MADRID 20 de noviembre (EUROPA PRESS) –

Este miércoles, Estados Unidos volvió a utilizar su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para tumbar una resolución que pedía un alto el fuego «inmediato» e «incondicional» en la Franja de Gaza, alegando que el llamamiento no estaba directamente vinculado con la liberación de los rehenes que siguen secuestrados.

El texto, impulsado por los miembros no permanentes del Consejo, ha recibido el voto a favor de 14 de los 15 países que integran el principal órgano ejecutivo de la ONU. El ‘no’ de Estados Unidos fue suficiente para que no avanzara, como ya había ocurrido en tres ocasiones anteriores.

El representante estadounidense, Robert Wood, ha asegurado que su país lleva semanas trabajando «de buena fe» para evitar recurrir al veto, pero ha explicado que «no puede apoyar un alto el fuego incondicional que no permita la liberación de los rehenes». «

«Son dos objetivos indisolublemente ligados», añadió, durante un discurso en el que sugirió que algunos países incluso «deseaban» que Estados Unidos vetara el texto en lugar de negociar un «producto de consenso».

Considera que el texto «envía un mensaje peligroso a Hamás», que podría entender que «no necesita volver a la mesa de negociaciones» y vería triunfar «su cínica estrategia». Wood ha echado en falta una condena clara del «terrorismo» de la milicia palestina, responsable de los atentados del 7 de octubre de 2023 y que, por tanto, «instigó» el conflicto actual.

Sin embargo, el representante estadounidense recordó que Israel también tiene la «responsabilidad» de facilitar la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza. «Durante el año pasado, Estados Unidos ha hecho más que cualquier otro país para lograr pasos tangibles para mejorar las condiciones humanitarias», argumentó.