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desafío para familias jóvenes y bancos

desafío para familias jóvenes y bancos
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  • Publishedenero 14, 2025




En 2008 el ratio de morosidad del sistema financiero español se situó en el 3,4%la misma cifra en la que nos encontramos hoy, después de 15 años en los que la morosidad aumentó hasta alcanzar su máximo histórico en 2013 con un 13,6%, que en términos de volumen alcanzó más de 260.000 millones de euros.

A partir de entonces, la cifra empezó a descender progresivamente, en un difícil periodo de ajuste para el conjunto de la sociedad que nos ha llevado a la etapa de estabilidad en la que nos encontramos: la morosidad apenas ha variado en los últimos 7 años a pesar del impacto de Covid sobre la economía española.

¿Cómo hemos logrado mantener la estabilidad?

Tras el parón económico derivado de la pandemia, se esperaba un repunte de la morosidad de la deuda ante unas perspectivas económicas muy complejas, pero el aumento de la tasa de ahorro de los hogares durante la Covid, que se ha mantenido en el tiempo gracias a la rápida recuperación de la economía española mercado de trabajo, Medidas de ayudas estatales con ERTE y préstamos ICO a la cabeza y la aplicación de criterios más restrictivos en la concesión de crédito por parte de las entidades financieras nos han permitido mantener bajo control los impagos.

¿De qué depende el saldo actual?

Sin embargo, el saldo actual puede verse afectado por dos factores: el hueco generacional económico que se está generando en nuestro país y la posible relajación de las entidades financieras en la concesión de crédito ante los menores tipos de interés.

Según el Encuesta financiera familiar Realizado por el Banco de España, en los últimos 20 años la renta mediana ha disminuido en todos los grupos de edad menores de 65 años, con especial impacto en los menores de 35 años, a lo que se suman indicadores relevantes de precariedad laboral. A los cambios se suma la dificultad no sólo de tener acceso a vivienda en propiedad, sino de poder mantener un porcentaje razonable de la renta dedicada al alquiler (en España se estima que supera el 40% de la renta del hogar, diez puntos por encima de los estándares económicos recomendados) en los hábitos de una sociedad con mayor propensión al consumo, lo que está provocando un aumento de la demanda de préstamos a partir de 2023.

Por otra parte, como señala Encuesta de préstamos bancarios También elaborado por el Banco de España, durante los dos últimos años se ha producido una relajación tanto en los criterios de concesión de préstamos como en sus condiciones, coincidiendo con la caída sostenida de los tipos de interés.

Un papel activo por parte del banco

En este contexto, cualquier variación en el mercado laboral puede generar un impacto relevante, especialmente en la población menor de 35 años, que si bien no es el segmento más relevante en términos de volumen de endeudamiento, presenta una vulnerabilidad cuya mitigación no es sólo responsabilidad de las administraciones públicas, pero también de las entidades financieras que deben seguir aplicando las lecciones aprendidas en las últimas crisis.

Entre estos aprendizajes destacamos la necesidad de ofrecer préstamos responsables, flexibles y personalizados que alivien la presión financiera de las familias más jóvenes y continuar en el camino de la inversión en programas de educación financiera, ya sea a través de la innovación en las apps de cada entidad o la cercanía de las oficinas. , para ofrecer a las familias las herramientas necesarias para afrontar la incertidumbre económica con confianza y responsabilidad en el desafío de mantener la deuda bajo control.

*** Gonzalo Ortega, Eje Corporativo parte de Accenture.



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