Bruselas pide a los países europeos que se auxilien de manera solidaria ante la posibilidad de un ataque armado

Bruselas intenta mentalizar a los ciudadanos europeos que se abre una nueva era ante sus ojos y que el mundo de ayer ha terminado. Por lo tanto, en el documento que se presentará este miércoles, llamado «Estrategia de preparación», el ejecutivo de la comunidad advierte que el Proyecto de Integración Europea ya no es en esencia un proyecto de paz, sino que debe prepararse para lo peor. Incluyendo la guerra.
Dada la posibilidad de sufrir un ataque de guerra, Bruselas insta a los países europeos a responder en una solidaridad y poner sus recursos militares en el caso de una fuerte crisis ya que «la preparación y la resiliencia de Europa contra la violencia armada podría probarse en el futuro» insiste en el texto que no descarta que este tipo de agresiones «afecte a uno o más estados» y reconocen sin ambigüedad en la «deterioración de las perspectivas de seguridad» «.
En ausencia de un ejército europeo y un mando único, la Unión Europea propone mejorar la coordinación entre la esfera civil y militar y cree que las maniobras periódicas y los ejercicios en Europa son necesarios para verificar con precisión que algunos países son capaces de salir al rescate de otros antes de un ataque militar o una amenaza relacionada con un ataque cibernético o un cambio climático.
La Comisión Europea quiere que este espíritu de alerta se extienda a toda la sociedad y que los ciudadanos europeos reciban capacitación específica continuamente para responder a posibles peligros. Las familias, empresas e individuos e instituciones deben estar preparadas permanentemente para lo que viene. La Comisión Europea no descarta incluso declarar un día de preparación europea para este tipo de amenazas.
Esta nueva mentalidad incluye la implementación de un kit de emergencia durante las primeras 72 horas después del comienzo de la crisis. Los hogares europeos deben almacenar lo indispensable para tratar la subsistencia sin ayuda externa y esto debería incluir alimentos, agua, baterías y medicamentos, entre otros productos. Se trata de tener la capacidad de responder si se interrumpen los servicios básicos, incluida la electricidad.
Bruselas no solo pide a los ciudadanos que reaccionen a un cambio de tiempo, sino que también critican la capacidad de las autoridades. El ejecutivo comunitario reconoce que los programas disponibles hasta ahora no tienen suficiente capacidad para anticipar y que carecen de «evaluación integrada de riesgos, amenazas y sus efectos en cascada».
A pesar del carácter de urgencia del texto, la verdad es que en los últimos meses los servicios secretos de varios países europeos, incluidos Alemania y Dinamarca, habían advertido la posibilidad de un ataque de tierras europeo en un período entre cinco y diez años. La semana pasada, el presidente de la Comisión Europea, Úrsula von Leyen, estableció el año 2030 como el objetivo de los países europeos para poder defenderse contra las amenazas externas.
Esta comunidad del ejecutivo de la comunidad se ha basado en el informe preparado por el ex presidente finlandés Sauli Niinistö, quien precisamente pidió a los ciudadanos que se involucraran en su propia defensa.
Además, el texto también advierte sobre la necesidad de estar preparado no solo para un ataque armado convencional sino también a las amenazas híbridas calificadas de SO, como los ataques cibernéticos a la infraestructura esencial y los sabotajes a los cables submarinos a cargo del transporte de datos, tuberías gases y tuberías.
Aunque la necesidad de rearmar europeo parece haber dejado la lucha contra el cambio climático en el fondo, Bruselas también menciona la necesidad de estar alerta a episodios como incendios, inundaciones o sequías que también pueden afectar otras partes del mundo y poner en peligro las cadenas de suministro europeas.
En línea con lo que se ha aprendido durante la pandemia, Bruselas también quiere coordinar entre las reservas estratégicas de medicamentos, materias primas y alimentos de los países europeos. Una estrategia que también se incluye dentro del regreso a un cierto proteccionismo y la necesidad de prevalecer lo hecho en Europa en bienes estratégicos.
La Comisión Europea presentó su Libro de Defensa White la semana pasada que incluye un plan REARME para 800,000 millones de euros. La mayor parte del esfuerzo debe ser nacional a través de los presupuestos de cada país. Además, Bruselas ha propuesto un instrumento bautizado como seguro que busca financiar inversiones juntas a través de préstamos por valor de 150,000 millones de euros, pero hay algunos países como España y Francia que luchan por el plan para incluir subvenciones perdidas que no afectan el endeudamiento de los países europeos.
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