Hamilton a Ferrari y Márquez a Ducati, pero con el nombre solo no se gana
El primer día de Marc Márquez Alentá con el equipo Ducati Corse Lenovo concluyó, ayer, con un dato demoledor: la presentación de la escudería de Borgo Panigale, el pasado año, con ‘Pecco’ Bagnaia y Enea Bastianini, tuvo, en redes, 433.000 visualizaciones. ¿Saben cuántas tuvo la de ayer, donde Baganai estuvo acompañado del ocho veces campeón del mundo de Cervera (Lleida)? ¡2.600.000! No hay más preguntas.
[–>[–>[–>[–>Márquez reconoció que el momento que empieza a vivir es el mayor reto de su vida y, desde luego, no tiene nada que ver con su bautizo, en MotoGP, con el equipo Repsol Honda, en 2013. “Es muy diferente, fundamentalmente porque, cuando debuté en MotoGP, no era consciente de donde estaba y, ahora, con 32 años dentro de un mes, soy mucho más realista. Ahora sé lo que es MotoGP, lo duro que es MotoGP, lo que significa la presión de estar en un equipo de fábrica y, evidentemente, todo eso se nota mucho más, afecta a tu cabeza. En 2013, estaba flipando por todas partes, todo eran regalos. Ahora, por descontado, sigo con las mismas mariposas en el estómago de siempre, pero soy mucho más realista de lo que significa pertenecer al mejor equipo y fábrica del Mundial”.
[–>«¿Quieren que comparen mi debut en MotoGP, en 2013, con este momento? ¡Uf! En 2013, estaba flipando por todas partes, todo eran regalos. Ahora, sigo con las mismas mariposas en el estómago de siempre, pero soy mucho más realista y sé, perfectamente, lo que significa pertenecer al mejor equipo y fábrica del Mundial»
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Márquez demostró ayer encontrarse como pez en el agua formando parte del mejor equipo del Mundial y está viviendo esta impresionante presentación, a lo grande, a lo bestia, que ha preparado Ducati, en Madonna di Campiglio, con suma alegría. “Cuando una fábrica como Ducati apuesta por ti, tienes la responsabilidad y la presión de pelear por el título y la asumes con ilusión, porque es lo que has estado persiguiendo durante mucho tiempo. Toca estar entre los tres primeros siempre, o intentarlo, y hay que pelear por el título, sí. Uno de los trucos es, sin duda, gestionar la presión que significa pilotar la mejor moto”.
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El nuevo compañero del italiano ‘Pecco’ Bagnaia confiesa que la temporada pasada fue una etapa muy, muy, gratificante y vital para poder ganarse una Ducati oficial 2025. Reconoce que, paso a paso, fue adquiriendo, no solo los conocimientos para sacar el mayor partido posible a la ‘Desmosedici’ del 2023 que tenía en sus manos, sino adquirir la suficiente confianza como para tomar las decisiones adecuadas para ir evolucionando la moto. “Una cosa tengo muy clara: fui al equipo ideal, pequeño, familiar, trabajador, profesional, le agradezco a Nadia Padovani (dueña del equipo Gresini Racing Team) todo lo que me ayudó, pues estaba en un momento vital en mi carrera”.
[–>[–>[–>[–>El piloto de Cervera (Lleida), ahora residente en Madrid, sigue encontrando a faltar a su ‘otra’ familia, la que dejó, después de 11 años, en Honda, la que dirige su amigo e ingeniero Santi Hernández. “Sigo comiendo con ellos, son mis amigos, pero jamás hablamos de motos”. Marc considera que un ambiente parecido “aunque es imposible que sea igual cuando estas 11 años o diez meses” se consiguió en Gresini y, ahora, cree que se repetirá en Ducati. “Llevo ya días trabajando con Marco Regamonti y estoy convencido de que no será nada difícil crear ese buen rollo del que he gozado siempre. Repito, no es bueno comparar”.
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El ocho veces campeón del mundo asegura estar ya totalmente recuperado de sus múltiples problema físicos, especialmente los que afectaban a su brazo derecho. No quiere compararse con el pasado “entre otras razones porque, en el pasado tenía 20, 21 o 22 años y, ahora, casi 32”. Confiesa que, el año pasado, ya hubo muchas carreras que se olvidó por completo de su brazo. “Esa es, sin duda, la demostración de que ya está curado”. Eso sí, sigue haciendo trabajo específico, se pasa muchas más horas en la mesa de masaje.
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El primer día de rojo de Marc Márquez ya ha provocado un récord histórico en Ducati. La presentación del año pasado (Bagnaia-Bastianini) tuvo 433.000 visualizaciones en redes; la de este año, con el campeonísimo catalán, ¡2,8 millones de visualizaciones!
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“Entonces, tomaba la decisiones por puro instinto y todo me salía bien, tanto que hasta ganamos el título el primer año”, comenta cuando le preguntan si espera que, en Ducati, le vaya tan bien como en Honda. Márquez cree, por tanto, que la situación es muy diferente, no solo por su edad sino, también, por el equipo al que va y el compañero que tendrá este año. “’Pecco’ tiene dos títulos, ha sido el líder de este proyecto y, por tanto, lo lógico es que, en un inicio, su palabra pese más que la mía, pero ya hemos empezado a trabajar juntos por el bien de nuestra marca. Aquí no hay nº 1 y nº 2, aquí peleamos juntos para que gane Ducati”.
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Y, a continuación, Márquez contó la anécdota vivida con Gigi Dall’Igna, máximo responsable técnico de Ducati. “Gigi es muy honesto y se demostró el año pasado cuando le dijo a Jorge Martín que tendría, durante todo el año, el mismo material que ‘Pecco’ y así fue. A mí, cuando me fui a Gresini, también me dijo tendrás esto y esto tuve. Es más, cuando firmé por el equipo oficial, le pedí que me diese alguna ‘cosita’, alguna ‘ayudita’ y me dijo que no. Y lo entendí. Me dijo esto tendrás y eso tuve. No más”.
[–>[–>[–>[–>Márquez es partidario de la tecnología, incluso de la Inteligencia Artificial, pero no mucho. “Cuanta más tecnología, más se reduce la capacidad del piloto, pero una cosa está clara: siempre serán las manos del piloto quien decida. La Inteligencia Artificial ha facilitado las cosas y, en efecto, hace 20 años, la influencia del piloto en el resultado era altísima, ahora sigue siendo vital, pero menos. La importante es tener velocidad. Si tienes velocidad y manos, lo demás viene rodado. Hombre, es muy difícil repetir, por ejemplo, lo de 2019, que aún no sé cómo lo hice y, sí, eso de ganar 11 carreras y acabar segundo en las demás, es irrepetible”.
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Un periodista italiano, que se cuela, de pronto, en la charla, le dice con suma amabilidad. “Hamilton en Ferrari y Márquez, en Ducati, todo un lujo ¿no?, que similitudes le ves a la coincidencia”. “¡Hombre!, los dos rojos, así que hay que jugárselo todo al rojo. Evidentemente es muy vistoso y bueno para Ferrari que Hamilton, un campeonísimo total y un piloto con una imagen y carisma tremendo, corra para Ferrari. Pero ya le digo yo el nombre, el apellido, no te ayuda a ganar, hay que currárselo y mucho, tanto fuera como dentro de la pista, tanto la fábrica como el equipo”.
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«Llego a un equipo que me ofrece una moto ganadora. Todo está en mis manos. Si tienes velocidad, lo demás viene rodado si haces bien tu trabajo. Eso sí, llegó a un equipo donde hay un bicampeón del mundo y, por tanto, lo justo es que, de inicio, su palabra sea más importante que la mía».
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Márquez deslizó un comentario que podría denunciar uno de los problemas por los que Honda ha caído en la mayor crisis de resultados de su historia. “Aquí, en Ducati, la comunicación es fluida, es estupenda, tanto entre fábrica, equipo de pruebas y equipo de carreras como entre los directivos, los ingenieros del departamento de competición y los propios pilotos. Aquí todo el mundo quiere saber cómo se está trabajando, preguntan, conversan y así la información es más fluida y beneficiosa para todos”.
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Cuando alguien le dice, bromeando, que, en aquel 2013, ya fue el campeón más joven de MotoGP y que, ahora, podría ser el más viejo de la ‘era MotoGP’, Márquez sonríe abiertamente, casi a carcajadas. “Me gusta más ser el más joven que el más viejo, pero lo importante es ser campeón, si se puede. Soy feliz con poder afrontar, después de tanto dolor y dudas, este gran reto. Me he demostrado a mí mismo que nunca hay que rendirse. Siempre hay que tener confianza en lo que haces. Este año intentaré mantener la misma mentalidad y ¡ojalá! Pueda disfrutar aún más que el año pasado. He ganado mucho en el pasado, ya veremos si vuelvo a ganar mucho en el futuro. Tras la lesión, todo lo que llegue será un regalo.
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