Feijóo se une al discurso europeo y Abascal consolida el seguidismo a Trump
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Las recientes palabras de Donald Trump acusando al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, de ser un “dictador” y haber iniciado la guerra contra Rusia, lo ha cambiado todo. Primero dejó fuera de la mesa de negociación al país invadido y a la Unión Europea para hablar de tú a tú con Vladimir Putin. Y después, siguiendo la estela de su vicepresidente, J.D. Vance, ha lanzado durísimas arremetidas contra el Viejo Continente, certificando que nada volverá a ser como antes. Y en mitad de este escenario internacional, tan convulso como preocupante para toda Europa, PP y Vox han puesto sus cartas encima de la mesa.
A principios de semana Pedro Sánchez advertía a las filas socialistas de que en el conflicto actual solo había dos posiciones en España: la suya, que pretende liderar la respuesta a esa “internacional reaccionaria” que ahora lidera Trump (aunque Sánchez sigue sin mencionarlo directamente) y la de Vox, claro defensor de la Administración estadounidense. El discurso de Abascal, sin embargo, empezaba a sufrir agujeros. Hasta ahora Vox ha defendido la soberanía nacional de Ucrania e identificaba a Putin como claro agresor.
Pero el seguidismo a Trump también ha quedado confirmado este jueves por la noche con un discurso de Santiago Abascal en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), el foro conservador más antiguo de EEUU, celebrado cerca de Washington, en el que no hubo una sola referencia a Zelenski y se acumularon las acusaciones a los líderes europeos por haber “financiado” la guerra comprando gas ruso “y dejando indefensa” a Europa.
Solo hace cuatro días el portavoz nacional de Vox aseguraba lo siguiente: “Estamos con la integridad territorial de todas las naciones soberanas del mundo. Estamos en contra de las invasiones y de lo que ha hecho Putin en Ucrania”. No hubo una frase similar en todo el discurso de Abascal, que también “agradeció” a J.D. Vance su diagnóstico del fin de semana pasado en Múnich, en el que confirmó la ruptura más absoluta de Estados Unidos con la Unión Europea.
Una ruptura en la que ahondó el vicepresidente norteamericano este jueves en el mismo foro que Abascal: “Vamos a seguir teniendo importantes alianzas con Europa pero la fuerza de esas alianzas va a depender de si llevamos nuestras sociedades en la dirección correcta. La amistad se basa en valores compartidos”, advirtió.
Frente a esa adhesión completa a Trump -ya confirmada de viva voz por Abascal- Alberto Núñez Feijóo se unió sin condiciones a la postura europea de la mayoría de líderes, también la de Sánchez, para rechazar por completo la negociación del estadounidense con Putin y, sobre todo, los ataques a Ucrania. “La guerra la inició Rusia. Es una agresión contraria al Derecho Internacional. La paz es bienvenida, pero no puede beneficiar al agresor. La causa de Ucrania es la causa de Europa”, zanjó el líder del PP en una primera intervención en redes sociales. Después, a preguntas de los periodistas, insistió: “Si un agresor gana, se produce una doble injusticia: la invasión inicial y una paz injusta”.
Después de semanas en las que el líder del PP había evitado fijar posiciones sobre la nueva Administración Trump, sobre todo en lo que tenía que ver con la política de aranceles, en la que Feijóo sigue recetando “diplomacia e inteligencia” sugiriendo intentar una negociación que perjudique lo menos posible a los productores españoles, en la sala de máquinas de Génova decidieron dar un giro. Un giro que ha sido ya de 180 grados porque hasta ahora el dirigente conservador no se había pronunciado con tanta rotundidad.
Ya el martes por la mañana pronunció un discurso interno con otros líderes del PP europeo, incluida Ursula von der Leyen. Pero los acontecimientos y la arremetida de Trump en lo que tiene que ver con Ucrania -una línea roja para los populares- han terminado acelerando la posición pública, que en este campo está muy alineada con el Gobierno.
Precisamente el PP ha registrado una petición urgente de comparecencia para que Sánchez explique en el pleno del Congreso “los riesgos que afronta España”, los “compromisos internacionales” adquiridos, sobre todo en lo que tiene que ver con las inversiones en defensa”, y “con qué apoyos cuenta para cumplirlos”, consciente de que es un problema para los socios de coalición y los externos que suelen sostener al Ejecutivo.
Feijóo, en cambio, aprovechó su reunión con los líderes del PP europeo para garantizar su respaldo a los compromisos con la OTAN (que ya es partidaria de aumentar el gasto en defensa al 3% del PIB en vez del 2% para 2029), lo que lo sitúa aún más cerca de Sánchez. No ha habido un posicionamiento sobre el posible envío de tropas europeas a Ucrania si llega la paz. Sánchez está en la posición de esperar y ser prudente. Vox ha descartado por completo esa idea y exige que no se lleve a cabo.
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