La opa de BBVA-Sabadell y el intervencionismo espurio
El 11 de mayo, publiqué un artículo de opinión que titulado ‘Bbva-Banco de Sabadell, OPA y Populismo’, en el que grabé mi sorpresa (que fue y sigue siendo la de muchos observadores dentro y fuera de nuestras fronteras) … Debido a la velocidad con la que el gobierno de Pedro Sánchez decidió organizar una consulta pública sin precedentes sobre una operación previamente autorizada, con remedios y cargas significativas Comisión del mercado nacional de competencia (CNMC), después de un análisis largo, minucioso y muy profesional de la misma. Describí entonces dije una encuesta como Oscuro Por naturaleza, etéreo en términos de sus propósitos y sus destinatarios, y con respecto a un tema de una obvia sofisticación técnica, legal y económica, cuya comprensión no estaba disponible para nadie.
Lógicamente, el resultado de esa consulta es cualquier cosa menos solvente y creíble. De hecho, de las 348,600 respuestas recibidas, el ministerio en sí solo ha podido dar «válido» » 65,900 de ciudadanos y diversas entidades. Y de ellos, solo más del 20% solicita aún más medidas intervencionistas que las impuestas por el CNMC. Todo perfectamente transparente y científico, como se ve. A pesar de esto, el Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido (o sería más apropiado decir que no ha tenido otro que decidir?) Evitar que la fusión de ambos bancos no intervenga al menos 3 años, extensible a 5, período durante el cual BBVA y Banco Sabadell deben mantener la personalidad legal y la herencia legal separadas. Y todo esto, independientemente de la voluntad de los accionistas de ambos bancos, de placer con las condiciones otorgadas por el CNMC en abril pasado, y de la opinión claramente favorable de que los mercados, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea tienen sobre esta operación. La explicación dada por el gobierno para justificar dicha intervención, inadecuado de un país miembro de la Unión Europea y sujeto al patrimonio comunitario, es la supuesta preservación del Manido, pero nunca se explica convenientemente «interés público».
En un contexto económico y geopolítico como el actual, con un comercio internacional sujeto a las fluctuaciones e incertidumbres de la política arancelaria estadounidense, tan inmejorable y caprichosa como la que lo aleja de Washington; Con guerras al lado de nuestra puerta (Ucrania) y en el siempre explosivo cerca del este, que veremos qué consecuencias también tienen para nosotros, y con una China todos los días más poderosa e influyente, pero también menos transparente en la gestión de su economía y su política internacional, que se espera de un país como un país como un país como un país como un país como un país como EspañaLo que necesita preservar su buen nombre y el flujo indispensable de inversiones extranjeras para continuar creciendo, es la gravedad comercial, la previsibilidad en las decisiones de sus autoridades y el estricto respeto por el principio de legalidad (que los anglosajones definen como «el estado de derecho»).
Bueno, todo lo contrario es lo que este gobierno ha hecho con su decisión (inducida) de descarrilar la operación BBVA-Banco de Sabadell, en realidad posponiéndola ‘sine die’. Por lo tanto, no es sorprendente que la Comisión Europea, a solicitud de Maria Luisa AlburquerqueEl discreto y eficiente comisionado europeo responsable de los servicios financieros y la unión de ahorro e inversiones, acaba de abrir un procedimiento de infracción al gobierno español por los obstáculos impuestos a esta fusión, para comprender que puede haber sido extinguido y que sus acciones sean contrarias a la libre circulación de capital. Y, en efecto, la intervención de un gobierno europeo en transacciones como la que está en cuestión debe justificarse, proporcionada y basada en la preservación del interés general (que obviamente dijo que el gobierno no puede definir por sí solo y como lo conviene).
Concluyo esta segunda entrega con Algunas preguntas Que dejé que los lectores respondan con la clarividencia que es tuyo, aunque no brillaré mi propia respuesta. Con los precedentes anteriores, con esta palmaria, la no observancia de los principios básicos en una economía moderna seria y la imprevisibilidad de aquellos que la dirigen, con un gobierno también rodeado de acusaciones muy serias de corrupción que llegan al propio Moncloa, qué grupo comercial, qué gran Inversor internacional ¿Va a invertir seriamente en esta España donde, porque no, no hay presupuestos estatales desde 2023? ¿Cómo se explica que una economía que «va como un cohete» (Sánchez ‘Dixit’) está actualmente ayudando a una desaceleración salvaje de las inversiones provenientes del extranjero)? Y dado que la consolidación bancaria dentro de la UE no solo no es innuctable, sino indispensable dado el contexto internacional al que se mencionó anteriormente, no sería mejor que los bancos españoles participen en esa consolidación bancaria Siendo que compran en lugar de ser optado?
La triste realidad, afirmé, es que el fugitivo Puigdemont, de su cómoda madriguera de Waterloo (como lo visitan los personajes como confianza como Cerdán y José Luis Rodríguez Zapatero, entre otros) desafortunadamente marca el pase del colchón de Moncloa y la protección que, por el momento, ofrece saltos por el aire. Y esas son palabras y riesgos principales.
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