incautan Porsches y Ferraris de la mansión de Claudio Tapia
Luego del sorteo del Mundial 2026 organizado el 5 de diciembre, todas las novedades de los últimos días se han centrado en el análisis de los rivales de cada selección, los estadios donde se jugará cada partido y los horarios, aunque la selección argentina salpicó. Un escándalo que pone contra las cuerdas a Claudio Fabián ‘Chiqui’ Tapia.
La Federación Argentina de Fútbol (AFA) es objeto de una investigación judicial y busca irregularidades financieras de toda índole entre los miembros de la entidad federativa.
Hace unos días la Justicia realizó un cateo en las instalaciones de la federación argentina para recabar información relacionada con denuncias anomalías en ciertos elementos económicos. En las últimas horas, el caso ha avanzado considerablemente.
En una mansión atribuida a Tapia ‘Chiqui’presidente de la AFA, y Pablo Tovigginotesorero, se produjo una de las mayores incautaciones de vehículos de lujo de los últimos años: un total de 45 coches y siete motos de gran cilindrada.
Entre los vehículos encontrados en el inmueble se encontraba un Ferrari F430, valorado en más de medio millón de euros, así como tres Porsche (un Carrera y dos Cayman S), un Audi R8, un Ford Mustang Mach 1 y un Peugeot RCZ.
La mansión allanada y los vehículos incautados están a nombre de la empresa Real Central SRL, cuyos dueños son Luciano Pantanodirigente de la AFA, y su madre -ya jubilada-.
Una crisis interna
Según la investigación judicial, ninguno de ellos tendría la capacidad económica necesaria para adquirir bienes de tal valor.
Es por ello que la Coalición Cívica solicitó analizar si los verdaderos dueños serían en realidad Chiqui Tapia o Pablo Toviggino.
Este marco legal ha provocado Retrasos en la firma de la Finalísima por parte de AFA, RFEF, CONMEBOL y UEFA. Al mismo tiempo, se profundiza una crisis interna al interior de la AFA entre sus dirigentes, jugadores y cuerpo técnico.
Chiqui Tapia, presidenta de la Federación Argentina de Fútbol (AFA).
Se dice que los últimos contratos firmados por la entidad beneficiaron económicamente a los directivos en mayor medida de lo que los futbolistas consideraron justo.
Las diferencias en cuanto a las bonificaciones por partidos amistosos -como el reciente partido en Angola- y la propia Finalísima terminaron acentuando esta brecha.
El asunto ya ha traspasado el ámbito estrictamente futbolístico. La justicia intenta determinar si hubo Maniobras de enriquecimiento ilícito y presunto uso de testaferros.
La FIFA, por su parte, sigue de cerca la situación para evitar cualquier forma de injerencia política que pueda derivar en una sanción y dejar a Argentina fuera del próximo Mundialsegún el periódico argentino la nación.
En este contexto de tensión creciente, el actual campeón del mundo actúa con extrema cautela en medio del escándalo.
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