España teme más de 40 parones forzosos de fábricas para reducir de urgencia el consumo de luz en 2025
España empezó a aplicar durante la crisis energética un nuevo sistema para reducir el consumo de luz en caso de urgencia. El mecanismo permite la parada obligatoria de grandes fábricas industriales para recortar rápidamente la demanda de electricidad si resulta necesario para evitar desajustes en el sistema eléctrico, cuando hay riesgo de no tener suficiente producción eléctrica para cubrir con garantías toda la demanda y tener suficiente margen de reserva.
Red Eléctrica de España, el gestor del sistema eléctrico español, celebrará este jueves una nueva subasta en busca de factorías industriales o compañías energéticas dispuestas a parar a momentos su actividad durante 2025 en caso de emergencia a cambio de una retribución millonaria. Las compañías adjudicatarias ofrecerán en la subasta una cantidad de potencia eléctrica que pueden dejar de utilizar durante unas horas y el precio al que están dispuestas a dejar de funcionar. Las empresas interesadas pueden enviar sus ofertas ya desde este martes y conocerán los resultados de la puja el próximo viernes.
Durante los dos años en que ha estado en marcha el sistema de respuesta activa de la demanda (SRAD), Red Eléctrica ha tenido de ordenar en tres ocasiones la parada de las fábricas adscritas al programa (en septiembre de 2023 y en mayo y julio de 2024). El gestor del sistema eléctrico estima que durante 2025 podría a llegar a forzar parones de factorías en más de 40 ocasiones.
“Con la información disponible se estima que a lo largo del periodo de prestación del servicio se podrán producir alrededor de 41 órdenes de actividades del servicio”, apunta REE en la documentación oficial de la subasta organizada para encontrar compañías industriales dispuestas a parar su actividad, advirtiendo de que se trata de una estimación no vinculante. Una cuarentena prevista de activaciones del sistema de urgencia que implicarían parar fábricas en un total de 123 horas, dado que las paradas son para periodos de tres horas.
Desde REE se apunta que las estimaciones de potencia requerida, periodos horarios del servicio y de previsión de número de activaciones se derivan de un análisis técnico del operador del sistema eléctrico con proyecciones basadas en datos históricos. Antes de la celebración de la subasta de hace un año, las estimaciones de Red Eléctrica apuntaban que durante 2024 podrían producirse un total de 69 paradas de actividad de las fábricas, y de momento sólo han ordenado dos parones en lo que va de ejercicio.
Más de 240 M en dos años
Las condiciones establecidas para la próxima puja contemplan un requerimiento de respuesta activa de la demanda para una potencia máxima de hasta 2.116 megavatios (MW), frente a los entre 500 y 600 MW finalmente adjudicados en los dos años anteriores. Las compañías adjudicatarias de las dos subastas previas han recibido más de 237 millones de euros como compensación asegurada (94,3 millones en 2023 y 143 millones en 2024), a la que se suma un pago adicional variable cada vez que se les ordena parar en función del precio del mercado eléctrico en esas horas.
El mecanismo fue aprobado en plena crisis energética por el Gobierno como parte del Plan +Seguridad Energética y sirve para reducir de manera rápida altos consumos de electricidad (especialmente de la gran industria) para evitar desvíos graves en el funcionamiento del sistema eléctrico. Fuentes oficiales de REE niegan que en ninguna de las ocasiones en que se ha activado el sistema haya habido reisgo de apagón «ni de lejos», y subrayan que lo que busca el sistema es hacer ajustes en el mercado eléctrico para mantener un margen suficiente de reserva para cubrir todas las necesidades de consumo y que siempre ha funcionado perfectamente para conseguirlo.
El fin de la antigua interrumpibilidad
El sistema de respuesta activa de la demanda está diseñado para aplicarse sólo en momentos puntuales para asegurar la continuidad del suministro en situaciones de escasez de energía en servicios concretos de ajuste del mercado eléctrico (como la reserva de sustitución o la regulación terciaria). Las paradas de las fábricas sólo pueden tener una duración máxima de tres horas al día por cada compañía adjudicataria del servicio y se ha de hacer un preaviso a las empresas con al menos 15 minutos.
El actual servicio de respuesta activa de la demanda vino a sustituir al antiguo programa de interrumpibilidad que estuvo vigente en España durante más de una década, desde 2008 y a 2019. El nuevo sistema busca evitar desequilibrios entre generación y demanda en el conjunto de España integrándose en los propios servicios de ajuste del sistema, mientras que la anterior interrumpibilidad era un escudo para situaciones de seguridad de carácter local tanto por falta de suministro o por grandes subidas del precio de la electricidad. En el actual servicio participan apenas una quincena de compañías, el antiguo sistema retribuía a más de un centenar de grandes factorías.
Durante los dos años dee vigencia del nuevo sistema el coste ha sido de algo más de 240 millones y se ha activado en tres ocasiones. El servicio de interrumpibilidad tuvo un coste que se cargaba en los recibos de la luz de un total de 5.258 millones de euros durante los doce años en que funcionó (en 2019 el importe fue de unos 200 millones de euros, pero en ejercicios previos se superaban de manera permanente los 500 millones anuales e incluso en 2014 se rozaron los 660 millones de euros).
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Entre 2008 y 2017, toda una década, Red Eléctrica casi no utilizó el sistema de interrumpibilidad, ordenando en todo ese tiempo el paro forzoso de fábricas durante sólo cinco horas (aunque las factorías debían atender de manera obligatoria a paradas para realizar comprobaciones de que el sistema funciona bien, a razón de unas 88 horas por año). En los dos últimos años en que estuvo vigente, una reforma legal impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy facilitó la activación del sistema por motivos económicos, para evitar fuertes subidas del mercado eléctrico por desajustes entre oferta y demanda. En 2018 la interrumpibilidad se activó en 50 ocasiones, en 2019 sólo funcionó tres veces.
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