CRIMEN MENDIGO PIEDRAS BLANCAS | Un cadáver con golpes bajo un puente: la terrible muerte del sintecho querido en Castrillón al que los vecinos daban bocadillos y décimos
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de Avilés investigan desde este jueves el hallazgo del cadáver de un hombre de origen castrillonense, cuyas siglas corresponden a I. H. y sin domicilio conocido, que presentaba golpes en la cabeza, según ha podido saber este diario.
El cuerpo fue localizado entre maleza cerca de la gasolinera de Los Canapés, bajo un puente, en el camino hacia Villalegre. La voz de alarma saltó alrededor de las doce de la mañana, cuando el hedor provocado por el cadáver levantó las primeras suspicacias. Varios efectivos de la Policía Nacional se desplazaron al lugar de los hechos, acordonando la zona. Primero realizaron el levantamiento del cadáver para, luego, con el paso de las horas, proceder a realizar labores de búsqueda de la posible arma homicida. Por el momento se desconocen las causas exactas del fallecimiento y el cadáver ha sido traslado al Instituto de Medicina Legal, en Oviedo, a la espera de que se le practique la correspondiente autopsia.
I. H., que ya rozaba los 70 años, era una persona muy querida en Castrillón, de donde era procedente. Allí residen su hermano y sus sobrinos. Conocido por ser un habitual en las calles de Piedras Blancas y Salinas, solía dormir cerca de las viviendas sociales de la capital castrillonenses y nunca quiso tener su propia vivienda. Desde los Servicios Sociales trataban de trabajar con él para encauzar sus condiciones de vida, aunque sin resultado. Durante años se paseó por el concejo junto a un carro y un burro, algo que había abandonado durante los últimos tiempos, y tenía algo que le caracterizaba: siempre iba tallando un palo junto a una pequeña navaja.
“No era una persona ni conflictiva ni que se metía en problemas. Nunca he escuchado nada malo sobre él”, comentan los que mejor conocían al fallecido. Según explican, I. H. tenía una rutina común, deambulaba por las calles de Piedras Blancas y solía pedir dinero para poder tomarse un café o comprar un tabaco, hábito que había abandonado con el paso de los años. Muchos vecinos de Piedras Blancas le tenían un cariño especial e incluso bajaban de sus pisos para acercarle bocadillos y décimos de lotería. “Para los que somos de toda la vida de aquí era uno más. Estaba muy integrado, tenía muy buen rollo hasta con los más jóvenes”, insisten.
La noticia de su fallecimiento ha conmocionado al pueblo. Hacía días que ya no pisaba Piedras Blancas. I. H. había recibido una notificación de expulsión del sitio donde se asentaba y, tras recalar durante días en los bajos de un edificio, las protestas de los vecinos hicieron que se tuviese que volver a desplazar. En los últimos días había sido visto por Avilés, sobre todo en un supermercado cercano al lugar donde apareció su cuerpo.
El estupor entre los viandantes fue una constante durante la tarde. Muchos de ellos se acercaban, curiosos, a la zona acordonada. Incluso alguno de los sintecho se interesó por lo ocurrido, hablando con los agentes de la Policía Nacional para conocer qué había pasado en el lugar donde suelen pasar la noche. Alguno no se creía lo que había pasado, ya que, según explicaban, habían pasado por la zona por la mañana y no se habían enterado de nada.
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Hace algo más de un año, en febrero de 2023, ya había aparecido un cadáver en una zona cercana a donde ha aparecido el cuerpo de I. H. En aquella ocasión la fallecida fue María del Carmen Sánchez, de 72 años, que llevaba desaparecida desde finales de octubre. Los objetos personales que portaba ayudaron a su identificación. Un vecino de Avilés que curioseaba en la antigua cantera abandonada –hoy en día pasto de la maleza– fue quien dio el aviso a la Policía Nacional del hallazgo de unos restos humanos que estaban en avanzado estado de descomposición, según precisaron fuentes de la investigación.
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