La Fórmula 1, Pink Floyd y París 2024 tienen algo en común: estructuras firmadas por NUSSLI
Trece mil personas que acudan entre hoy y el domingo al Gran Premio (GP) de Fórmula 1 del Circuit de Barcelona-Catalunya (Montmeló) se sentarán en sus gradas. De hecho, cada año, sus asientos dan lugar a 350.000 visitantes de eventos y exposiciones internacionales repartidos por todo el mundo. La Exposición Universal de Osaka, el Torneo del Conde de Godó en Barcelona, los Juegos Olímpicos de París o el emblemático concierto de The Wall, de Pink Floyd en Berlín (1991), son algunos ejemplos.
Detrás, aunque sea de forma “efímera”, está NUSSLI, una multinacional suiza que emplea a 425 especialistas en una actividad muy concreta: montar y desmontar estructuras en el menor tiempo posible. Es lo que se conoce como infraestructuras efímeras, es decir, una construcción modular, industrializada, que adapta espacios para acoger a un número extraordinario de personas (estructuras para eventos), pero que también monta edificios a medida para el cliente en un tiempo récord (proyectos especiales).
Nussli estableció el escenario y la decoración de la gira «The Wall» de Pink Floyd en Berlín. / Mark Fisher y Jonathan Park, 1990.
La sede catalana es la más grande de España
Esta distinción conforma las dos ramas de negocio de NUSSLI, aunque ambas aportan el mismo volumen de negocio. “El año pasado facturamos 300 millones a nivel global, de los cuales 60 millones, un 20%, provienen de España”, explica Luis Herrero, director general de la compañía en España.
Desde su sede central en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona), coordina el resto de delegaciones en Valencia y Madrid. El centro catalán, con 40 empleados, es el más grande y aglutina el 65% de todos los trabajadores en España. “Aquí tenemos 11.000 metros cuadrados para almacenar, exportar [un 20% de su negocio en España depende de la exportación] e intercambiar recursos con el Central en Suiza ”, se mueve Herrero. Fabricación, no, ya que, como son construcciones industrializadas, con dos centros de fabricación tienen suficiente.
80 años de experiencia
La historia de NUSSLI arranca en 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando el carpintero suizo Heini Nüssli empezó a construir andamios de madera para pequeñas competiciones deportivas locales. Lo que nació como un oficio artesanal ha terminado convertido en una compañía global que diseña, produce y monta más de 1.500 proyectos al año en todo el mundo. El salto de escala vino cuando comenzaron a especializarse en estructuras desmontables, pensadas para durar días o semanas y resistir aforos masivos sin perder seguridad ni estética. “Nuestra gran ventaja es la capacidad de montar lo que el cliente necesita en tiempo récord y desmontarlo sin dejar huella”, resume Herrero.
Este enfoque modular ha sido clave para posicionarse en sectores tan exigentes como el deportivo, donde cada torneo o gran premio tiene un calendario cerrado, unos requisitos técnicos estrictos y un margen de error nulo. “Competimos por segundos”, añade el director de NUSSLI en España. Y no solo por los plazos de entrega: también hay una carrera paralela en términos de costes, sostenibilidad y capacidad de innovación.
El pabellón con el que el sistema central de Kazajstán se presentó en la Expo Dubai 2020, realizada por Nussli, ganó la plata en la categoría temática «Interpretación». / NUSSLI
Un sector atravesado por el coste de las materias primas
El mercado global de las infraestructuras efímeras está en plena transformación. Como explica el director, el sector de los grandes eventos —deportivos, culturales y corporativos— se está recuperando tras el parón de la pandemia con una intensidad inédita, lo que está acelerando la demanda de soluciones temporales y adaptables. A ello se suma una presión creciente por la eficiencia, en un contexto de costes al alza.
“El reto más importante ahora mismo son los precios. Las materias primas se han encarecido mucho desde el COVID y no han vuelto a los niveles anteriores”, reconoce Herrero. A esto se añade el incremento de los salarios técnicos que, aunque refleja una mayor profesionalización del sector, también compromete la rentabilidad de algunos proyectos. Pero si hay un problema transversal que comparten todas las sedes del grupo, es la falta de mano de obra cualificada: “Encontrar gente especializada en estructuras modulares o montaje industrial es cada vez más difícil”.
Expansión y fútbol: a la cabeza
Por regiones, el foco está puesto en Estados Unidos y México. «El año pasado abrimos una nueva sede allí, NUSSLI Américas». Otra zona caliente está en Medio Oriente, con Arabia Saudí a la cabeza debido a las grandes competiciones y eventos que se están realizando. En cuanto a China, «lo estamos estudiando», y en Europa ven signos de estancamiento. «Tras la finalización de grandes eventos como la Eurocopa y las olimpíadas de París, vemos un parón en nuestro nicho», revela Herrero. Por último, el norte de África, con Marruecos, también es una zona relevante, aunque allí no tengan una estrategia de consolidación.
Lluís Herrero, director de Nussli Iberia, durante la construcción del estadio temporal de La Rosaleda (Zaragoza) / Miguel Ángel Gracia
Donde sí la tienen es en España. “Estamos mirando con buenos ojos a Andalucía, es una de las comunidades más dinámicas en estos momentos”, cuenta Herrero. Por sectores, apuntan al fútbol, con proyectos pioneros como el del campo de fútbol de La Rosaleda, en Zaragoza. “Se nos pidió la construcción de un campo de fútbol temporal de 20.000 plazas completo, desde las gradas, el césped, hasta las cubiertas, los ingresos, los vestuarios y zonas de hospitality”, relata el director. “Es un ejemplo de cómo pueden renovarse las estructuras, ahorrando costes y aumentando la seguridad de trabajadores y asistentes”.
—¿Algún evento al que aspiráis llegar?
—A medio plazo, los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028 y el Mundial de 2030.
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