La pubertad no ha cambiado nada desde la Edad de Hielo
Una investigación antropológica se centró en el análisis de fósiles del Paleolítico de humanos de entre 10 y 20 años de edad, buscando determinar las características de la pubertad en la Edad del Hielo: a diferencia de aquello que se creía hasta el momento, los resultados muestran que el paso de la infancia a la edad adulta tenía condiciones similares en ese período histórico a las que se viven en la actualidad.
Un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Victoria, en Canadá, la Universidad de Reading y la Universidad de Liverpool, en Reino Unido, junto a expertos de instituciones de Francia e Italia, concluye en un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Human Evolution que la pubertad de hace 25.000 años atrás no era muy distinta a la que se vive actualmente: el hallazgo rompe conceptos establecidos sobre esta etapa clave de la vida en las sociedades antiguas.
Habitualmente conocido como la Edad de Hielo, el período Paleolítico tuvo lugar durante la fase temprana de la Edad de Piedra, cuando los humanos fabricaban herramientas y armas de ese material. Los investigadores analizaron los dientes y los huesos de 13 individuos paleolíticos que murieron en la adolescencia hace unos 25.000 años, con edades que oscilaban entre los 10 y los 20 años, intentando identificar la realidad de la pubertad en ese momento de la historia humana.
Un nuevo enfoque
Los científicos desarrollaron una técnica para evaluar la mineralización de los caninos y la maduración de los huesos de la mano, codo, muñeca, cuello y pelvis en los restos fosilizados, para identificar la etapa de pubertad alcanzada por el individuo en su momento de muerte. Según una nota de prensa, los investigadores estimaron que para la mayoría de los casos analizados la pubertad había comenzado sobre los 13,5 años de edad, casi al mismo tiemo que los adolescentes actuales.
Hasta el momento, se creía que la vida humana durante la prehistoria era únicamente brutal, violenta y extremadamente corta. Sin embargo, la nueva investigación muestra que estos adolescentes eran en realidad saludables y que tenían experiencias semejantes a quienes atraviesan actualmente ese período crucial de la vida. Los adolescentes alcanzaban la edad adulta completa entre los 17 y los 22 años, en un período similar al actual.
“A veces puede ser complejo conectarse con el pasado remoto, pero todos pasamos por la pubertad, incluso si la experimentamos de manera diferente. Nuestra investigación ayuda a humanizar a estos adolescentes prehistóricos de una manera que no puede conseguirse simplemente estudiando herramientas de piedra. Al analizar áreas específicas del esqueleto, inferimos con nuestra técnica aspectos como el comienzo de la menstruación o los cambios en la voz”, indicó en el comunicado la científica Mary Lewis, autora principal del nuevo estudio.
Cambios más rápidos
De acuerdo a un artículo publicado en Nautilus, aunque uno de los casos analizados fue el de “Romito 2”, un adolescente estimado como hombre y el primer individuo conocido con una forma de enanismo, la mayoría de los esqueletos muestran que los adolescentes ya tenian un rol definido en la sociedad, eran personas sanas y participaban en actividades de supervivencia y alimentación en su comunidad.
Esta característica muestra una forma de integración similar a la que sucede en los grupos africanos de cazadores y recolectores en la actualidad, a partir de una educación más social y extrafamiliar. Los datos también sugieren que los púberes del Paleolítico sufrieron “brotes” de crecimiento similares a los experimentados por los humanos modernos, pero significativamente más cortos que los de los niños medievales, por ejemplo. En otras palabras, maduraron más rápido: los científicos sugieren que los púberes del Paleolítico vivían en un ambiente incluso más saludable que los adolescentes medievales.
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Referencia
An assessment of puberty status in adolescents from the European Upper Paleolithic. Mary E. Lewis et al. Journal of Human Evolution (2024). DOI:https://doi.org/10.1016/j.jhevol.2024.103577
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