Economia

Los precios suben un 2,9% en 2025, un año marcado por el fin de las bonificaciones del IVA y la escalada de los alimentos

Los precios suben un 2,9% en 2025, un año marcado por el fin de las bonificaciones del IVA y la escalada de los alimentos
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  • Publisheddiciembre 30, 2025



A lo largo de 2025, los precios han aumentado de media un 2,7% respecto al año anterior, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Si las Estadísticas confirman un dato por ahora preliminar, la inflación Habrá terminado el curso con un tipo una décima superior al de 2024 y, lo más importante, siete décimas por encima de ese 2% que el Banco Central Europeo (BCE) considera un valor óptimo, aquel que permite aprovechar el impulso económico alejando el peligro de deflación.

Es cierto que este 2,7% no es catastrófico, de hecho, es la cifra más baja desde 2020 y confirma que nuestro país ha puesto fin definitivamente a la crisis inflacionaria que siguió al estallido de la pandemia y que llevó el IPC a una media del 8,4% en 2022. Sin embargo, el problema es que el resultado de 2025 se suma a los aumentos anteriores y deja, para los últimos cinco años, un crecimiento inflacionario de 22% lo que ha reducido el poder adquisitivo de los hogares.

La buena noticia ha llegado de la mano de la inflación subyacente, que se acerca más al objetivo del BCE al cerrar 2025 en una media de el 2,3%, seis décimas menos que en 2024. El IPC subyacente es un indicador que permite observar la evolución de los precios de una forma más ‘estructural’, ya que elimina del análisis la energía y los alimentos no elaborados, dos elementos que, por sus subidas y bajadas repentinas, suelen alterar el resultado.

+30
Huevos

Respecto a noviembre de 2024, este alimento básico lidera las subidas de precios

Sea como fuere, lo cierto es que una vez más los precios en España se sitúan por encima de la media de la eurozona y, lo que es peor, lo hacen impulsados ​​por un repunte de la partida de gasto que más afecta a las familias y clases medias, la cesta de la compra.

Así se desprende del dato del IPC de diciembre, que se sitúa en el 2,9% por el efecto arrastre de alimentos y bebidas no alcohólicas, según explica el INE en su nota informativa. En sentido contrario, la moderación de los precios de los combustibles y del ocio y la cultura han empujado el indicador a la baja en el último mes del año, pero sin suficiente impulso para compensar la subida de los precios de los alimentos, que entre enero y noviembre se han encarecido un 2,8%. De nuevo, lo importante aquí es el efecto acumulativo, ya que desde 2020 los viajes al supermercado se han encarecido un 37,5%.

La comida empuja hacia arriba

Para explicar por qué los alimentos han hecho subir el IPC durante buena parte del año, hay que empezar recordando que 2025 comenzó con la recuperación de la tributación normal del IVA a los productos básicos, tras la desaparición de las medidas excepcionales que el Gobierno aplicó para hacer frente a la pandemia primero y a la guerra de Ucrania después. En enero -y tras un primer aumento en septiembre de 2024- la canasta básica recuperó la tasa del 4%, y las pastas y el aceite de girasol, el 10%, luego de haber tributado al 0% y 5% respectivamente. Y a ello se suma la factura de la luz, que también se vio impactada por la reinstauración del IVA fijo al 21% después de haber tributado al 10% desde 2021, salvo un periodo entre julio de 2022 y diciembre de 2023 (en plena crisis energética por la guerra en Europa del Este) en el que el impuesto estuvo al 5%.

+18%
carne de res

Los cortes de carne de vacuno se han encarecido sensacionalmente en los últimos 12 meses

Y a este impacto fiscal hay que sumarle las vicisitudes de cada producto. A falta de conocer el detalle de los datos de diciembre, hasta noviembre los claros protagonistas han sido la carne de vacuno, con un incremento del precio de 18% interanual (interanual), huevos (+30%), chocolate (+14,5%) y café (+17,3%). Cada caso tiene sus particularidades, aunque generalmente estos aumentos tienen que ver con crisis de producción vinculadas a fenómenos climáticos o económicos en los países productores o aumentos del consumo, siendo China el país que está actuando como disruptor de las previsiones de oferta.

La lista continúa con otros alimentos, que no aumentan a doble dígito pero sí sensacionales, muy por encima de lo que la evolución de los salarios puede soportar. Entre noviembre de 2025 y el mismo mes del año anterior, los cereales se han encarecido un 4,8%; carne de ovino y caprino, 6,5%; carne de ave, 4,2%; pescado (fresco y refrigerado), 7,8%; pescado congelado, 6,3%; leche, 5,4%; queso, 4,4%; mantequilla, 5,5%; frutas, 7,1%; y frutos secos, el 6,8%.



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