Deportes

la conexión que salvó a Cavani, igual que a Baggio abrazar el budismo

la conexión que salvó a Cavani, igual que a Baggio abrazar el budismo
Avatar
  • Publisheddiciembre 11, 2025



Ronald Araújo No fue a una clínica de lujo ni a un spa de moda. Esta semana, el centro Barcelona tomó un vuelo a Tel-Aviv comenzar una peregrinación espiritual a través Tierra Santadejando atrás el ruido mediático de Cataluña y la presión del fútbol de élite.

El zaguero uruguayo, profundamente religioso, visitará Nazaret, Belén Y Jerusalén Durante varios días con un objetivo claro: encontrar la tranquilidad y reencontrarse emocionalmente después de semanas devastadoras que le llevaron a solicitar un permiso especial al club para desconectar.

El viaje no es fruto de la casualidad. Araújo acaba de cometer errores defensivos decisivos liga de campeones tuvo un profundo impacto en él. El más reciente ocurrió en Puente de Stamford frente a el Chelsea, donde una expulsión por doble amarilla tras derribar a un rival lo devastó.

Pero este episodio fue sólo la gota que colmó un vaso de presión ya lleno. Hace años, en los cuartos de final de la Liga de Campeones contra PSG, Otra tarjeta roja directa tras su error le costó cara. Estos momentos, junto con las recurrentes lesiones y las incesantes críticas, minaron su estabilidad emocional.

El Barcelona no hizo ninguna pregunta. El club acordó inmediatamente dejar que su capitán se tomara un tiempo para cuidar su salud mental. Gerard Piqué, El ex jugador del Barça, apoyó públicamente la decisión de Araújo, recordando que «hay que cuidar la salud mental» y destacando la valentía del central que reconoció que tenía que parar: «Llega un momento que ni siquiera es saludable, y es la única manera de preservar la salud mental».

Cavani en el Muro de las Lamentaciones

Lo que hace único el viaje de Araújo no es que sea un futbolista en crisis. El hecho es que históricamente otros campeones han seguido exactamente el mismo camino espiritual en momentos similares de crisis mental.

Edinson Cavanicompatriota de Araújo, hizo un recorrido casi idéntico a principios de la década pasada cuando jugaba en el equipo Nápoles. Al igual que el central uruguayo, Cavani era un cristiano devoto y eligió Tierra Santa como destino terapéutico. Acompañado de su madre, visitó el Muro de las Lamentacionesel yoiglesia de la natividad En pesebre de navidad y el El camino doloroso En Jerusalén.

En una entrevista con medios uruguayos tras su regreso, Cavani fue explícito sobre lo que buscaba: una conexión espiritual, no un milagro futbolístico. “No fui a Jerusalén para pedir marcar goles, sino por mi fe en Jesús”, explicó.

Cavani, durante su viaje espiritual a Israel

Cavani, durante su viaje espiritual a Israel

Lo que llama la atención es cómo describió la experiencia: «Es increíble poder estar en el lugar donde estaba Jesús, que para nosotros era el mejor. Al principio te sientes un poco extraño, pero te tranquilizas y empiezas a pensar en todo».

Cavani no volvió como delantero redimido. Regresó con el espíritu puro, sin cargas emocionales colaterales, como debería funcionar el deporte.

Cuando el budismo salvó a Baggio

El viaje espiritual más espectacular de la historia reciente del fútbol no tuvo lugar en Jerusalén, sino dentro del país. Roberto BaggioEl italiano “Divino Codino”, se enfrentó a los 20 años a una grave lesión en la rodilla que, según los médicos, le obligaría a retirarse. En lugar de darse por vencido, se convirtió al budismo, el movimiento Soka Gakkai.

Roberto Baggio

Baggio no meditó casualmente. Entrenaba a diario, buscando la paz interior para afrontar una carrera disputada con «una pierna y media», como él mismo admitía. Lo más extraordinario es que esa fortaleza espiritual le permitió superar algo que la medicina deportiva no podía curar: el trauma de haber fallado el penalti decisivo en la final del partido. Copa del Mundo de 1994.

Sin el budismo, Baggio sería recordado como una promesa incumplida. Gracias a ello, se convirtió en una leyenda italiana y un símbolo de superación emocional en el deporte.

Keylor, la fe como protección mental

No todos los retiros espirituales son viajes geográficos. Para Keylor Navas, portero hoy el verdadero madrid Y Costa Rica, la espiritualidad se integró como un entrenamiento mental diario.

Cuando Keylor llegó al Bernabéu se encontró con una presión titánica: competir por un puesto con Íker Casillas, El ídolo del club. Su solución fue radical: leer la Biblia diariamente, organizar grupos de estudio bíblico con sus compañeros y orar intensamente.

No era una religión de escaparate. Era una religión de supervivencia competitiva. Navas atribuye su legendaria habilidad para mantener la calma entre los palos directamente a esta “paz espiritual” cultivada fuera del campo.

Keylor Navas, durante su estancia en el Real Madrid

Keylor Navas, durante su estancia en el Real Madrid

EFE

“Mi fe es lo más importante”, dijo en entrevistas. “Tener una relación personal con Dios, poder hablar con Él, orar por las cosas y sentir que Él responde… es lo más hermoso que me ha pasado”. Un portero sin ansiedad es un portero imbatible. Navas lo demostró ganando tres Ligas de Campeones seguidas.

Escapa del ruido para encontrarte a ti mismo

Lo que une a Araújo, Cavani, Baggio y Keylor Navas no es la religión concreta. Es reconocer que en el fútbol de élite el mayor enemigo no está delante de ti en el campo, sino en tu cabeza.

Y a veces la respuesta que buscas no viene de un psicólogo deportivo, sino de un muro milenario, una meditación diaria o un grupo de estudio bíblico.

El Barcelona gastará millones en fisioterapia para Araújo. Tendrás acceso a los mejores científicos del deporte. Pero lo que necesitaba el centro no se podía adquirir en ninguna clínica. Tuve que viajar a Tierra Santa para recordarme que hay algo más que 90 minutos, que un error defensivo, que una crítica mediática.

Cuando Araújo regrese de Israel, se puede esperar que traiga lo que Cavani encontró en Jerusalén: paz. Lo que Baggio descubrió mientras meditaba: raíces profundas. Lo que Keylor encontró en la fe: protección emocional. El fútbol puede esperar. La mente, no.



Puedes consultar la fuente de este artículo aquí

Compartir esta noticia en: