europeo, cuarentón, multirrepetidor y que ya gasta 297 euros al día

El visitante que acude a congresos, ferias y eventos profesionales está en el punto de mira de Barcelona, en la nueva fase de un turismo más selectivo que la ciudad trata de promover. Es el viajero perfecto, por su alto consumo de servicios locales y porque no hace turismo invasivo, sino que su presencia pasa bastante desapercibida. Una encuesta impulsada por el programa Convention Bureau de Turismo de Barcelona radiografía a ese deseado congresista, que en el ámbito de la capital catalana en un 69,3% de casos es hombre, de una media de 42,4 años, europeo más de la mitad de las veces, conocedor de la ciudad porque ya ha estado una media de 6,2 ocasiones, y cada vez más ‘rentable’ porque se deja casi 297 euros al día entre alojamiento y gastos (excluyendo el viaje).
El sondeo 2024 que realiza por tercer año GESOP destaca también el auge de los congresos médicos en Barcelona, que crecen hasta el 63% del total, seguidos por los de telecomunicaciones y tecnología (20%, tras doblarse en un año), los vinculados a la industria y los científicos. Su carácter es internacional en un 82% de casos, lo que se corresponde con una gran afluencia de visitantes extranjeros. Los resultados desgranan en algunas temáticas la casuística de Barcelona Región, frente a Barcelona ciudad. En esta última el peso del congresista español es algo menor, del 21,1%. Entre los foráneos, se imponen las procedencias de la UE (41,6%), resto de Europa (13,3%) y resto del mundo (24%). Por nacionalidades, destacan los británicos (8,7%).
El creciente impacto económico es uno de los datos más relevantes del chequeo, que sitúa en 611 euros el coste medio de la inscripción, en 663 el del viaje, en 190 al día el alojamiento y 106,6 euros diarios en otros conceptos (sobre todo alimentación –65%–, seguido por transporte interno y compras). Es decir, que en 2024 gastaron unos 297 euros por día y persona en la ciudad, mientras que esos dos conceptos sumaron 255,23 euros en 2023. El viajero que viene de fuera de Europa es el más gastador en «otros conceptos» y el que impulsa la media. Pero al margen de los promedios, un 14,8% invirtieron entre 200 y 300 euros por noche en alojarse, y un 6,8% pagaron una cifra superior.
Es llamativo constatar que la madurez del sector en Barcelona, y el hecho de que suela figurar en el ‘top’ de países con más congresistas (los balances y ránkings 2024 se conocerán a finales de abril) hace que la mayoría de asistentes sean viejos conocidos de la ciudad. En concreto han estado una media de 6,2 en la metrópolis, frente a las 5,5 del año anterior. Incluso hay un 13% que ha venido más de 10 veces. Y solo un 26,4% que llegaron por primera vez. La franja de edades estrella son los asistentes de 31 a 45 años (48,2%), seguidos por los de 46 a 60 (30%).
Llegadas en avión y con colegas
Su presencia tuvo motivos de interés profesional en el 65,6% de los casos, mientras que en un 32% (creciendo casi seis puntos) fue por interés comercial. Destaca la influencia del municipio como sede a la hora de decidir participar, ya que para casi el 43% fue importante, y para otro 20,2% influyó «en cierta medida». Aumenta también el porcentaje de los congresistas que llegan en avión, un 86%, frente a un tren en segunda posición que pierde comba con un 11,2%.
La estancia medida en la capital también es clave porque determinará el gasto final en bienes y servicios. El año pasado se situó en 4,6 días (más que en 2023 y en la línea de 2022), aunque la proporción más alta la representaron un 22,8% que pernoctaron más de 5 noches. Solo una tercera parte llegan solos, mientras el 54% lo hace con compañeros de trabajo, un 6% incluso viaja con la pareja, y un 4,8% se trae a la familia, un perfil ligeramente al alza. Otro dato interesante para el sector es que un tercio aprovecha el congreso para hacer algún viaje antes o después: casi la mitad a Europa, un 34% a España, y un 22,4% al resto de Catalunya. En cualquier caso, cuatro de cada cinco (80%) visitan la ciudad durante su estancia, sobre todo los extranjeros.
¿Dónde prefieren alojarse dentro de la ciudad? Por goleada ganan los hoteles de cuatro estrellas, que eligen a un 52,9% de estos visitantes, menos que el año anterior. En cambio, han crecido ligeramente tanto los que como se decantan por el lujo o 5 estrellas (un 4,7%), así como en la más asequible franja de las tres estrellas (15,3%). Según la encuesta, ‘solo’ un 11,6% se decantan por los apartamentos turísticos, mientras que un 5,1% se queda en casa de amigos o familiares. Y aunque la mayoría de congresistas (86,6%, tras crecer 14 puntos) optan por la capital catalana para instalarse, por su proximidad a los recintos de congresos y ferias, un 7,3% elige el municipio de Sitges (la mitad que hace tres años), seguidos de lejos por L’Hospitalet de Llobregat, con el 2,9% (menos de la mitad que en 2023).
Jordi Clos, presidente de Turismo de Barcelona, advierte de que un «exceso de medidas impositivas» podrían «mermar el éxito de Barcelona como destino de congresos»
El sondeo no pasa por alto las opiniones. Ahondando en la calidad del alojamiento, lo mejor valorado (4,5 sobre 5) es la profesionalidad, así como el trato recibido. Lo peor es el precio, que se lleva un 3,9. En cambio, en las calificaciones la organización global del congreso se valora con un 4,3 de media, mientras que las instalaciones se llevan un 4,5.
En este sentido, Jordi Clos, presidente Turismo de Barcelona, destaca a este diario que «el alto grado de satisfacción de los congresistas es un indicador clave del éxito y nos compromete a continuar trabajando para la mejora constante de nuestra oferta y servicios». Opina que la ciudad está «muy bien posicionada» en la organización de estos montajes, lo que supone la «mejor carta de presentación para lograr el objetivo del turismo de calidad‘. No obstante, alerta del riesgo de que «un exceso de medidas impositivas podría mermar ese éxito de Barcelona como destino de congresos», en alusión a los incrementos que afectan a la tasa turística.
Ciudad atractiva pero ruidosa
También hay buenas notas para la restauración, del 4,7 por la localización de la oferta, al 4,2 por la relación calidad-precio dentro de la metrópolis. Y para la oferta comercial de la ciudad, con evaluaciones en la misma línea. A la cabeza de todas las notas se posiciona la oferta arquitectónica y monumental (4,8), seguida a una décima de la cultural, mientras que a la cola están la contaminación atmosférica con un 3,8 y la acústica con un 3,7.
De las rutinas del congresista en Barcelona destaca su predilección por ir en taxi (un 54,8% los utilizan y le dan una puntuación media de 4,6), así como el creciente peso del metro, que en algún momento usan un 47,2% de asistentes y valoran aún mejor. Aumenta también hasta el 17,4% la elección de autobuses para desplazamientos. En el amplio apartado de ‘otros’ (23%) destaca a la cabeza la opción de ir a pie, seguida por los VTCs.
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