internacional laborista para el siglo XXI».
Durante su discurso, la titular de Trabajo ha defendido que hay que reducir la jornada laboral en España y en el resto del mundo, avanzando hacia el horizonte de las 32 horas semanales. Díaz ha comentado que en España, desde el Ministerio de Trabajo y Economía Social se está impulsando una gran reforma para alcanzar las 37 horas y media. «Queremos ganar media hora de vida para el conjunto de los trabajadores en España. Esa media hora diaria sobre la jornada actual es un pequeño paso lleno de esperanza», ha subrayado.
Según la vicepresidenta, la jornada laboral lleva 40 años sin tocarse en España y «ha llegado el momento de hacerlo». Para que la reducción de la jornada tenga efectos, se debe blindar también el derecho a la desconexión, porque esto no puede ser el privilegio de unos pocos, como lo es ahora mismo. «Precisamente estamos abordando este debate en la mesa de diálogo social y ahora queremos llevarlo a Europa», ha señalado Díaz.
Con todo, la ministra ha subrayado que hay espacio para actuar en derechos laborales, sobre todo ante el «nefasto proyecto 2025 de Donald Trump en Estados Unidos, que simboliza un retroceso democrático en todos los sentidos, sin precedentes, para el mundo».
«Pero un retroceso sin paliativos, sobre todo en el ámbito laboral, como nos demuestra estos días Elon Musk abanderando los ataques contra los trabajadores y los sindicatos de clase en el mundo», ha denunciado la ministra.
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La respuesta a esto debe ser, según Díaz, más organización, más debate, más pensamiento, más participación y más y mejor poder para la gente trabajadora en el mundo.
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