La extrema derecha europea celebra el ataque de Trump a la UE
La nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos no solo describe a Europa como una civilización al borde del colapso: también reafirma los vínculos que Donald Trump mantiene con la extrema derecha europea desde su primer mandato, unas alianzas que hoy considera la única esperanza del continente y aliadas para avanzar su agenda. Pero aunque estas formaciones comparten buena parte del ideario trumpista —sobre todo en materia de inmigración—, han acogido el elogio con matices. Si bien celebran la ofensiva contra las estructuras de la Unión Europea (UE), la injerencia estadounidense choca con el ultranacionalismo que ellos mismos fomentan.
[–>[–>[–>«Trump cree que solo atacando conseguirá lo que quiere, pero se equivoca», afirma a EL PERIÓDICO George Lombardi, exasesor de campaña de Donald Trump. «Hay gente en su equipo que sí entiende lo que pasa en Europa, pero Trump no les escucha», añade este empresario y filántropo italo-americano, residente de Palm Beach, donde alterna a menudo con el presidente. A su parecer, el mandatario se beneficiaría de seguir el criterio de su secretario de Estado, Marco Rubio. Sin embargo, contrasta, su círculo inmediato está restringido a figuras leales, muchas de su propia familia, que no le llevan la contraria.
[–> [–>[–>Lombardi insiste en que el mensaje de Washington debe leerse en clave institucional. «Todo el mundo, desde Nigel Farage en Reino Unido hasta Giorgia Meloni en Italia, sabe que no es un ataque a ellos ni a los ciudadanos europeos, sino a las instituciones de la UE. Los únicos que deben ofenderse son los burócratas», sostiene, y asegura que así se lo han tomado los líderes ultraconservadores europeos con los que mantiene contacto. Por eso, insiste, sigue habiendo «apetito de colaboración en antiterrorismo, defensa e industria», según el exasesor que llevó a Marine Le Pen a EEUU por primera vez en 2001 para participar en los homenajes posteriores a las Torres Gemelas y de nuevo en la campaña de Trump 2015, cuando fue su invitada en la Torre Trump, donde él mismo residía.
[–>[–>[–>
Marine Le Pen junto a George Lombardi, en un homenaje a las víctimas del atentado del 11 de septiembre contra el World Trade Center / Cedida George Lombardi
[–>[–>[–>
Europa como ‘tonto útil’
[–>[–>[–>
Los expertos señalan la ausencia de un proyecto coherente que unifique a estas formaciones más allá de la oposición a Bruselas. “No hay un proyecto ideológico común. La extrema derecha europea es un ‘tonto útil’ para Trump», explica a este diario Héctor Sánchez, investigador principal del CIDOB, sugiriendo que el presidente estadounidense instrumentaliza sus victorias culturales y electorales para acelerar su propia agenda geoestratégica.
[–>[–>[–>Lo cierto es que la percepción de Trump en Europa tiene un fuerte componente emocional. Mientras Francia y España tienden a considerar a Trump un «enemigo», Italia y Alemania lo perciben como un actor neutral, y Polonia vuelve a destacar con un 33% que lo ve como un «amigo», todo según una reciente encuesta del instituto francés de encuestas ‘Le Grand Continent’.
[–>[–>[–>
Sin embargo, si los europeos están de acuerdo en algo es en el rechazo a cómo la UE defendió sus intereses comerciales ante Trump, cuando este impuso unos aranceles del 15%. El 77% de los europeos expresa «decepción» con la gestión de Bruselas en su relación con Washington, y el 52% afirma sentirse «humillado» tras el acuerdo comercial del verano.
[–>[–>
[–>«Como presidente del mundo libre, da un marco que ellos aprovechan, sobre todo para justificar políticas antiinmigración», señala. Su lectura apunta a una paradoja: la ultraderecha europea extrae rédito político del respaldo estadounidense, pero se topa con limitaciones culturales y estratégicas. «Francia tiene una tradición antiamericana; no pueden celebrar en exceso lo que diga Trump», recuerda Sánchez.
[–>[–>[–>
«Soy francés, no estoy feliz con el vasallaje, y no necesito un hermano mayor que decida el destino de mi país», ha dicho Jordan Bardella, al frente de Reagrupamiento Nacional. Mientras, Alternativa para Alemania (AfD) ha recibido las palabras de Trump como un espaldarazo político: «Esto es un reconocimiento directo a nuestro trabajo», afirmó el eurodiputado Petr Bystron.
[–>[–>[–>Injerencias crecientes
[–>[–>[–>
La estrategia de Trump en Europa resulta reveladora por un motivo más: para la ultraderecha, este documento prueba que «tienen en Trump un fuerte aliado dispuesto a intervenir en su panorama político nacional», explica a este diario Aurelien Mondon, coordinador de la Red de Investigación sobre Políticas Reaccionarias en la Universidad de Bath, Inglaterra.
[–>[–>[–>
La incógnita, advierte el experto, es si esta interferencia resultará beneficiosa para ellos o si, por el contrario, reforzará a quienes se oponen a Trump. «Esto podría abrir debates necesarios sobre el papel de la injerencia extranjera, las donaciones políticas y el estado del ecosistema mediático», señala.
[–>[–>[–>
El apoyo a Trump varía drásticamente de un país a otro: Italia se sitúa entre los más favorables (28%), donde Meloni se exhibe con él, adelantando al que había sido históricamente su primer aliado a este lado del Atlántico, Reino Unido (22%). El apoyo es más moderado en Francia (18%) y en España (16%), mientras que Dinamarca cae a mínimos (6%), todo según una reciente encuesta de YouGov.
[–>[–>[–>
El riesgo es que estas dinámicas se desarrollen en un momento en que “las instituciones democráticas están extraordinariamente debilitadas y la amenaza es inminente: nos acercamos a un punto de ‘ahora o nunca’ para la democracia en Europa y más allá», concluye Mondon.
[–>[–>[–>
Suscríbete para seguir leyendo
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí