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¡como un cohete para el récord en el puerto más famoso!

¡como un cohete para el récord en el puerto más famoso!
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  • Publisheddiciembre 20, 2025



Hay rutas que no necesitan horario. El invierno ciclista comienza cuando alguien decide superar los límites. Collar de precio. Y casi siempre llamamos a alguien Tadej Pogačar.

El esloveno ha vuelto a poner su firma en la ascensión más vista de la Costa Blanca, la que hace de termómetro oficioso cuando no hay números ni banderas. Lo hizo a lo grande, rebajando su propio récord: 6,4 kilómetros al 5,5% en 11h57, más de 32 por hora de media. Un hecho que no necesita contexto porque lo explica todo.

Las tarifas ya no son sólo un puerto. Es un rito. En diciembre de 2024, Pogacar ya había roto el crono; Un año después, la historia se repite y empieza a parecerse a una tradición. Primero bajó de las 12:30, luego de las 12:20 y ahora, directamente, se ha roto la pared de los 12 minutos. En invierno. En entrenamiento. En una ruta a la que muchos aficionados suben los fines de semana para competir, aunque sea de lejos, con los mejores del mundo.

El disco llegó en un viaje largo, de esos que dejan residuos. Doscientos veinte kilómetros por la Costa Blanca con varios compañeros de Emiratos Árabes. Politt, Sivakov, Vermaerke… un ritmo marcado, trabajo colectivo y la sensación de que, incluso en diciembre, todo gira en torno a una idea muy clara: afinar al líder. El disco no es una explosión solitaria, sino una pieza más de un engranaje perfectamente engrasado.

A falta de carreras, el ciclismo moderno recurre a los archivos. Segmentos. Comparaciones. Cada subida publicada en Strava está diseccionada como si fuera una etapa del Tour. Y cuando aparece Pogacar, cualquier número se convierte en una referencia inmediata. No hay vatios públicos, no los necesitamos. El tiempo habla solo.

Un entrenamiento con migas

No es el único que disputa este pequeño duelo invernal. Sam Gaze dejó su huella en Tabernas, Pidcock hizo lo mismo en Sa Calobra. Pero Pogacar va aún más allá. Porque no se trata sólo de cuánto, sino de cuándo. Porque vuelve al mismo lugar cada invierno para recordar que su motor nunca se apaga.

El registro coincide también con lo dicho por el propio Pogacar durante la jornada de prensa del equipo en Benidorm. Un 2026 con los clásicos y los Monumentos como eje. Strade Bianche, San Remo, Flandes, Roubaix, Lieja. Antes de pensar en viajes largos, el esloveno afila los dientes por caminos conocidos, lejos del ruido, mientras los demás miran de reojo.

Coll de Rates vuelve a hablar. Y el mensaje es siempre el mismo, aunque cada año suena un poco más fuerte: el invierno ya tiene dueño. Y Pogacar, una vez más, lleva ventaja incluso cuando la temporada aún no ha comenzado.



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