Aumentaremos la presión sobre Putin hasta que esté listo para la paz
Con la vista puesta en Estambul, en las primeras negociaciones directas entre Rusia y Ucrania desde que comenzara la invasión, los europeos han empezado a explorar vías para endurecer las sanciones contra el Kremlin en caso de que fracasen: «Aumentaremos la presión sobre [Vladímir] Putin Hasta que esté listo para la paz «, dijo a Presidente de la Comisión Europea, Ursula von der LeyenA su llegada la reunión del Comunidad política europea que se celebra este viernes en Tirana (Albania).
Von der Leyen ha confirmado que la Unión Europa está trabajando en un nuevo paquete de sanciones que incluiría medidas contra los gaseoductos Nord Stream y Nord Stream II, más buques de la llamada «flota fantasma» rusa, y que impondrá nuevas restricciones al precio del petróleo, además de nuevas sanciones contra el sector financiero. La presidenta de la Comisión ha defendido así la necesidad de seguir aumentando la presión sobre Rusia.
El pasado miércoles los Veintisiete dieron el visto bueno a un nuevo paquete de sanciones pero quieren ir más allá. Europa mira al sector energético, principal fuente de ingresos del Kremlin, y también al bancario. El objetivo además es poder coordinar estas medidas con otros socios como el Reino Unido o Estados Unidos. El primer ministro británico, Keir Starmer, ha confirmado a su llegada a la cumbre ese trabajo con los aliados. Starmer se reunirá el próximo lunes en Londres con Von der Leyen y el presidente del Consejo Europeo, António Costa, en la primera cumbre entre el bloque y el Reino Unido desde que se oficializara el Brexit.
Críticas a Putin
La Comunidad Política Europea, un foro creado tras la invasión rusa de Ucrania, está pensada para servir espacio de discusión a los líderes del continente e un intento de garantizar la unidad y la paz. Solo Rusia y Bielorrusia están excluidos de la organización, que cada seis meses se da cita para tomarle el pulso a la actualidad. Este cumbre está inevitablemente marcada por las negociaciones en Estambul.
Europa, al contrario que Estados Unidos, sigue con escepticismo las conversaciones. El encuentro ha perdido un peso notable al no contar con la presentencia del presidente ruso, Vladimir Putin, que ha rehusado participar, y del ucraniano, Volodímir Zelenski, que sin su homólogo en la mesa, se ha trasladado a Tirana. «Lo que vimos ayer y durante la madrugada son más pruebas todavía de que Putin no se toma en serio la paz. Está arrastrando los pies y por eso creo que es extremadamente importante que mantengamos la unidad con nuestros aliados», ha dicho por su parte Starmer.
Putin, ha dicho Von der Leyen, primero pidió un alto el fuego «que luego nunca respetó», después, la UE y Washington propusieron una nueva tregua de 30 días, «que el presidente Putin rechazó», y ahora, Turquía se ofreció a acoger un cara a cara entre Putin y Zelenski al que el ruso no ha acudido. «Esto demuestra que el Presidente Putin no quiere la pa», ha dicho la presidenta de la Comisión, «así que tenemos que aumentar la presión».
Desde Albania, el propio Zelenski ha lamentado que se haya perdido la oportunidad de «dar pasos importantes para acabar con esta guerra, si Putin no hubiera tenido miedo de venir a Turquía». El presidente ucraniano considera que nadie en la delegación rusa tiene poder suficiente para tomar decisiones, lo que dificultará avances concretos. «Nuestra prioridad numero uno es un alto el fuego incondicional», ha dicho Zelenski, «si los representantes de Rusai en Estambul no pueden ni acordar eso,» ha añadio, «estará claro que Putin continúa menoscabando la diplomacia».
«Putin ha cometido un grave error al enviar una delegación de bajo nivel», ha dicho el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que considera que la pelota está ahora en el tejado del presidente ruso. Rutte ha destacado la voluntad de Ucrania de negociar y también el papel de Estados Unidos como mediador. «Creo que es obvio, no para los americanos, pero sí para los europeos y el mundo que si Putin envía una delegación de tan bajo nivel es porque no está interesado en ningún tipo de negociación», ha subrayado en cambio el primer ministro de Lituania, Gintautas Paluckas a su llegada a la cumbre. Paluckas ha llamado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a ser realista y entender que Rusia no se sentará a la mesa «mientras no igualemos su poder en el campo de batalla».
Para Kallas, esa presión pasa también por el asilamiento político. «Debemos estar todos unidos», ha dicho la alta representante para la política exterior y de seguridad de la UE. Pero esa unidad se ha visto fragmentada por la presencia del primer ministro eslovaco, Robert Fico, y el serbio, Aleksandar Vučić, que acudieron a la celebración del Día de la Victoria en Moscú el pasado 9 de mayo. Con ambos se verá Kallas las caras este viernes en Albania.
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