La UE se inclina por una definición «amplia» del gasto en defensa para relajar las normas fiscales

Los gobiernos europeos apuestan por utilizar una definición «amplia» de la inversión en defensa, a la hora de definir qué gastos podrán beneficiarse de la relajación de las normas fiscales que la Comisión Europa presentará en las próximas semanas, en el marco del plan de rearme de la Unión Europea (UE).
El plan de rearme de Europa pasa principalmente por aumentar el gasto nacional en defensa. La propuesta de la Comisión, a la que los líderes dieron el visto bueno la pasada semana, apuesta por relajar las normas presupuestarias para que los Veintisiete inviertan más sin que esto repercuta para el cálculo de la deuda y el déficit a efectos de las reglas fiscales. La duda sigue siendo qué podrá sacarse de ese cálculo.
Este martes, los ministros de Economía y Finanzas de la UE han instado a la Comisión a utilizar una definición «amplia». Esta definición usaría como referencia el marco estadístico internacional COFOG. Dentro de ese marco, se consideran como gastos en defensa desde las operaciones militares, hasta la investigación y el desarrollo, las operaciones de protección civil, el desarrollo de planes de contingencia, e incluso la ayuda a terceros países.
Tras la reunión el ministro de Finanzas polaco, Andrezj Domanski, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE, ha explicado que los ministros han apoyado hacer uso de una definición amplia de gasto en defensa. El comisario de Economía, Valdis Dombrovskis, ha reconocido que utilizar el marco COFOG «tiene varias ventajas». Entre otras, que propone una definición efectivamente amplia pero que estaría en línea con la que utiliza la OTAN para establecer los objetivos de inversión y gasto militar. «Nos permitiría avanzar rápido, utilizando un concepto que tiene una sólida base estadística», ha dicho el letón.
Dombrovskis ha destacado que ha habido «un amplio apoyo» entre los ministros para activar la cláusula de escape nacional, aunque teniendo en cuenta las particularidades de cada país, especialmente aquellos cuyo gasto militar ya es alto. El comisario también ha destacado que los Veintisiete coinciden en que la activación de la cláusula debe ser «orientada y temporal».
Propuesta final
Bruselas ya adelantó la semana pasada que la relajación de las normas permitiría excluir del cálculo de déficit y deuda tanto el gasto corriente como las inversiones. Eso sí, siempre y cuando se tratara de desembolsos adicionales. Además, imponía un límite del 1,5% del PIB al incremento anual de la inversión, con el objetivo de llegar a 650.000 millones de euros en cuatro años.
La Comisión trabaja ahora en una propuesta final que presentará en las próximas semanas. En esa propuesta se definirá exactamente qué cubre y qué no la suspensión. Después, el Consejo deberá darle el visto bueno. También está pendiente el texto final que defina las normas que regirán un nuevo instrumento financiero por valor de 150.000 millones de euros en préstamos, usando el presupuesto comunitario como garantía.
El ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, ha celebrado que el debate vaya en esta dirección. En una rueda de prensa tras la reunión, Cuerpo ha asegurado que España está a favor de que la relajación de las normas vaya más allá de una definición «estricta» de defensa y cubra también conceptos como la protección de las fronteras, la ciberseguridad o la protección de las infraestructuras críticas.
De hecho, todos estos ámbitos se consideran parte de las competencias estratégicas de la UE y forman parte de la lista de inversiones que la Comisión considerará a la hora de asignar parte de los 150.000 millones del nuevo instrumento financiero. Cuerpo explicó que los países trabajan con la Comisión para definir qué gastos se excluyen de las normas fiscales. «Veremos cómo aterrizamos un concepto que sea satisfactorio para todos», ha dicho el ministro.
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