esta es la historia de la Descarga
Cada 16 de julio, y cuando la procesión detiene el paso con la imagen de la Virgen del Carmen en medio del puente romano de Cangas del Narcea, los cangueses y canguesas rezan su oración más sonora. Una llena de fervor a la Virgen y también de emoción y recuerdo a los que ya no están. Lo hacen a través de la Descarga, acto principal de las Fiestas del Carmen y de La Magdalena.
[–>[–>[–>[–>El año pasado el espectáculo pirotécnico, que duró seis minutos y siete segundos, lanzó al aire casi 100.000 voladores una vez que el presidente de la Sociedad de Artesanos encendió el primer volador desde el prao del Molín. Le siguieron a continuación los diferentes tiradores, repartidos por diferentes ubicaciones de la villa, y más tarde los más de 80.000 elementos pirotécnicos dispuestos en las máquinas cargadas al efecto.
[–>El cangués y director del Museo del Pueblu d’Asturies Juaco López, publicó en 1997 una obra conjunta con José María González Ázcárate con el título «La explosión de la fiesta». Un texto donde se detallan el origen y el desarrollo de la Descarga. «La devoción por la Virgen del Carmen en Cangas del Narcea se remonta al siglo XVII. Tanto en el XVIII como en el XIX era normal que toda fiesta en Asturias contara con sus voladores y cohetes, sin embargo esto, a finales del XIX, comenzó a tener en Cangas del Narcea un enorme protagonismo y ya se habla de una monumental descarga en 1910, nada menos», recoge el documento.
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Recuerda López que el 30 de noviembre de 1902 se funda la Sociedad de Artesanos en Cangas del Narcea. «En principio era más bien gente pudiente y de clase media: secretarios de juzgado, abogados y otros profesiones. Su cometido era aportar dinero para incrementar y mejorar la Descarga, y después organizar una comida y alguna misa por los fallecidos», explica López. Que, a renglón seguido, destaca el momento en que los voladores pasaron de ser un mero elemento festivo a convertirse en una auténtica ofrenda, una oración a la Virgen escrita con pólvora en el cielo.
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«Este es un paso muy importante porque es a partir de este momento cuando el pueblo, la gente, empieza también a aportar dinero para pagar y mejorar la Descarga». A partir de ahí numerosos cangueses comienzan a hacerse miembros de la Sociedad de Artesanos que, a día de hoy y a lo largo de la historia de estas fiestas, son quienes organizan cuanto tiene que ver con la Descarga, «que es pagada –como explica López– por el pueblo a través de su participación como socios en la Sociedad de Artesanos; aquí nada tiene que ver el Ayuntamiento». Actualmente su numero de socios, todos hombres, supera los 2.800.
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Folixas con solera: Fiestas del Carmen y La Magdalena en Cangas del Narcea
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Destaca López que, igualmente, en 1902 se creó La Sociedad de Bienhechoras del Carmen, una asociación de mujeres –que se autofinancia con las aportaciones de quienes forman parte– dedicada al mantenimiento y cuidado de la capilla y los ropajes de la Virgen, siendo además quienes visten a la patrona.
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Junto con el fervor por la Virgen, la Descarga en sí misma conlleva también la emoción del recuerdo a los que ya no están, a los que se les rinde un homenaje sentido en medio del pueblo. Es un guiño dedicado a familiares, a seres queridos y también a la tierra que les enraíza y que los cangueses llevan con orgullo en su corazón, estén donde estén.
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Con el tiempo nacieron las peñas cuyos sus miembros también se encargan tanto de participar en esta Descarga como en otras menores que se desarrollan a lo largo de las fiestas, sin olvidar los fuegos artificiales. Así lo explica y lo recuerda José Manuel Álvarez, presidente de la Federación de Peñas de la Pólvora, miembro de la Sociedad de Artesanos y y presidente a su vez de la peña La Amistad.
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«Para poder participar en cualquier descarga tienes que estar inscrito en una peña. Las hay masculinas y femeninas. Las mixtas están tendiendo a desaparecer», explica este cangués que pone especial énfasis en lo que sienten cuando participan en la Descarga. «Conlleva una emoción enorme, es un sentimiento, una pasión. Es el recuerdo a los que ya no están, a esos padres que también fueron artesanos; a la tierra, a la familia y a la Virgen del Carmen. Incluso algunos escriben en el volador que van a lanzar el nombre de un familiar o de un amigo que ya no está «, relata. Y cómo no mencionar a la primera peña que se formó en 1930, El Arbolín que, este año cumple 94 años.
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Actualmente, el número de peñas es de 40 y son las siguientes: Alpargata, Refuerzo, Madreña, Esencia, Sarmiento, Estruendu, Girolina, Carcasa, Amistad, Chisquero, Xarana, Mecha, Arbolín, Estallido, Tirada, Andolina, Carmen, Parva, Xaréu, Mortero, Barriga Hubiera, Gandaya, Castaña, Polvorilla, Espolín, Ramilletera, Reencuentro, Traca, Patrona, Cachu, Voladorón, Barreno, Candelina, Palenque, Magdalena, Magayu, Forca, Romería, Juerga Civil y Folixa.
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Algunas incluyen charanga, porque también aportan alegría, diversión y buena folixa. Son gentes de Cangas del Narcea que cada 16 de julio se hacen oír en el mundo con el estruendo de miles de voladores en el cielo, en una monumental oración a la Virgen del Carmen. Las fiestas, que ya comenzaron, finalizan el 22 de julio con la jira a Santana.
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Descubrir el entorno
Disfruta con las rocas
Ellos son el alma de esta fiesta que ya comenzó con sus primeros actos el pasado 7 de julio. También es un buen momento para descubrir la buena y deliciosa comida que se cocina en las cocinas de sus bares y restaurantes.
Cangas, tierra de vino
Junto al Carmen hay otra fiesta en Cangas que es única: la Vendimia, la primera quincena de octubre. Mientras tanto, la mejor manera de celebrar esta tradición vitivinícola es hacerlo con los maravillosos vinos de Cangas.
Entre Moal y Muniellos
Hay un paisaje que seduce inmediatamente a los amantes de la naturaleza. Imprescindible visitar el Centro de Interpretación de Muniellos. En esta ruta podrás descubrir una de las cortines mejor conservadas de la zona.
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