el ‘Día del plan anticorrupción’ en el que España vive atrapada desde hace décadas
En política, hay fórmulas que se repiten. Pero Pedro Sánchez ya es el paranormal: Cada vez que explota una crisis que lo salpica, No importa si es político o personal, El presidente saca su comodín favorito: Un nuevo plan con nombre ambicioso y promesas de cambio. Su forma de apagar los fuegos, ganar tiempo y anotar la agenda. Y sí, ya hemos visto esta película. Muchas veces. Pero más que una película, esto comienza a parecerse a Marmota.
¿Te suena? El presidente encierra, Reflejar unos díasy reaparece con una apariencia solemne para anunciar medidas «contundentes». No importa el tema: el formato nunca cambia.
Sucedió cuando explotó el caso de Begoña Gómez. Cinco días de silencio y, al sexto, El plan de acción para la democraciaque propuso, entre otras cosas, controlar los medios de comunicación. En 2024, con CanariasAbrumado por la crisis migratoria y las autonomías que miran hacia otro lado, la respuesta fue otro plan: El Plan Nacional de Integración y Coexistencia Intercultural.
Y entonces, agregue y continúe. Planifique responder a la guerra. Planifique relanzar la industria de defensa. Plan comercial. Plan tecnológico Plan anti -corrupción. Cada problema, un plan. Cada crítica, una ‘agenda del país’. Cada sombra, una conferencia de prensa. Siempre hay un plan.
Lo preocupante no es que haya planes. Lo preocupante es que todos suenan lo mismo. Y Esta secuencia no es nueva. Hemos quedado atrapados en este bucle durante 30 años.
Porque si vamos a 1994, a las nueve de la mañanaEn el Congreso de Diputados, El presidente es Felipe González. La corrupción lo rodea. ¿Qué estás haciendo? Parece, dice que ha actuado de manera rápida y con fuerza, y anuncia un paquete de medidas: más controles, sanciones más duras, grupos especializados. El país respira hasta que explota el próximo escándalo.
Avanzamos un 2014. mismo sitio, al mismo tiempo. Esta vez el presidente es Mariano Rajoy. También acosado por casos de corrupción. Aparece. Él dice que ha actuado rápidamente y la fuerza. Otro paquete anuncia: transparencia, control de fiestas, control de donación. Nada que no suene familiar.
Y hoy, Julio de 2025, el bucle se repite. Pedro Sánchez va al Congreso, La corrupción está nuevamente en el centro del tableroy nuevamente: anuncio de medidas, promesas de regeneración, Compromiso con la democracia. El discurso cambia de acento, pero no en el fondo.
Estamos atrapados. Como Bill Murray en ‘Marmota Day’Revivir el mismo día una y otra vez, esperando que algo cambie, incluso si todo sigue siendo el mismo. Solo en esta versión, los protagonistas son presidentes, los problemas se llaman corrupción y los planes, en lugar de soluciones, parecen parches.
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