El problema de productividad de la economía española se concentra en un 40% de las empresas
Pese a la mejora de los dos últimos años, la economía española sigue sufriendo desde hace décadas «un problema grave» de productividad, sin lograr converger con los niveles de eficiencia que sí presentan Países Bajos, Alemania, Suecia, Francia o Finlandia. Así lo certifican la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) en su ‘Segundo informe del Observatorio de Productividad y Competitividad en España’, publicado este martes.
El informe hace notar que, mientras que hay un grupo de empresas punteras, con niveles de productividad superiores incluso a la media europea, existe un 40% de de ellas que, en el otro extremo, lastran los datos del conjunto de la economía. «Si estas empresas consiguieran elevar su eficiencia productiva hasta el valor mediano de su sector, la productividad agregada en la economía española crecería un 4,9%, que es un porcentaje muy relevante», subraya Juan Fernández de Guevara Radoselovics, investigador del Ivie y profesor de la Universitat de València, que ha dirigido la elaboración del informe.
Dos velocidades
La productividad mide la eficiencia con la que las empresas utilizan el trabajo y el capital acumulado —maquinaria, equipos, activos inmobiliarios, infraestructuras— para generar valor añadido. «Es preciso reconocer que una parte de la economía no progresa adecuadamente mientras otra sí lo hace», señala el informe, apuntando a la existencia de una doble velocidad entre sectores y dentro de cada uno de ellos.
De los 23 sectores que analiza el estudio, en 11 la productividad decrece entre 2013 y 2023, pero en los otros 12 sus variaciones son positivas. Mientras que la productividad total de los factores (PTF) en las industrias extractivas contribuye positivamente al crecimiento del valor añadido bruto (VAB) sectorial (8,03%), en el caso de la rama de suministro de energía eléctrica, que en estos años ha sufrido un shock asociado a la guerra de Ucrania, con oscilaciones importantes en sus precios y con medidas de apoyo y soporte, la productividad tiene un efecto negativo del -7,97% sobre el VAB del sector. En particular, los datos de los últimos años (2020-2023) son más positivos, predominando las contribuciones positivas en una mayoría de sectores (16 de 23).
De los cinco sectores con mayor peso en el PIB, tres registran una contribución positiva a la productividad total de los factores (PTF) y empujan con fuerza el agregado (comercio y reparación, actividades profesionales y científicas, y administración pública), mientras que en los otros dos son negativas y frenan la productividad global (actividades inmobiliarias y sanidad y servicios sociales). Más recientemente, en el periodo 2020-2023, el sector de la hostelería ha logrado situase como el tercer sector cuya productividad ha contribuido más al crecimiento del PIB español, por detrás de industrias extractivas y de suministro de agua, y por delante del de transporte.
Empresas líderes y empresas ‘zombies’
Además, de las 400.000 empresas analizadas, hay un grupo de compañías punteras -sobre todo en el sector servicios-, mientras que el 40% con menor productividad lastra los datos globales. En particular, el informe identifica que, entre el 10% de las empresas menos productivas, alrededor de 4.000 de ellas (con unos 90.000 trabajadores) son ‘zombies’, es decir, que permanecen vivas a pesar de ser económicamente inviables. Los autores consideran que «sería beneficioso para la economía española que salieran del mercado» esas empresas ‘zombies’ y para ello se apela a una mayor eficacia de la ley de segunda oportunidad y a facilitar los acuerdos de reestructuración de deuda.
Junto a las empresas rezagadas que tienen una salud financiera más delicada, existen también otras compañías nuevas cuya productividad es baja debido a su juventud. «Estas empresas necesitan apoyo financiero, eliminación de barreras al crecimiento y menores trabas administrativas para acelerar esa transición y contribuir también a reforzar los niveles generales de productividad», apunta el informe.
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Ampliar el número de empresas exportadoras regulares, la mejora de la formación de estudiantes y trabajadores, avanzar en la digitalización, la colaboración con empresas líderes y la atracción de inversión extranjera son otras de las palancas que recomienda el informe para impulsar la productividad y la competitividad en la economía española.
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