FÓRUM EMPRESA FAMILIAR | El relevo generacional impulsa la presencia de la mujer en la empresa familiar
Decía uno de los presidentes de las más de cien empresas que componen el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) durante el XXVII Congreso, que se celebró en Santander entre el lunes 21 y el martes 22 de octubre, que nada tiene que ver su empresa con la lucha de poder representada en la célebre serie televisiva Succession. Pero lo cierto es que el relevo generacional es uno de los principales hitos en la vida de las empresas de parientes, que suponen más del 90% del tejido empresarial español. Y en la transmisión de ese legado, la presencia de la mujer cobra cada vez más protagonismo entre las nuevas generaciones de las familias.
O al menos eso refleja la composición del comité ejecutivo del organismo que representa la continuidad generacional de las empresas del IEF, denominado Forum Familiar. Se trata de un área paralela al lobi en el que figuran Mercadona, Puig o Acciona compuesta por familiares de los socios de entre 20 y 45 años que tiene por objeto, entre otras cuestiones, afrontar la transición generacional, fomentar la implicación de todos los familiares en la empresa y construir un espacio en el que desarrollar actividades orientadas a la formación de sus miembros.
A diferencia de su hermano mayor -el Instituto-, el comité ejecutivo del Forum Familiar está formado por 8 mujeres y 7 hombres y liderado por una mujer, Patricia Riberas, directora de Excelencia Operativa de Gestamp, multinacional española dedicada a los componentes del automóvil y dirigida por su padre, Francisco J. Riveras. Mientras, la junta directiva del Instituto, que ahora dirige Ignacio Rivera, el consejero delegado de la propietaria de Estrella Galicia (Hijos de Rivera), apenas cuenta con 3 mujeres entre sus 33 miembros y en sus más de tres décadas de historia nunca ha sido presidido por una fémina.
La participación en ese grupo de jóvenes no implica que ellas vayan a ser las futuras presidentas de sus respectivas empresas, pero sí denota un cambio de rumbo respecto a la presencia de la mujer en las nuevas generaciones. “Hay una cuestión de evolución cultural. El papel de la mujer en la sociedad ha cambiado en los últimos 50 años y en Europa mucho más que en otras partes del mundo y eso se refleja también a nivel empresarial. Además, existe un factor demográfico porque las familias ahora tienen menos hijos, lo que eleva la probabilidad de tener solo hijas”, explica el consejero de familias empresarias, Jordi Tarragona.
Un rol invisible
Empresa familiar se considera aquella en la que la mayoría de las acciones con derecho a voto son propiedad de la familia fundadora de la compañía y en las cuales al menos un representante de los parientes participa en su gestión o gobierno corporativo. Pero las mujeres ni siquiera han tenido siempre derecho a heredar una participación en estas empresas. A diferencia de sus hermanos hombres, en muchos casos recibían una compensación patrimonial, en forma de dinero o bienes.
Es el caso de una de las empresas familiares más antiguas de España, el Grupo Osborne. Con más de 250 años de historia, no fue hasta 1969 cuando las mujeres de esta saga pudieron formar parte de la propiedad. “Mi abuelo tuvo nueve hijas y un hijo. Entonces, yo creo que vio claro que o cambiaba algo o sus hijas se quedaban sin nada”, cuenta Carla Terry, encargada de las relaciones institucionales del grupo y de la comunicación en la Fundación Osborne, así como miembro del comité del Forum Familiar. Este es, de hecho, el motivo por el que el famoso cantante Bertín Osborne no tiene participación en la empresa especializada en elaborar vinos, bebidas espirituosas y derivados del cerdo, a pesar de pertenecer a la familia. «Osborne era su abuela, pero se desvincula del negocio por ser mujer, así que no heredó ningún porcentaje en la empresa», explica Terry.
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Y si no tenían participación en la propiedad, tampoco en la gestión, salvo excepciones. Así, siguiendo con el caso de Osborne, no fue hasta el año 2022, gracias a un grupo de investigadores que ahondaron en el archivo histórico de la empresa, cuando se descubrió que Aurora Böhl de Faber, mujer del fundador Thomas Osborne, se hizo con las riendas del negocio tras su fallecimiento hasta que sus hijos fueron adultos y lo hizo crecer con la compra de otra bodega. Un hecho al que históricamente no se le ha dado mucha publicidad, según Terry. «Si era algo que se conocía, desde luego no se contaba», afirma.
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