Investigadores españoles desarrollan el primer exoesqueleto pediátrico que los niños podrán usar en casa y en la calle
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Un consorcio de investigación formado por la compañía Marsi Bionics, el Consejo Superior para la Investigación Científica (CSIC) y los Hospitales de la Universidad de La Paz, 12 de octubre, Niño Jesús y Gregorio Marañón desarrollaron el primer exosqueleto pediátrico para su uso en entornos diarios, «explorar» » , que los niños que tienen una alteración de caminar pueden usar en casa, escuela, en el parque y en otros espacios al aire libre.
El «Startup» Marsi Bionics ya se había desarrollado, en colaboración con el CSIC «Atlas 2030″, el primer exoesqueleto pediátrico del mundo, pero cuyo uso es exclusivamente clínico. Su CEO, Elena García Armada, explicó que desde este dispositivo « explorar » nació, porque los niños cuando lo probaron en entornos hospitalarios e ganaron con confianza, inmediatamente pidieron que lo trajeran de vuelta a la casa y la escuela.
«Cuando sigues siendo un niño con un exoesqueleto, lo primero que se da cuenta es que el mundo lo cambia, por supuesto, cambia su perspectiva, pero sobre todo hay una cierta autonomía que le permite jugar (…) haciendo otro Tipos de juegos, que no son, por lo tanto, son más juegos, es más una actividad de la vida diaria, porque «me acercaré a esta mesa con un teléfono al que llamaré a mi madre» (…) Comenzaron a darse cuenta de que esta es una herramienta Eso les permite una cierta integración social y una cierta exploración del mundo «, detalló.
Como explicó, el primer niño al que se le permitió llevar el exoesqueleto a su escuela fue a Jorge, quien, en su cumpleaños, ingresó al aula al suponer este dispositivo y explicarle a sus compañeros de equipo cómo trabajaba. Para García Armada, esto implica un «cambio de paradigma» de discapacidad al permitir «completar las capacidades» de que estos niños no llevan a cabo sus actividades diarias «con cierta normalidad».
En cuanto al funcionamiento del exoesqueleto «explorador», subrayó sus similitudes con otros dispositivos de este tipo, porque consiste en un robot compuesto por una serie de músculos artificiales que proporcionan un complemento a la fuerza del niño, permitiendo el movilidad de movilidad de movilidad de movilidad de movilidad de movilidad de la movilidad de las piernas. Más específicamente, tiene cuatro motores que imitan el funcionamiento natural del músculo y dos modos de funcionamiento, de modo que uno de ellos completa la fuerza del usuario para avanzar en la caminata y el otro proporciona un movimiento constante a la velocidad seleccionada.
Tiene un asiento automático
Además, «explorar», que se encuentra en la fase prototipo y el marcado de la CE, tiene un asiento automático que permite que el dispositivo se transforme en una silla de descanso integrada, facilitando el uso y la comodidad continua del niño de su época.
Cada dispositivo evolucionará con el crecimiento del niño, cubriendo un grupo de edad aproximado de dos a 17 años, lo que permite el apoyo a lo largo de su desarrollo. De esta manera, el uso externo del exoesqueleto promoverá la rehabilitación, pero también la inclusión y participación de menores en las actividades diarias.
«No es solo un dispositivo, es un cambio de paradigma el que cambiará la vida de los niños, les permitirá explorar, jugar, participar en su entorno. Cambiará la vida de sus familias, ofreciéndoles una herramienta segura y accesible para apoyarlos en su crecimiento. Nuestra empresa cambiará, porque una empresa que apuesta por la inclusión y la innovación es una empresa que está progresando ”, terminó García.
Eficiencia y seguridad demostradas
Para el desarrollo del exoesqueleto, casi 30 investigadores de los Hospitales Madrid La Paz, el 12 de octubre, Niño Jesús y Gregorio Marañón trabajaron con familias y Marsi Bionics. Por lo tanto, estuvieron involucrados en el ensayo clínico en el que participaron alrededor de 50 familias para garantizar la seguridad y la eficiencia de «explorar».
El jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital de la Universidad de Gregorio Marañón y presidente de la Sociedad de Rehabilitación Española Inglaterra, Olga Arroyo, dijo que se habían realizado ocho sesiones con « explorar » en el entorno familiar, los alrededores y en las escuelas, en un El 53% de las oportunidades probadas en el interior y el 47% afuera. Por lo tanto, se valoró que el dispositivo era seguro, porque no hubo un efecto adverso grave y la satisfacción obtenida se tradujo por una puntuación de cuatro en cinco.
Con estos resultados, que subrayan la seguridad y la facilidad de uso del dispositivo en entornos reales, Arroyo quería mejorar la colaboración entre empresas y profesionales de la salud. «Si no vamos de la mano con todos, el presente de la rehabilitación de los niños no tendrá futuro», dijo.
Por su parte, la madre de Minerva, una niña con parálisis cerebral que participó en los ensayos clínicos de ‘Explorer’ celebró esta innovación, con la que su hija «es muy cómoda» y «aprecia». Señaló que, gracias al exoesqueleto, su hija puede tomar medidas, disociar sus piernas o escalar en un heces para lavarse los dientes. En este sentido, enfatizó que «explorarlo» es una forma de incorporar un tratamiento diario y poder hacer una vida diaria, para que integre a los niños y les brinde una oportunidad.
El desarrollo de este exoesqueleto para uso personal fue posible gracias a una inversión total de 2.2 millones de euros de fondos europeos para la próxima generación de la UE. Marsi Bionics recibió 903,313 euros a través del CDTI, mientras que el CSIC tenía 789,303 euros del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Los hopitales de la comunidad de Madrid, que era parte del consorcio, recibió 664,072 euros de estos fondos.
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