¿en qué zonas bajaría o subiría?
Numerosos estudios han proyectado en los últimos años el impacto que puede tener el cambio climático en el turismo. Y la inmensa mayoría coinciden en un veredicto: un acusado aumento de las temperaturas provocará que muchos visitantes opten por zonas actualmente más ‘frescas’ y que los tradicionales destinos de ‘sol y playa’ se resientan de forma apreciable y ya no les sea tan fácil colgar el cartel de ‘completo’. Dos mapas que reproducimos a continuación avalan esa teoría:
El informe más destacado, por la fiabilidad de su autoría, lo publicó la Comisión Europea en 2023, y entre sus conclusiones advierte: «Encontramos un claro patrón sur-norte en los cambios de la demanda turística, donde las regiones del norte se benefician del cambio climático y las del sur se enfrentan a reducciones significativas. Ese patrón es más agudo en escenarios de calentamiento más altos». La tendencia se aprecia en toda Europa, según ese trabajo. Los países del norte del continente, especialmente los escandinavos, verán incrementado el turismo hasta en un 10% como Irlanda o un 8,7% algunas partes de Escocia. El sur de Italia, Grecia, el sur de España y Chipre (-5,3%) registrarán unas caídas de las reservas considerables.
Otro informe, en este caso del BBVA y centrado solo en España, redunda en la misma teoría, y sitúa al arco mediterráneo como el más perjudicado en cuanto a la pérdida de turismo por el incremento de temperaturas. Las islas Baleares se llevan la palma, aunque Tarragona y algunos puntos de la Comunidad Valenciana sufrirán también claramente los efectos de la subida de los termómetros.
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