La tragedia griega de Europa
Ahora ha sido Francia quien ha asumido el papel del primer actor anunciando un Proyecto de confianza gasto público 44,000 millones de euros Eso, sinceramente, tiene muy pocos signos de ser aprobado.
La figura, aunque suena rotunda, es en realidad Un balbuceo contra el déficit esperado del 5,8% Para 2024, la segunda más alta en Europa, y una deuda que ya toca el 112% del PIB.
Las medidas, lejos de ser estructurales o regeneradas, son más bien una composición cosmética que busca tranquilizar a Bruselas, calmar los mercados Y, sobre todo, para estirar el horizonte político de un presidente en cuenta regresiva.
Entre las decisiones más coloridas, el gobierno francés propone reducir la cantidad de vacaciones.
Explique a alguien a un trabajador de 55 años, con salario plano durante una década, que puede hacerlo por su país es Trabajar más y descansar menos. Como si el problema fuera la cantidad de vacaciones, y no el costo político de reformarlos.
Debido a que el verdadero dilema no es cuántos días libres hay, pero una vez concedido, cualquier intento de tocarlos se convierte en un ataque al derecho de descanso natural.
Explique a alguien a un trabajador de 55 años, con salario plano durante una década, que puede hacerlo por su país es trabajar más y descansar
La fiesta, en Europa, no es una concesión laboral, es una línea roja cultural, una conquista que ningún gobierno se atreve a cuestionar hasta que no haya más remedio que cortar sin eufemismos.
Y mientras tanto, la realidad se mide en figuras que no se discuten en el parlamento. Francia ya acumula más de 3.300 millones de euros en deuda públicaequivalente a aproximadamente 49,000 euros por ciudadano, incluidos bebés y jubilados.
Pero lo más jugoso no es la cifra total, sino el ritmo al que crece: Más de 2,300 euros en interés … por segundo. A esta tasa, el pago de intereses anuales en 2029 ascenderá a no menos de 100,000 millones de euros.
Ahora recuerdo a Grecia. No porque esté exento de problemas, sino porque ya hizo su catarsis en la primera temporada de este drama europeo.
Entre 2008 y 2012 fue el chivo expiatorio perfecto del FMI, el ejemplo de desechos, la caricatura de lo que Europa no debería ser.
Y sin embargo Todo lo que luego fue criticado en Grecia se replica hoy en las capitales europeas, pero con la misma irresponsabilidad de fondo.
Entre 2008 y 2012 fue el chivo expiatorio perfecto del FMI, el ejemplo de los desechos, la caricatura de lo que Europa no debería ser
Lo que antes era pecado hoy es el pragmatismo. Y lo que anteriormente se impuso austeridad, hoy se disfraza de una disciplina flexible.
Los pobres, cuando se endeuda, es irresponsable. Los ricos, cuando hace lo mismo, es un estadista que protege a su población.
Porque si miras los números con frialdad, el problema no es Francia. El problema es Europa como modelo político y presupuestario; Una unión monetaria sin unión fiscal, con reglas con las que nadie cumple, con castigos que nunca se aplican, y con déficit estructurales en casi todos los países que nadie quiere reconocer.
La sostenibilidad de la deuda ya no es un debate académico, es un hecho aritmético.
El gasto que Francia tiene la intención de reducir no cambia el fondo porque el estado continuará gastando por encima de lo que ingresa, continuará subsidiando modelos sociales inviablesy continuará con una carga de interés que absorberá una parte creciente del presupuesto.
Y mientras tanto, la prima de riesgo apenas pesa, porque el BCE se ha anestesiado en el mercado con años de intervencionismo.
Solo mire 10 años para comprender que el margen se estrecha.
No habrá recortes de tipo esta semana, y probablemente tampoco en septiembre, porque la inflación, hoy anestesiada, no da tregua y porque incluso Lagarde sabe que estimular la economía a un golpe de poco de tipo bajo ya no genera crecimiento, solo la complacencia.
La tragedia griega no era tanto la historia de un país que cayó por gastar demasiado, sino el ensayo general de una Europa que no sabe cómo vivir dentro de sus posibilidades.
Y ahora que el telón vuelve a subir, los documentos han sido invertidos. Grecia está en silencio de los coros, y Francia protagoniza la escena en una voz temblorosa y maquillaje de emergencia.
Alemania susurra de Bambalinas, Italia, improvisa su monólogo, y España, como siempre, espera que no la llamen al escenario.
Pero el público, los mercados, no siempre aplaude. A veces, se va antes del final.
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