El Gobierno busca acelerar al máximo la entrada de Sidenor en Talgo tras la caída del ‘escudo antiopas’
El Gobierno aspira a conseguir una solución rápida a la reorganización accionarial de Talgo, en busca de dar estabilidad y blindar el futuro industrial de la compañía. El Ejecutivo reafirma su intención de tutelar cualquier operación y mantiene su apoyo a la entrada del grupo vasco Sidenor como nuevo nuevo accionista de referencia del fabricante de trenes, por delante de otros movimiento alternativos que van tomando forma y que anticipan posibles ofertas de compra competidoras por Talgo del grupo polaco Pesa y de la corporación india Jupitar Wagons.
Moncloa mantiene como principales objetivos preservar la españolidad de Talgo y garantizar su futuro industrial, dado que uno de los grandes problemas que arrastra la compañía es la falta de capacidad de producción suficiente para atender la gran carga de pedidos de trenes que acumula y poder seguir sumando nuevos contratos.
El Gobierno se moviliza para acabar con el culebrón por el control de Talgo “lo más rápido posible” tras la caída del ‘escudo antiopas’, la regulación aprobada en lo peor de la pandemia de covid y que le permitía vetar operaciones de compra lanzadas por empresas extranjeras sobre compañías españolas de sectores estratégicos. De hecho, el Ejecutivo llegó a utilizar directamente el año pasado esta potestad de bloqueo para proteger Talgo y el Consejo de Ministros tumbó la opa lanzada sobre fabricante por el grupo húngaro Magyar Vagon por sus vinculaciones con Rusia.
La no convalidación en el Congreso de los Diputados del ‘decreto ómnibus’, por el voto en contra de la pinza PP, Junts y Vox, ha dado al traste con decenas de medidas impulsadas por el Gobierno, entre las que se encontraba la prórroga del ‘escudo antiopas’ durante dos años, hasta finales 2026. Ahora el Gobierno se encuentra sin herramientas legales para vetar directamente eventuales operaciones hostiles o no deseadas sobre Talgo. “El decreto habilitaba medidas como el ‘escudo antiopas’, que nos protegía en operaciones como la de Talgo”, llegó a decir este viernes el ministro de Transportes, Óscar Puentes, en declaraciones a varios medios. “Había un montón de medidas que era necesario sacar adelante, como el ‘escudo antiopas”, insistió.
El fabricante ferroviario polaco Pesa, controlado por el fondo estatal Polish Development Fund (PDF), y el grupo indio Jupiter Wagons han empezado a contratar a asesores financieros y a banca de inversión para armar sendas ofertas de compra sobre Talgo. Unos movimientos que dificultan aún más la posibilidad de una solución rápida -el principal accionista de Talgo, el fondo Trilantic, preferirá esperar a conocer esas ofertas en ciernes- y entorpece las posibilidades de éxito de la vía Sidenor -dado que previsiblemente las nuevas ofertas serán a precios superiores a la presentada por el grupo vasco-.
Cuestión de precio
Sidenor presentó una oferta al principal accionista de Talgo, el consorcio Pegaso Transportation (integrado por el fondo británico Trilantic, la familia Oriol y Juan Abelló) para la adquisición de una participación del 29,9%. La oferta de Sidenor se sitúa, según fuentes del mercado, en el entorno de los 4 euros por acción, lo que implicaría un desembolso de 148 millones por el 29,9%, y lo que le permitiría sortear el tope legal del 30% que la legislación establece para que sea obligatorio presentar una opa por el 100% de las acciones.
Sin embargo, la aspiración de Trilantic (que ha disuelto el pacto societario con los Oriol y Abelló y ya puede vender su paquete directo del 30% por separado) es que el precio de la operación se acerque a los 5 euros por título, igualando así el que tenía la opa presentada por el grupo húngaro Magyar Vagon hace unos meses, y que finalmente fue vetada por el Gobierno español. La opa de Magyar por el 100% de las acciones de Talgo suponía valorar la compañía en 620 millones de euros.
El Gobierno defiende abiertamente que el nuevo socio de referencia de Talgo sea Sidenor, aunque también ha metido presión para que la siderúrgica vasca suba el precio de su oferta para facilitar un acuerdo con los actuales accionistas. La opción de Sidenor no sólo cuenta con el respaldo del Ejecutivo central, también del Gobierno vasco. Y ambas Administraciones se muestran dispuestas a allanar la entrada de la siderúrgica comandada por Jose Antonio Jainaga en el capital de Talgo para mantener el poder de decisión del fabricante ferroviario en España y garantizar que la capacidad industrial de la compañía también está asentada en el país.
Para allanar la operación, en la transacción podrían participar directamente entrando también como accionistas tanto el Gobierno central -a través del holding estatal SEPI- como el Ejecutivo vasco, también se podrían otros socios industriales o financieros. Criteria, el brazo inversor de la Fundación la Caixa, figura como candidato idóneo para respaldar una operación de este tipo, pero desde el grupo comandado por Isidro Fainé se insiste en que no ha mantenido ningún contacto al respecto.
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