La posible fusión de BBVA y Banco Sabadell ha entrado en una nueva etapa tras el anuncio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la opa hostil que El banco bilbaíno se lanzó al catalán el pasado mes de mayo para ganar el control.

En este escenario, la CECU llama a las autoridades competentes, incluida la CNMC, a «desvelarse» sobre las consecuencias para los clientes.

Miguel Crespo, abogado de la federación de consumidores, recordó con «lamento» antiguas operaciones de concentración bancaria, señalando que «presentan un grave riesgo de empeoramiento de las condiciones comerciales de la clientela, que puede ver cómo las condiciones de sus depósitos o préstamos se modifican a peor, al haber menos competencia.

Crespo también ha advertido que la fusión podría provocar la «desaparición de oficinasespecialmente en las zonas rurales. Ha subrayado que perjudicaría «especialmente a los más afectados por la brecha digital y que aún necesitan acudir personalmente a la oficina para realizar sus operaciones diarias de retiro de dinero o pago de facturas”.

Por ambos motivos, la asociación pide a las autoridades competentes que evalúen la oferta para que «los riesgos mencionados no se materialicen» para los consumidores.