El encarecimiento de los metales preciosos pone contra las cuerdas el sector de la joyería
La joyería se ha visto sacudida en 2025 por la subida del precio de materias primas como el oro y ha provocado que los consumidores contengan su gasto en joyas fabricadas con ese material en busca de adornos más accesibles, lo que anticipa un descenso de la facturación del sector. Según el Observatorio del Sector DBK de Informa, las ventas minoristas de joyas y relojes ascendieron a unos 2.100 millones de euros a finales de 2024, un 10,5% más que en 2023.
En declaraciones a Efe, la presidenta de la Asociación Española de Joyería y Relojería, Cristina Yanes, y el secretario general del Gremio de Joyeros de Madrid, Armando Rodríguez, se enfrentan a la revalorización del oro superior al 60% en lo que va de año, un periodo en el que la plata ha duplicado su valor. Aunque todavía no tiene cifras de este año, la presidenta de la Asociación Española de Joyería y Relojería sí dice que la subida de los precios de las joyas ha afectado a las ventas de las joyerías, con mayor impacto en las piezas de menor valor.
Sin embargo, el presidente de una asociación que agrupa a más de 3.800 empresas de la industria, la artesanía y el comercio destaca que las joyerías no están viendo afectados sus márgenes y, en ocasiones, tampoco sus beneficios. Aun así, sí advierten que el cliente busca otras opciones en metales nobles más asequibles, como la plata, lo que reduce la venta de joyas de oro, mientras intentan optimizar las fundiciones de oro y plata en bienes obsoletos.
Yanes señala que la mayoría de joyeros han reducido el modelado (es decir, la creación de modelos) y se están centrando más en la línea principal de productos para ajustar la producción y no encarecer sus productos.
Consultado sobre la frecuencia con la que se actualizan los precios de venta (dadas las constantes fluctuaciones en el precio de los metales), Yanes señala que las piezas especiales se revisan anualmente independientemente de que haya aumentos continuos, aunque Rodríguez comenta que cada tienda tiene su propia política. «Hay quienes actualizan frecuentemente en función de la volatilidad de los precios y otros lo hacen durante un periodo de tiempo más largo y prefieren no actualizar para mantener la accesibilidad del cliente», reconoce Rodríguez.
El oro como refugio seguro
En cualquier caso, ambos artesanos coinciden en que lo que queda de este incremento es la imagen del oro como valor refugio. “No aporta más ventajas que la propia imagen del oro como valor refugio y como exclusividad de las joyas elaboradas en oro”, afirma Yanes. Rodríguez, por su parte, también enfatiza este enfoque, ya que el cliente es más consciente de que una joya «no sólo mantiene el valor que ningún otro producto mantiene, sino que se revaloriza cuando surgen situaciones de incertidumbre política y económica, como está sucediendo».
Por eso, el descenso de la facturación es mayor en piezas de menor valor: “Es más difícil que un consumidor con menos recursos acceda a ese producto”.
Sin embargo, Yanes señala que hay que diferenciar el oro de inversión y el oro de uso industrial, «dos productos diferentes», ya que el segundo «está destinado a joyería, y la joyería es moda, un complemento».
«A la hora de adquirir un traje, no pensamos sólo en el tejido, sino en el acabado. La joyería sigue siendo un complemento de moda y un artículo de valor social, familiar y personal, que lleva implícito un valor sentimental incomparable a otros productos».
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