Hacía un capítulo en tres días y grababa durante 18 horas
Fernando Tejero Es uno de los rostros más queridos de la televisión española. Sin embargo, pocas personas conocen el sacrificio que hay detrás de cada episodio que vemos en pantalla.
El largos días de grabación Han sido una constante en su carrera y él mismo lo ha contado, abiertamente, en diversas entrevistas.
Tejero dejó claro en una entrevista reciente el nivel de exigencia que implica participar en una serie tan exitosa como No hay nadie que viva aquí..
En palabras del actor: «En No hay nadie que viva aquí. Hicimos un capítulo en tres dias y grabamos durante 18 horas…cuando terminaste te dieron lo mejor 25 páginas para el día siguiente. que lo aprendiste en el auto de producción de camino a casa… Ese era el nivel».
Estos largos días no sólo le cobraron un precio físicopero también plantearon un desafío mental.
Él ritmo frenético de grabaciones Apenas hubo tiempo para descansar y mucho menos para disfrutar de la vida fuera del set.
el actor, 60 añosconfiesa que desde hace mucho tiempo su vida social y personal quedó relegado a un segundo plano.
El cansancio era tal que, al llegar a casa, Sólo podía pensar en el siguiente guión. que tuve que memorizar.
«Lo aprendiste en el auto. A veces el cansancio era tal que ni siquiera sabías el día en que viviste«dice el actor cordobés.
Esta situación, según él, era común a todo el equipo de la serie, no solo a los actores principales. Guionistas, técnicos y personal de producción vivieron la mismo nivel de exigenciademostrando la dedicación total que requiere mantener una serie de tantos éxitos en el aire.
Pese a todo, el actor no muestra resentimiento. Al contrario, reconoce que la experiencia le dio una enorme fortaleza.
Tejero y los tiros largos
«somos privilegiados por poder trabajar en proyectos como éste, aunque nos deje sin vida durante temporadas», comenta con humor.
De hecho, para Tejero, este esfuerzo fue una moneda de cambio lo que le permitió crecer no sólo como actor, sino también como persona.
Muchos asocian la fama con la comodidad, pero historias como la de Tejero demuestran todo lo contrario. La presión de los plazos y la necesidad de estar siempre al día nivel máximo Afectan mucho a los actores.
«Lo ves en la tele y parece fácil.pero nadie se imagina lo que hay detrás», afirma el intérprete.
El sacrificio es, según él, parte inherente del trabajo. «Tienes que amar tu trabajo porque es muy sacrificado.. Hay días que simplemente quieres parar, pero el público no lo ve. «Sólo ven el resultado final».
La historia de Fernando Tejero es un recordatorio de que la pasión por la actuación va más allá del centro de atención.
Los interminables días de rodaje, la falta de sueño y cansancio Son el precio de dar vida a personajes que ya forman parte de la memoria colectiva.
Su testimonio, cercano y sincero, revela la El lado más humano de la televisión. y ayuda a poner en valor el esfuerzo detrás de cada capítulo que enganchó a toda una generación.
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