Enrique Rojas, psiquiatra: "El 90%de las cosas que nos preocupan no se producen"
El problema de la preocupación está en tus propias palabras. Como prefijo, «pre-» indica una prioridad (local o temporal). Es decir, Preocuparse es esencialmente ocuparse de las cosas por adelantado.. Antes de que pase algo. Antes de que tengas que resolver algo. La palabra misma contiene su insignificancia. Y, sin embargo, la preocupación es una de las emociones más comunes entre los humanos.
Nos ataca en todo momento, nos lleva a imaginar escenarios terroríficos que pocas veces suceden y nos atormenta. Enrique Rojas, psiquiatra especialista en bienestar emocional, asegura, sin embargo, que El 90% de estas preocupaciones nunca se hacen realidad. Entonces, ¿cómo podemos romper este ciclo de pensamientos negativos y dejar de preocuparnos por todo? Nosotros te lo contamos.
El origen de los problemas
La mente humana tiene una tendencia inherente a proyectarse hacia el futuro, a menudo anticipar escenarios negativos o problemáticos. Sabemos, sin embargo, que esto no tiene mucho sentido. Como dice Rojas, el 90% de estas preocupaciones nunca se manifiestan de manera real. Desafortunadamente, esto no resuelve el problema.
Esta predisposición a preocuparse, conocida en psicología como sesgo de negatividad, es una herencia evolutiva. En la antigüedad, cuando los peligros físicos eran constantes, la anticipación de situaciones adversas y posibles amenazas ayudaba a nuestros antepasados a sobrevivir. Pero hoy, Este sesgo nos hace anticiparnos a los problemas y entrar en un círculo vicioso de pensamientos negativos.del “y si…”, que no nos beneficia en nada. Ya no hay tantos peligros reales e inmediatos que justifiquen estas preocupaciones.
Este comportamiento se ve reforzado aún más cuando salimos de nuestra zona de confort, cuando nos enfrentamos a situaciones de incertidumbre. Cuando se enfrenta a lo desconocido, la mente intenta llenar los vacíos con posibilidades que automáticamente percibe como amenazas. Esta es una de las razones por las que los cambios o desafíos importantes en la vida a menudo vienen acompañados de una gran carga de ansiedad.
Pero la verdadera pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Hay algo que podamos hacer para dejar de preocuparnos excesivamente? La psicología afirma que El primer paso para solucionar este problema es ser consciente de esta tendencia.. Al identificar estos pensamientos y desafiarlos, podemos aprender a moderar nuestras preocupaciones y mantenernos firmes en el presente.
El poder de lo manejable
El primer paso es tomar conciencia del problema. Pero después del primer paso, siempre hay un segundo. Y cuando surgen preocupaciones, eso significa centrarse en lo que realmente podemos controlar.
Al hacerlo, no sólo limitamos la cantidad de pensamientos innecesarios, sino que también ganamos claridad para actuar eficazmente en lo que depende de nosotros. Enrique Rojas destaca la importancia de evitar pensamientos dispersos, aquellos que giran en torno a lo que no podemos cambiarporque nos distancian del presente y de nuestras capacidades reales para influir en nuestras vidas.
Por ejemplo, no podemos evitar que el precio de la vida siga aumentando. No depende de ti. pero si Puedes concentrarte en aprender a administrar bien tus finanzas y desarrollar hábitos de ahorro. para poder hacer frente a esta amenaza que actualmente afecta a gran parte de la población.
Para poner este enfoque en práctica, puedes probar estas técnicas:
- Identifique lo que puede manejar. Para ello, utilice la técnica del “círculo de control” que le ayudará a clasificar sus preocupaciones en tres grupos. ¿Qué está bajo tu control? En qué puedes influir indirectamente y en qué está completamente fuera de tu control.. Céntrate en el primer grupo, en lo que puedes controlar, dejando de lado lo que está fuera de tu alcance.
- Centrarse en acciones concretas. En lugar de preocuparte por el resultado o los factores externos, concéntrate en lo que puedes hacer directamente. Si tienes una presentación en el trabajo, por ejemplo, En lugar de preocuparte por lo que otros pensarán de tus esfuerzos, concéntrate en dar lo mejor de ti. y seguir adelante con el trabajo.
- Establezca metas pequeñas y alcanzables. Establece objetivos que te permitan tener una sensación de control. Si usted está preocupado por su salud, por ejemplo, priorizar acciones como mejorar tu alimentación, hacer ejercicio varias veces a la semana o mejorar tu rutina de sueñoen lugar de centrarse en resultados inciertos.
- Revisa tus pensamientos. Constante y regularmente, Pregúntate si puedes cambiar lo que te preocupa. Si la respuesta es “no”, haz un esfuerzo consciente por dejar de lado esa preocupación y concentrarte en lo que puedes controlar.
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