La UE podría aumentar un 22 % su producción de defensa sin elevar el gasto si integra su industria militar
La Unión Europea tiene el segundo mayor volumen de gastos en defensa del mundo.Solo detrás de los Estados Unidos. Sin embargo, esta inversión no se traduce en una capacidad militar proporcional. Según un artículo reciente de funciones titulado «Algunas claves económicas para una industria de defensa europea más integrada», la raíz del problema está en el fragmentación de la industria de defensa europea, que limita la eficiencia, los costos de los costos y el desarrollo tecnológico de los frenos. Actualmente, el La producción de defensa industrial se concentra en algunos países: Francia, Alemania, Italia, Suecia y España-, mientras que otras economías como Polonia o Rumania han comenzado a aumentar su peso en el sector.
Sin embargo, existe una notable falta de coordinación entre los Estados miembros, con múltiples sistemas nacionales que compiten entre sí, causando duplicidades, altos costos y poco uso de las economías de escala. Uno de los ejemplos más ilustrativos es que, por Cada sistema de armas producido por los Estados Unidos, la UE genera hasta seis. En el caso de los principales tanques de batalla, la proporción es de 17 a 1. Esta dispersión también aumenta los costos unitarios: fabricar un tanque Leopardo 2A8 En Alemania cuesta 12 millones de euros más que un M1A2 estadounidense.
A esto se agrega otro problema estructural: El gasto de colaboración limitado en innovación tecnológica (I + D). Aunque ha aumentado en un 121 % desde 2017, aún está lejos del objetivo de la comunidad del 20 % del total. Entre 2017 y 2023, la brecha entre el gasto total en I + D y el gasto colaborativo se triplicó, revelando que los Estados miembros aún priorizan sus propios programas nacionales contra una estrategia común.
El informe estima que, en un escenario completo Integración industrial europea, la producción de defensa podría haber crecido un 37 % en 2022en comparación con el 15 % registrado. Esto representa un costo de oportunidad del 22 %, equivalente a 46,000 millones de euros, alrededor del 14 % de la defensa total de la UE ese año.
Según el autor de las funcas Miguel Ángel González Simón, el mayor impacto provendrá de dos canales: acceso a un mercado más amplio (que reduciría los costos y aumentaría los volúmenes de producción) y las transferencias de conocimiento tecnológico entre países. La integración permitiría a los países con una mayor capacidad (como Francia o España) mejorar en términos absolutos, mientras que los estados con industrias más pequeñas (como Portugal o Dinamarca) obtendrían mayores beneficios relativos al integrarse en las cadenas de valor europeas.
[H2:Barreras políticas, financieras y estructurales]]Sin embargo, el camino hacia una industria de defensa integrada enfrenta importantes barreras políticas, financieras y estructurales.
El Falta de consenso político entre los Estados miembros sobre conflictos armados, Proteccionismo nacional y Las restricciones fiscales son obstáculos clave.
Además, las empresas europeas en el sector tienen Más dificultades para acceder a capital privado que sus homólogos estadounidenses, lo que limita su capacidad para expandirse. A pesar de estas dificultades, el informe destaca que un Una mayor integración no solo mejoraría la eficiencia productiva, sino que también reforzaría la autonomía estratégica europea.
Los estudios citados en el documento estiman que un La cooperación total podría generar ahorros de hasta el 30 % del gasto total de defensa de la UE, lo que sería equivalente a aproximadamente 98,000 millones de euros.
Por lo tanto, las funciones concluyen que mantener la fragmentación actual es una pérdida económica y estratégica significativa para Europa. La apuesta por la integración industrial y la gobernanza común permitiría a la UE responder con mayor agilidad y efectividad a los desafíos de seguridad actuales y futuros, sin aumentar el gasto.
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