La dureza del Dakar te la marca lo que te va pasando; cuando ves a un piloto tirado en el suelo piensas muchas cosas
No ha sido el Rally Dakar soñado por Javi Vega (Madrid, 1985). El piloto de la factoría Kove ha visto como la carrera más dura del mundo le daba una vez más la espalda. Esta vez no han sido los problemas de salud, a pesar de que ha estado muy lastrado por un accidente, sino una primera semana aciaga en cuanto a la navegación se refiere.
El piloto de Pont Grup llegaba a la cita saudí en un momento trascendental de su vida deportiva. Dejaba atrás una importante etapa con Yamaha marcada en gran medida por los éxitos y estrenaba nueva montura con la firme convicción de poder demostrar que las ‘motos chinas’ también son para el Dakar.
Sin embargo, una primera semana aciaga le ha impedido cumplir con el objetivo de luchar por el podio de la categoría de Original by Motul. Tras recibir semanas antes del inicio de la prueba la noticia de que podría competir por su división, abandonado su papel de embajador, tomó la salida en Bisha confiado de sus posibilidades. No obstante, rodar demasiados días entre el polvo de la cola de la caravana y los fallos en cadena del roadbook electrónico le hicieron perder a las primeras cambio un tiempo demasiado valioso.
Con varias horas perdidas en la mochila, Javi Vega tuvo que cambiar el chip por el camino y plantearse la carrera de una forma diferente. Además, una dura caída y un fuerte golpe en las costillas en el ecuador de la prueba le hicieron encender el modo supervivencia mucho antes de lo esperado. Pero a pesar de todos los contratiempos, el esquiador español no perdió la sonrisa y siguió remando para colgarse una nueva medalla de finisher, la séptima en su carrera.
Otro Dakar completado y nuevas anécdotas al zurrón, como la de encontrarse a su amigo Lorenzo Santolino tirado a unos pocos metros de la meta en la etapa 10 tras quedarse sin gasolina. Su papel de buen samaritano permitió al de Sherco finalizar el Dakar tras quedar exhausto. Ahora, mientras regresa al desierto para disputar la Saudi Baja Arabia Saudi SAMF, primera prueba del Mundial de Bajas 2025, Javi Vega atiende a EL ESPAÑOL para analizar lo que ha sido un Dakar demasiado extraño y lo que parece que será un futuro algo incierto en el entorno de Kove.
¿Ha sido un Dakar especialmente duro?
Hemos tenido frío cada día. Me ha matado la climatología. Hay años que te llueve, años que te hace calor y otros que te hace mucho frío. No le pillo el truco al país la verdad. El primer año nos pilló en pelotas porque no esperábamos ese frío.
Ahora sí que vamos más abrigados, pero es muy desagradable. Quieres ir al desierto a las dunas, pero sigue haciendo frío. Y por las mañanas es horrible. El día que nos pararon y anularon media etapa nos diluvió todo el viaje y con mucha niebla. Se hace raro. Los que dormimos en tienda de campaña se pasa todo el día empapada. Es muy incómodo.
¿Quién transporta la tienda en la que duermes cada día? ¿Eso cómo va de una etapa a otra?
La organización, por eso para ellos nuestra categoría es la peor. Normalmente llevan dos camiones, pero este año han metido uno más. Solo para nosotros, para unos 30 o 40 pilotos. Nos llevan la tienda de campaña, el saco de dormir, el colchón que tenemos, la maleta, la caja con las herramientas y las ruedas. Porque luego la mecánica la hacemos nosotros. Entonces para la organización es un jaleo importante.
Y lo peor de todo es que eso va todos los días lleno de polvo y arena, ¿no?
Otra cosa que… Creo que sólo hemos tenido un día de asfalto, de dormir sobre algo duro. Pero los últimos días en el Empty Quarter que fueron dos bucles dormimos sobre unos 10 centímetros de fesh-fesh, donde poníamos la tienda. Entonces a nada que te instalabas estaba todo lleno de arena. Dejabas la ropa del día siguiente y todo como nuevo y cuando te levantabas estaba todo lleno de arena. Y decías, pero ¿por dónde entra esto?
Pero bueno, al menos Dakar completado.
Sí, un Dakar más. Ha sido un Dakar largo. Al final la dureza de los Dakares te la marca lo que te va pasando. Yo el año pasado sufrí mucho porque el segundo día me hice un corte muy profundo en la pierna y lo fui arrastrando. Pero si tienes un Dakar donde la moto es nueva, no se rompe, no te da problemas y no te caes, por duro que lo pongan lo vas haciendo más o menos. Lo que sí he notado es que han sido muy largas la especiales.
Sí porque la primera semana casi no habéis tenido enlaces, todo era especial.
Aquí es que ha habido una cosa. Muchos pilotos se quejaban de los enlaces largos y han dicho pues recortamos enlaces y metemos más kilómetros de especial. Y yo si te digo la verdad no sé lo que prefiero. Porque prefiero ir por carretera pensando en las musarañas que tantas horas concentrado en el roadbook. Eran muchas horas y se hacía largo mantener el ritmo.
Y no sé qué ha pasado este año con las tablets que iban fatal. No funcionaban muy bien. Han dicho que era un tema de la humedad. Se habían encontrado los mandos con agua dentro y eso perjudicaba a la tablet. Nos decían que no laváramos las motos con agua a presión, pero yo tampoco lavé la moto ni un día. Pero bueno, como ha estado lloviendo mucho, la niebla de por las mañanas…
Pero es que yo en la primera semana ya había cedido una hora respecto a los primeros de Original por las pérdidas que me generaba. Y claro, no te devuelven tiempo ni nada. Hasta que no me cambiaron la tablet y pusimos todo en orden no pude dar gas y eso ya era la segunda semana. Yo tuve muchas pérdidas también… Ha sido un poco raro.
Al final vas sumando tiempo y vas sumando tiempo y te alejas mucho del objetivo. Se hace más dura la carrera así, ¿no? Cuando ves que no vas a llegar a lo que te habías fijado deportivamente y te quedan tantos días de carrera… ¿Cuesta motivarte?
Sí, yo iba ya en modo supervivencia. Pierdes un poco el ritmo. Encima sales atrás, ves que los coches te empiezan a pillar y te sientes mal. Yo en la primera semana tuve muchas pérdidas, eso me hacía ir entre polvo todo el día e incluso me perdía más. Era un círculo del que no podía salir. Y te pilla un coche, se hace de noche… Pensabas ‘ahora ya sí que me voy al fondo’. Hay mucha diferencia cuando vas delante, vas solo, sin polvo y sin nada. Por eso este año he notado mucho las etapas que ibas separado de los coches. Eso está muy bien. Nos ha gustado mucho a todos.
Te aparecían las huellas de los coches y te creías que ibas bien. Te ponías a seguirlas, te relajabas y se te iba la cabeza.
Da un plus de seguridad, ¿no? Saber que no te va a venir nadie por detrás y que puedes ir más tranquilo.
Hay que pillarle un poco el truco. Porque hay zonas donde los caminos se cruzaban. De repente te aparecían las huellas de los coches y te crees que vas bien, te pones a seguir la huella, te relajas y se te iba la cabeza. Y te perdías más. Pero ha dado mucha seguridad. También se ha notado que este año no había quads, que son cuatro ruedas igual y dejan una marca parecida. Y para adelantar a un quad… Los que iban delante otros años iban a mi ritmo y levantaban también mucho polvo. Todo son dificultades.
Este año llegabas con ilusiones renovadas y con un proyecto nuevo. ¿Qué tal la primera toma de contacto con la Kove en el Dakar?
La moto va muy bien. Tiene una base increíble. Aunque es verdad que está en pleno proceso de desarrollo. Y ha tenido fallos tontos. Por ejemplo, por hacerla más ligera, se le puso tornillería de titanio. En España se puede poner tornillos de titanio, pero en el Dakar eso se parte. Y un día partí la torreta del manillar. Entonces le tuve que poner tornillos normales. En eso no hay que experimentar, hay que copiar lo que funciona.
Sí que es verdad que la moto pesa entre 6 y 8 kilos menos que la KTM, por ejemplo. Pero hay que pensar si es contraproducente. Al final te faltan esos 8 kilos que salen de tornillería buena y remates. Pero a nivel global ha sido muy buena. Solo el último día se me rompió el motor de arranque y tenía que arrancar empujando. Pero el resto no he tenido ninguna avería así potente ni nada. La mecánica es muy fácil, se puede trabajar mucho sin desmontar los depósitos y no ha habido nada raro.
Claro, eso para vosotros es clave porque ahorras tiempo y desgaste.
Totalmente. Y sobre todo este año que he tenido un equipo detrás que me daba información sobre algo que ellos habían roto y yo lo revisaba. Y me decían no te preocupes que te traemos este recambio y lo reparas. Y eso es una maravilla. Sobre todo porque iba un poco con miedo porque no traía muchos recambios este año comparado con lo que llevaba los primeros años con Yamaha, pero claro como ellos están allí lo tienen todo.
Como los que llevan KTM, que pueden salir al camión del equipo a comprar recambios porque es algo que no han podido controlar. Pueden controlar el tema de las ruedas porque les hacen marcas, pero nadie puede controlar si sales y vas a comprar un paramanos para no llevarlo en la caja. Entonces este año lo que han hecho es abrir la veda y permitir comprar fuera si tienes dónde. Y luego montarlo dentro del campamento de Original. Lo que no dejan es cambiar el motor. Se puede, pero te sacan de las clasificación.
¿A nivel de ritmo y de velocidad, cuando has podido dar gas, te has sentido a gusto con la moto?
Cuando he podido y cuando he llevado la navegación bien, sí. La primera semana fue terrible porque no encontraba el ritmo y no podía correr. Luego tuve una caída antes del día de descanso que me hizo ir con miedo. De hecho todavía sigo con las costillas un poco tocadas. Pero cuando he podido apretar hemos estado ahí. En Kove lo iban vigilando todo y he estado en parciales el 21, el 23, el 25… Así que más o menos íbamos en el sitio.
¿Te ha penalizado mucho esa caída?
Bastante, bastante. Me quedaba sin fuerzas. La última semana iba medicado todo el día. Encima eran dunas que tampoco es mi fuerte e iba más tenso. Me he notado muy lento la segunda semana.
¿Cómo viviste el día que se cae Tosha Schareina por segunda vez que tú te encuentras a otro piloto tirado en el suelo?
Era un piloto de los de delante. Estaba parado Svitko y otro creo, y nosotros seguimos. Fue una etapa muy rápida, con muchas piedras y que luego al final tenía zonas de navegación. Me gustó la especial porque era rápida, pero era muy peligrosa. Y luego el cambio de ritmo con una navegación parecida a la que hay en España me gustó también, fue de ir muy pegado al roadbook. Hubo mucha gente que se perdió bastante.
Pero cuando ves un piloto ahí tirado en el suelo siempre te planteas muchas cosas. Te impacta. Además, con ese piloto había dormido en la etapa maratón, ya le había visto cojear y tomar pastillas, y cuando le vi en el suelo piensas de todo. Pero bueno, creo que no se hizo mucho. Aunque tú ya le ves con el suero puesto, tapado con las mantas y te imaginas lo peor. Aunque es verdad que este Dakar no ha habido muchos accidentes.
Ha habido este año mucha polémica con los accidentes en coches con pilotos a los que han mandado para casa como Laia Sanz, Carlos Sainz o Sebastien Loeb por pequeños daños en los coches, pero en motos se tiene menos en cuenta la seguridad. Sois los que más os la jugáis y es habitual que un piloto salga con un hueso roto o con muchos golpes.
Yo creo que miran más la seguridad a nivel del vehículo. Yo creo que si un piloto o un copiloto se rompe por ejemplo una mano, ni se enteran. Yo recuerdo un año que un piloto de Original rompió una botella de la horquilla y se le salía el aceite. Y le dijeron que así no podía salir. Él decía que le ponía cinta americana y lo arreglaba, pero le dijeron que no, que a ver si iba a salir el muelle disparado y le mandaron para casa.
Creo a nivel de sistemas de seguridad miran por igual en coches y en motos. Por ejemplo, ha habido pilotos que han roto el depósito de la gasolina y no les han dejado llevar gasolina en una botella o en un camelback. La historia es que no se den cuenta si pasa algo.
Pero por ejemplo, el piloto que viste, si ya se había dado un golpe e iba medicado, quizás no iba en sus mejores condiciones, ¿no? Y eso también es seguridad.
Ya, eso es verdad, pero allí va todo el mundo cojeando todo el día. Es un campamento de guerra. A mí el año pasado me iban controlando que no tuviera infecciones porque estaba con antibióticos. Porque en el momento que se hubiera complicado seguramente me hubieran dicho que no podía seguir. Pero bueno, ya te digo que todo el mundo va vendado por todos lados. El año pasado había un piloto que iba con el ojo morado…
¿Cómo fue el momento en el que te encuentras a Lorenzo Santolino con su moto parada, completamente exhausto y penando por llegar a la meta?
El pobre estaba que no podía más. Se había quitado la camiseta, llevaba un camelback arrastrando y sin agua. Y le digo tío que vas sin agua. Y me dice no tranquilo que es el segundo. Yo lo que no me podía creer es que nadie le ayudara y le empujara. Pero es que realmente la gente que va delante no puede parar aunque quieras.
Y menos mal que ‘Loren’ está muy fuerte. Le quedaban 100 metros, pero con un palmo de arena, intentar sacar la moto y arrastrarla por ahí, era inviable. Yo le decía, te ayudo, pero por favor respira que te va a dar algo. Y le decía descansa que mañana vuelves a tener jaleo. Estuvo curioso la verdad, fue buena anécdota. Pero él hubiera hecho lo mismo.
A nivel general, ¿te vas satisfecho del Dakar?
Puedo decir que me he ido de Arabia medio entero. Me voy con la sensación de que la moto me gusta. Creo que tiene posibilidades. Pero a nivel de recorrido me cansa un poco. Ya son seis años en Arabia Saudí y es lo mismo de siempre. Aunque cambian cosas es todo igual. Piedra, arena, cañón… No cambia mucho.
Por ejemplo, la etapa 48 Horas me moló mucho más la del año pasado del Empty Quarter. Van probando catering nuevos y comidas diferentes, pero la del año pasado fue mejor y más divertida. Te hacías tu fuego y te calentabas tus cosas. Este año ha sido más preparada.
Te veo muy quemado con Arabia Saudí (risas). ¿Te planteas no ir algún año al Dakar de los que quedan allí o si tienes la opción de ir, tienes que ir?
Si puedo ir, iré. Al final no depende de mí. Depende de la organización y ya están confirmados otros cuatro años. Así que no me queda otra. A ver si se plantea lo de la carrera esta en África que puede ser una opción a futuro. Pero de momento no. Quiero aprovechar lo de Kove porque no sé lo que durará y cómo será el plan. De momento se han ido del Campeonato del Mundo de Supersport 300.
Y en esta situación, ¿qué tienes ahora mismo pensado para 2025?
En principio, me han dicho que el plan sigue igual. Voy a hacer el Campeonato de España y voy a hacer la Basella Race con la de 800cc. Y luego quiero hacer el Mundial de Bajas. Pero a lo mejor en un tiempo me dicen que no. Yo realmente quiero hacer el Mundial porque hay tres carreras por aquí, en Arabia Saudí, Qatar y Abu Dhabi, y de cara al Dakar siguiente lo agradecería porque como me hace falta mucha arena… Quiero hacer más dunas con esta moto.
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