daña toda la exportación del metal asturiano a Estados Unidos
El arancel del 25% al acero entrará en vigor el 12 de marzo y afectará también a todo tipo de productos metálicos fabricados con él, según ha concretado Donald Trump. Por lo tanto, la medida no solo afecta a las exportaciones de la siderurgia asturiana –ArcelorMittal vende poco a Estados Unidos desde las plantas de Avilés y Gijón–, también afecta a las del potente sector del metal del Principado.
Según datos de la patronal Femetal, el 4% de las exportaciones del sector metal de Asturias van a EE UU, los que se traduce en 159 millones de euros anuales. La mayor parte son estructuras metálicas para sectores como el de las energías renovables.
La Comisión Europea afirmó ayer que estudia contramedidas en respuesta a la decisión de EE UU. «Los aranceles injustificados a la UE no quedarán sin respuesta», dijo la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, para añadir: «Desencadenarán contramedidas firmes y proporcionadas». Ni la propia Von der Leyen ni su comisario de Comercio, el eslovaco Maroš Šefčovič, dieron más detalles sobre qué acciones estudia el ejecutivo comunitario. «Estamos analizando el alcance de las medias anunciadas (por Donald Trump) y responderemos de manera firme y proporcionada», dijo Šefčovič.
El comisario insistió en que la UE actuará «para salvaguardar nuestros intereses económicos, proteger a nuestros trabajadores, nuestros negocios y a los consumidores». Sin embargo, añadió que este «no es nuestro escenario preferido» y abrió la puerta a una negociación «para encontrar soluciones mutuamente beneficiosas» donde sea posible.
La Comisión lleva semanas diciendo que estaba preparada para cualquier escenario. Sin embargo, los temidos aranceles han llegado y, de momento, Bruselas no ha respondido. «El momento exacto en el que nos pronunciemos sobre posibles medidas forma parte de la estrategia», explicó ayer la portavoz comunitaria Paula Pinho.
El Ejecutivo de la UE ha alegado además que, aunque Trump ha firmado ya la orden de los aranceles, los detalles no se conocen aún y que hasta que no sean notificados no se puede dar una respuesta. Cualquiera que sea esa respuesta de la Unión, deberá salir de la Comisión, pero también contar con el respaldo de los veintisiete países miembros. Pedro Sánchez anticipó ayer el apoyo español: «Quiero decirlo alto y claro: una guerra comercial no beneficiaría a nadie, pero si otros la inician, el Gobierno de España va a apoyar a la Unión Europea», señaló el líder socialista. Y enfatizó: «Los intereses europeos son los de los españoles, de los trabajadores, de las trabajadoras, de la industria española y también de las empresas españolas».
En la actualidad, Canadá, Brasil, México, Japón o Corea del Sur son los principales exportadores de acero a Estados Unidos, pero también Alemania e Italia.
China no está entre los principales exportadores de acero, pero es el mayor productor mundial y los expertos anticipan que los aranceles de Trump afectarán a los productos que el país asiático vende al norteamericano mediante terceros. China sí exporta estos materiales a países como Canadá o México que, a su vez, los venden a Estados Unidos. Los aranceles podrían interrumpir esa cadena de suministro y desviar acero barato chino hacia Europa, lo que agudizaría la situación de la siderurgia de la UE.
En 2018, durante su primer mandato como presidente de Estados Unidos, Donald Trump también puso las importaciones de acero y aluminio de la UE en el punto de mira.
Como ahora, Bruselas respondió alegando que las medidas no estaban justificadas, llevó a Washington ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) y respondió también imponiendo aranceles a una serie de productos estadounidenses. En 2021, ya con Joe Biden en la Casa Blanca, la UE y Estados Unidos llegaron a un acuerdo para suspender parcialmente los aranceles.
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