A pesar de las ligeras caídas de precios, el aceite de oliva Sigue siendo un producto caro que se presta a prácticas alimentarias fraudulentas. De hecho, en 2022, la Unión Europea estimó que este fraude del aceite de oliva tuvo un impacto económico de hasta 2 mil millones de euros sólo en Europa, lo que convierte al aceite de oliva en uno de los productos más adulterados junto con la miel y el vino.

La situación ha llevado al límite al productor mundial de aceite de oliva virgen extra, Dcoop. Su presidente, Antonio Luque, denunció este miércoles que hay Fraude del aceite de oliva en Españapor lo que ha reclamado a las Administraciones, ya sean nacionales o autonómicas, que lo investiguen, ya que se trata de un producto donde España es líder en producción.

«Hemos estado en silencio durante 40 años, pero no lo vamos a permitir más. La Administración tiene que hacer algo porque hasta ahora no esta siendo controlado«Aseguró Luque en un encuentro con medios de comunicación, donde lamentó que se esté dejando de lado la calidad del aceite, por lo que exige más controles para monitorear y evitar mezclas que los adulteren.

Tipos de fraude en el aceite de oliva

Los fraudes más comunes son los siguientes: etiquetado falso (ya sea porque falsean su composición o su lugar de origen), uso de aceites viejos o no apto para el consumo y, lo más común, adulteración del productoque es a lo que se ha referido Luque.

En concreto, este supuesto fraude consistiría en vender como aceite de oliva un producto que contiene mezclas de otros aceites como el orujo o el girasol para abaratar el precio. En ocasiones, incluso se añade clorofila para simular el color del aceite de oliva virgen extra.

«No tenemos pruebas para llevarlo a los tribunales, pero sí tenemos pruebas muy sólidas y nos falta una Administración, tanto nacional como autonómica, que quiera frenarlo y quiera poner fin a esto», ha subrayado, reclamando que La Fiscalía vino a investigarlo.

La clave: la trazabilidad

«La Administración tiene que tomar una decisión para el trazabilidad del aceite y controlar el procedimiento, porque no se controla todo el proceso, y si se hace, algo anda mal», criticó.

El presidente de la cooperativa recordó que «el gran fraude del aceite de oliva se inventó en Italia». «Este tema ya está controlado allí, gracias a la trazabilidad, pero se ha trasladado aquí», explicó.

En la misma línea se ha mostrado el director general de Dcoop, Rafael Sánchez, que considera que es «el momento de acabar» con esto y «Limpiar la imagen de este producto. y ejercer el liderazgo que España merece» en el sector del aceite de oliva.