la red de neonazis que persigue migrantes por toda Europa
La historia se repite, pero con nuevos nombres y nuevas redes sociales. La derecha europea extrema ha estado utilizando la migración como arma política durante años: Primero con Bulles, luego con odio, y finalmente con violencia organizada. Se presentan como defensores de orden e identidad nacional, pero lo que están haciendo, y con mayor frecuencia, es sembrar miedo y atacar a aquellos que llegan buscando una vida mejor.
La estrategia no es nueva. Hitler ya lo usó Hace un siglo, culpando a los judíos de la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial con la falsa teoría de la «puñalada en la parte posterior». Esa gran mentira sirvió para justificar el antisemitismo y preparar el camino hacia el horror. Hoy, otros líderes y partidos siguen el mismo libreto.
Donald Trump convirtió a los mexicanos en un chivo expiatorio. Los acusó de ser delincuentes, narcotraficantes y violadores. Paralelamente, le dio a Pábulo a Bulos como Barack Obama era musulmán y, por lo tanto, «sospechoso». En Hungría, Viktor Orbán Culpó a George Soros a orquestar una supuesta «invasión migrante» cuyo objetivo sería reemplazar a la población húngara.
En España, Vox Extendió carteles en el metro de Madrid que decía que los migrantes cobraron más de 4,000 euros por mes. Era una mentira, pero dio lo mismo: el mensaje había penetrado.
Estos discursos buscan lo mismo: construir un enemigo. Señale a los que están fuera como el culpable de todo lo que sale mal, desde la inseguridad hasta el desempleo, y así justifica las políticas racistas. Pero lo preocupante es que no permanecen solos en micrófonos o carteles: Ahora actúan violentamente.
En ItaliaEl grupo Ultra ‘Artículo 52’ — Lo que se apropia de la Constitución italiana para justificar sus acciones: se ha registrado por préstamos y patadas a los migrantes que yacen en el suelo. En Reino UnidoLa tensión llegó al punto de que era necesario desplegar 6,000 oficiales de policía para detener a los grupos de extrema derecha que agredieron a un hotel en Londres donde se alojaban los migrantes. Todo comenzó, una vez más, con bulos virales en las redes sociales.
En AlemaniaLos ataques han crecido de manera alarmante: en 2023 se registraron 2.378 agresiones contra los refugiados, casi el doble del año anterior. Hubo 219 heridos. En Chemnitz, en 2018, cientos de neo -nazis literalmente se arrojaron A la «caza extranjera»Como lo llamaron, convocado de foros y grupos de telegrama.
Grecia También ha vivido episodios escalofriantes. En la isla de Lesbos, Ultras atacó a los refugiados entre los gritos de «¡quemarlos vivos!» Varias personas resultaron heridas y los centros de bienvenida tuvieron que ser evacuados. Algunas ONG también fueron atacadas. La excusa, como siempre, era una mezcla de bulos, teorías de conspiración y racismo.
El patrón es claro: los grupos de Ultras organizados en las redes sociales difunden los bulos, señalan a los migrantes como enemigos y llaman acción. Lo que antes eran simples mensajes de odio se han transformado en agresiones físicas, alteraciones de la calle y incendios. Todo con un barniz de «patriotismo» que solo sirve para camuflar la violencia racista.
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