Kim Jong-Un estrena un nuevo buque de guerra lanzamisiles

Corea del Norte se ha dotado con una nueva unidad naval para su marina de guerra que, según ha difundido su gobierno, «está equipada con las armas más poderosas». Aún no ha trascendido un nombre, pero sí que el nuevo buque entra en el formato de los destructores multipropósito, cada vez más presentes en el mar de China en un clima de creciente tensión geoestratégica.
El líder norcoreano, Kim Jong-Un, ha presidido el acto de botadura del buque de guerra, publicitado por los medios oficiales del país. El nuevo destructor buscaría fortalecer el poder marítimo de su Ejército, según ha publicado la agencia de noticias norcoreana KCNA.
El nuevo destructor norcoreano / KCNA
Se trata de un buque de 5.000 toneladas en cuya construcción, en el astillero naval de Nampho, se han empleado 400 días de trabajo, según las informaciones oficiales, en este caso referidas a Chun Ryong, secretario del gobernante Partido de los Trabajadores. La ceremonia se organizó con fines propagandísticos este viernes, en la fecha del 93º aniversario de la fundación del Ejército Popular Revolucionario, base del régimen de Corea del Norte.
Rearme y tensión
El dictador norcoreano declaró que este destructor «fortalecerá la defensa integral de la soberanía marítima de Corea del Norte y servirá como un importante punto de partida en el camino hacia un poderío marítimo avanzado«.
Pero de la botadura al funcionamiento operativo todavía tiene camino que recorrer Corea del Norte. Faltan labores, entre otras, de dotación de armamento para el nuevo buque, que presenta en su cubierta 20 celdas para lanzamiento de misiles y, en popa, espacio habilitado para la capacidad de portadrones o pista para helicópteros.
Esa pista está presidida por una efigie de Kim Jong Il, padre del actual mandatario norcoreano, en relieve fijada a un mamparo.
La difusión de esa novedad de la marina de guerra norcoreana se ha producido en la misma jornada en que Pyonyang ha denunciado como una amenaza el despliegue de bombarderos B-1B en la base aérea estadounidense de Misawa (Japón). Para Corea del Norte es un signo del «asentamiento permanente de los activos estratégicos de Estados Unidos en la profundidad de la región Asia-Pacífico».
Un comunicado difundido por la agencia oficial KCNA advierte de que «las maniobras estadounidenses para destruir la paz y la estabilidad serán objeto del debido contraataque». En el mismo comunicado, el régimen de Kim Hong-Un denuncia que las maniobras militares que Estados Unidos ha realizado con sus aliados con bombarderos B-1B en el espacio aéreo de la península de Corea han llevado «la aguda confrontación militar en la península coreana a la peligrosa fase de conflicto».
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